Esencia

Capitulo 17

Zoray | Mundo Essential

La cabeza no deja de darme vueltas, no entiendo nada.

¿Cómo fue en un momento estaba allá y ahora estoy aquí?

¿Fue todo un sueño?

No, no lo fue... Él tiene que ser real, tiene que serlo. Aún lo siento en mi interior, yo sentí su leve toque, ese recorrió todo mi cuerpo, lo sé.

Estoy mareada, pero aún con todo eso logro incorporarme, siento que caí desde muy alto, no lo entiendo. Miro hacia el cielo y efectivamente como creí en un primer momento aún no ha anochecido, ¿Por qué allá dentro si lo hizo?

Aquí afuera, mí fuera... Apenas y  empezará a anochecer, los colores que habitan en el cielo son naranja, rosa y lila. El sol acabó de ponerse y la luna ya se ve en lo alto, la oscuridad aún no cae sobre esto.

Vuelvo a preguntarme ¿Acaso todo fue un sueño?

Cercioro el lugar donde nuestras manos se rozaron y veo como se está formando una marca de flamas en mi mano. ¿Esto es real?

He leído de estas marcas, pero es imposible que yo pudiese tenerlas, estas son parecidas a los tatuajes del mundo natural, solo que aquí los tatuajes no existen. Nadie puede hacerse daño a si mismo, está contra las reglas. Sin embargo, estas marcas nacen por sí solas cuando la esencia llega a su punto máximo, es decir, existen niveles de esencia, todos nacen con un nivel diferente, pero solo los de esencia máxima son capaces de crearse una marca a sí mismos, la otra opción sucede cuando se realiza la fusión y dos Essentianos se entrelazan y alguno o los dos poseen esencia máxima, la marca la crean ambos por su unión, pero es muy extraño, de hecho son pocos los casos.

Pero yo no he tenido ni lo uno, ni lo otro, este debe tener otro significado, pero ¿Cuál?

He estado tan ida en esos pensamientos que olvido por completo a Arien, Adya y Alana.

Mientras estuve ensimismada ellos se detuvieron a ver alrededor y ahora vienen a paso ligero no entiendo su presencia aquí.

Me pongo en pie por completo, y avanzo hacia ellos disminuyendo la distancia que nos separaba.

—¿Qué hacen aquí? —pregunto extrañada. Y reparo en Alana aún no comprendiendo qué hace aquí ¿Ahora es su amiga? —¿No deberían estar en la fusión? ¿Ya acabó? Ustedes... —Dejo la palabra en el aire preguntando si lograron la fusión.

—Es una larga historia, no vas a creer todo lo que sucedió allí — Menciona Arien, mirando fijamente hacia Adya quien no es capaz de mantener la mirada y se sonroja en sobre manera deslizando su mirada al suelo.

Eso es muy extraño, miro entre ella y Alana, esta última solo mira hacia otro sitio claramente incómoda. ¿Qué está pasando aquí? ¿De qué me perdí?

Estoy a punto de preguntar en voz alta, pero rápidamente Adya me calla diciendo:

—La fusión es lo de menos, primero debes explicarnos qué fue lo que pasó con el libro —Me quedo pasmada, ¡El libro! ¡Lo dejé allá dentro! — ¿Aún lo tienes, cierto?

—Yo... yo...

—No puede ser... ¡Lo perdiste! —Suelta Alana hablando por primera vez.

—¿Soy el único que cree que la explicación de la perdida del libro y la fusión es lo menos importante? —Todos lo miramos mal, dejando en claro que eso es muy importante. —¡Está bien, está bien! Yo lo que no entiendo es porqué Zoray estaba cayendo del cielo en picada.

Alana y Adya comparten una mirada de "es cierto".

Bueno, y ahora estas son ¿Mejores amigas?

¿Estoy celosa? Sí.

¿Soy inmadura por odiar esa idea? Absolutamente, pero no me importa.

—¿Y bien? ¿Qué te pasó? —Pregunta Adya.

—Tambien es una larga historia...

—¡Entonces tendremos la noche movida!  ¡Llena de muy buenas historias! —Exclama Arien emocionado. —¿A tu casa, Zor?

—A mí casa, Ariel —Sonrío levemente, y empezamos a caminar hacia mi casa. —¿Quién empezará a hablar?

—No lo sé... Pero estoy seguro que te mueres de la curiosidad por saber qué hace Alana con nosotros...

Estoy a punto de gritar ¡Si, por Naturalia, Si!

Pero me detengo pues Adya y Alana gritan al tiempo:

—¡YA BASTA, ARIEN!

Genial, ahora estas hasta hablan al tiempo.

—¿Podrían hablar de una buena vez?

—Creo que lo más prudente es esperar a llegar a tu casa —Menciona Alana, y los demás asienten.

—Está bien. ¿Saben si mis padres están ya en casa?

—Es lo más probable, fueron ellos quiénes nos dijeron dónde estabas —Los miro sorprendida, ¿Están mis padres cerca? —No, ellos no vinieron con nosotros, dijeron que querías estar sola... Por poco no nos dicen dónde estabas. —Termina por decir Arien.

—¿Qué dijeron ellos sobre Alana  viniendo con ustedes? —Interrogué. Sé que ella no es del total agrado de mis padres.

—Pues... No alegaron demasiado, solo tuvieron que ver el rostro tan deprimente que traía para sentir lastima por ella.  —Lo miré algo incómoda, ¿Cómo se le ocurre decir algo así?

—Está bien, Zoray... —susurra, Alana y realmente siento algo de pena con ella. Tal vez ni siquiera tuve que haber hecho esa tonta pregunta.

—No, no lo está. Lamento incluso hacer esa pregunta, es sólo que...

—No te preocupes, ni siquiera yo sé qué hago aquí, no debería... Es solo que hay cosas que tenemos que aclarar.

—Así es. Ella nos necesita, ahora más que nunca —Dice Adya, tomando su hombro en señal de apoyo.

En estos momentos me siento un poco mal por todos mis pensamientos, debe haber una razón muy fuerte por el cuál ella esté aquí, mis propios amigos hace unos días la odiaban, y ahora parecen tan condescendientes con ella.

Algo muy malo, o muy bueno tuvo que haber pasado para que esto pasase.

Seguimos el camino hacia casa a paso ligero, deteniéndome abruptamente al salir del descampado, observo la figura de un chico recostado a un árbol parece que esperando por nosotros.

La oscuridad de la noche ya se ha cernido sobre nosotros, y es por ello que tardo en reconocer de quién se trata, pero él repara en nosotros y se acerca lentamente. Lo que me facilita saber de quién se trata.




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