De Todo un poco.

 Hoy se veía más lindo que ayer... con esa polera donde puedo ver sus brazos bien trabajados, donde se puede apreciar la cantidad ilimitada de tatuajes por su cuerpo, ¿podría alguien verse tan perfecto haciendo ejercicio?, yo creo que no, simplemente es imposible, mientras lo miro como una verdadera acosadora detrás de las gradas de la universidad, veo al hombre que me tiene más que flechada... Frederick Lake, mi querido vecino.    Verán... Frederick es un chico totalmente contradictorio, luce como un chico totalmente malo, con sus tatuajes y su altura, no es que tenga grandes músculos, o que tenga una mirada intimidante, o que simplemente se vista como un pandillero, no, Frederick se viste siempre con cualquier jeans, sus converse o vans o DC, y sus infaltables sudaderas con capucha, ocupa lentes cuadrados de color negro, tiene el pelo de un color castaño claro con un poco de flequillo, tiene los ojos de color entre verde y café, ¿pero saben lo más hermoso que tiene Frederick?, ¿lo que hizo que quedara idiotizada por él? Nada más ni nada menos que las 4 margaritas que tiene en su sonrisa... lo se... algo irreal, pero es cierto, y esa fue la única vez que lo vi sonreír, alrededor de sus labios hay dos hoyuelos que se marcan como el de los gatos, y luego están las margaritas comunes que todos conocemos... yo igual las tengo, pero solo las comunes, en fin... Frederick es simplemente un enigma, que quiero conocer.
 

- Rikka? ¿Qué estás haciendo aquí? –escucho decir a alguien cerca de mi oído-

- Por dios Celeste, no me asustes así, ¿tú que crees?, viendo a mi futuro esposo haciendo ejercicio pues –le digo a mi mejor amiga en tono soñador-

- Rikka... el pobre con suerte sabe que existes... pareces cualquier cosa aquí mirando, la gente ya está diciendo que eres una friki...

- ¿Quién es la friki? –esa fue mi otra amiga Alicia, que es la que sabe todo lo que pasa en la universidad-

- Celeste dice que la gente está diciendo que soy friki por espiar a Frederick...

- Pero si todo el mundo lo sabe... ¿de qué te sorprendes?

- ¿Y cómo no me dijeron cuando empezó todo esto?

- Pensamos que no era de tanta importancia, ya que lo importante es que nosotras sabemos que eres una loca psicópata y te amamos igual por lo que eres, así de tonta y todo...

- Muchas gracias por sus palabras tan cariñosas amigas son lo mejor... -les dije en tono sarcástico-

- Entonces... ¿cómo esta nuestro futuro cuñado? –pregunta Alicia-

- Más guapo que ayer... ahora se le ven todos sus tatuajes y músculos... además de sudado... es un dios amigas...

- Rikka... estas babeando... controla tus hormonas mujer pecaminosa, tenemos clase, deberíamos irnos ya... -dice Celeste, siempre matando mis momentos-

Observo a mis amigas caminar delante de mí, en realidad tengo 4 en total, pero debo decir que Celeste es la más importante de todas, llevamos más de 15 años de amistad, por lo cual es mi confidente en todo, mi compañera de locuras, de penas, de alegrías, de todo, por lo que la adoro y amo un montón, además de lo hermosa que es, tiene el cabello cobrizo, de ojos color pardo, alta, de piel blanca, con algunos tatuajes por su cuerpo, de nariz perfectamente respingada, estudia para algún día ser profesora de artes, mientras que Alice es pelirroja de ojos verdes, medianamente alta, con algunas pecas, bastante blanca, cuando se enferma se pone amarilla, es el temor de todas cuando se siente mal y ella estudia para algún día ser una gran kinesióloga, luego esta Isabella, la ingeniera del grupo, rápida con los números debo decir que son su pasión, tiene el cabello corto de color negro, ella tiene unos ojos increíblemente lindos, entre un verde y azul, es más bronceada que Celeste o Alice, es un poco baja, no más que yo y finalmente mi amiga de carrera Lirio, si, un nombre muy peculiar y debo decir que encaja perfectamente con ella, con su aura de niña buena, inocente, que nunca ha tenido un novio, es pequeña igual que yo, de pelo largo castaño, de ojos cafés y es el ser humano más tierno que pude encontrar, ambas estudiamos psicología, debo decir que amamos con pasión lo que escogimos, encajamos perfectamente en ello, mientras que yo... con nombre japonés y todo soy lo más común que hay, pelo largo color café oscuro, ojos del mismo color que mi cabello y con margaritas, una simple mortal en un mundo muggle. Para contextualizar un poco el espacio donde vivimos, es en la ciudad que nadie conoce en los Estados Unidos, llamada Arrowtown, donde contiene una población de 20 mil habitantes, o quizás menos, en donde en este pequeño lugar hay mucho bosque, unas cuantas lagunas, donde siempre hace frío, existen algunos parques y sitios para divertirse, en donde solo hay 2 universidades y unas cuantas escuelas, por lo que no es muy alentador el vivir aquí, pero la paz, la calma, el buen ambiente entre la gente es inigualable creo yo ante otras ciudades de EE.UU.

En fin... como estaba diciendo, iba en camino a mi clase de desarrollo del pensamiento, ya Alice y Celeste se fueron, cuando en el pasillo me encuentro al hermano de Frederick... Lucas.

- Rikka! Vecina querida, la más simpática de la universidad Arrowtown, ¿cómo has estado? - me dice en tono de señor elegante-

- ¡Estimado vecino! Que gusto verte, pues si estoy bien ¿y tú?, que sorpresa que me hayas hablado en un lugar tan público como este... - le digo susurrando más cerca de el-

- Oh querida vecina, estoy bien, vengo a hacerte una gran propuesta, quería saber si querías venir, obviamente junto a tu cuarteto, ¿a una fiesta en el lago Rush este fin de semana... que te parece?, tiene que ser público para que más gente vaya querida.

- Me parece una excelente idea estimado vecino, le diré a mi cuarteto que piensa al respecto y te aviso el viernes por la mañana... ¿te parece?

- Excelente, entonces... nos vemos señorita.

- ¡Adiós vecinito!!

Al retomar el camino a mi clase veo a Lirio con sus audífonos en la primera fila...