Zoray
—¿Estoy soñando nuevamente? —Pregunta con estupor.
—Pues no, yo diría que la que sueña soy yo, porque justamente acabo de caer dormida —Río, porque me sorprende mi imaginación, él parece muy real, e igual de sorprendido de verme, sin embargo, ser consciente de que sueño en mi propio sueño es extraño, así que nada que hacer.
—Claro, claro. —Responde, pero su sonrisa delata que no está de acuerdo con lo que digo.
Él avanza, pero me mira detenidamente, como esperando algo, sin embargo, no entiendo su mirada.
—¿Vas a voltear o algo? —Mi rostro lo mira con confusión ¿Por qué tendría que voltearme? —Necesito cambiarme…
—¡OH, SI, ¡SI CLARO! —Grito, porque me siento tan avergonzada en este momento que no sé qué más decir. ¿Acaso pensaba que se quedaría así?
Escucho su risa y el sonido de la ropa rozando mientras se la pone. Me hace saber con un breve “listo” que ya está apto para la vista, y no es que no lo estuviera antes, porque ¡Por Naturalia! Su cuerpo es realmente una fantasía.
Cuando volteo, él está en frente mío. Ahora se encuentra con un pantalón oscuro, y una camisa básica blanca, sus pies están descalzos y se dirige a la cama. Yo hago lo mismo.
Me siento en el mismo espacio dónde me encontraba inicialmente y él al frente.
—Entonces… —Es mi sueño, así que decido tomar el control de esta situación, así sea en sueños producto de mi imaginación deseo conocerlo —¿Cuál es tu nombre? —Interrogo.
Él ríe, y yo solo quiero una respuesta.
—¿Qué te parece tan gracioso? —Le pregunto ahora molesta.
—Pues, no lo sé, acabas de despertar en una habitación que está claro no es la tuya, con alguien que sólo has visto en una ocasión muy particular y estás demasiado tranquila. Lo siento, pero me parece gracioso. Y soy André. —Termina sonriendo.
—Es mi sueño, yo puedo despertar dónde quiera, si mi sueño decide desarrollarse aquí, contigo, entonces aquí me quedaré —Me cruzo de brazos incomoda por su tonto comportamiento, hasta que soy consciente de algo en sus palabras — Espera. ¿Cómo sabes que no es la primera vez que nos vemos? ¡Ah! Claro, estás en mi mente… Bueno, eres mi mente, es lógico que sepas que… —Divago, pero él me interrumpe.
—No es por eso, Zoray. Sé quién eres, bueno, no exactamente, pero no es la primera o segunda vez que te veo, de hecho, llevo varias semanas viéndote en tus sueños, y esperaba con ansías el momento en el que tú pudieses verme —Espera. ¿Qué?
—¿Cómo sabes mi nombre? —Me levanto rápidamente porque esto ya no me parece demasiado un sueño, de hecho, me estoy sintiendo un poco nerviosa, y mis latidos se están acelerando y siento tantas emociones que parece que esto es demasiado real.
—Zor… Tú me hallaste.
—¿De qué estás hablando? ¡Y no me llames, Zor! No te lo has ganado.
—Calma, lo siento, debí ser más sutil con mis palabras. Te estoy asustando, ¿Cierto?
—Algo… —Susurro.
Él se levanta, y camina hacia mi, pero yo doy un paso hacia atrás, pisando lo que creo que es alguna prenda, pero no bajo mi vista para comprobarlo.
—Mira, comencemos de nuevo, ¿Está bien?
—De acuerdo.
—Toma asiento, por favor.
Hago caso a lo que me dice y tomo asiento, más porque siento que de otra manera, perderé la cordura, tratando de entender lo que pasa sin obtener respuestas.
—Bien, ahora habla. —Le digo.
—Yo soy André, soy de la Tierra, soy un humano, o bueno, eso creía hace unas semanas, pero descubrí que soy mitad essen. —En este punto, mis ojos se han abierto desmesuradamente, realmente no sé si lo que está pasando es real, pero el golpeteo de mi corazón me hace consciente que esto parece que está sucediendo, sin embargo, no puedo aceptarlo, porque los humanos no existen. Hace mucho se extinguieron, y esa es la única verdad, a pesar de que se eso, no lo interrumpo. —Te he visto durante semanas, porque después de que abrieras o hiciera lo que fuese en aquel parque, dónde nos vimos por primera vez, apareció esta marca ¿La ves? —Me muestra su mano, y yo miro la mía. Ahora se arrodilla cerca de mí, casi que siento la frescura de su cuerpo. — Se que la conoces, porque tienes una igual, esto es lo que nos une, es lo que por alguna razón me ha hecho verte, pero tu no a mí, pero ahora aquí estás. —Me sonríe.
—¿A qué te refieres con que estoy aquí?
—Pues, mira a tu alrededor, estás en la tierra, o al menos Tu esencia está visitándome en mi mundo, así como la mía ha estado visitando tu mundo.
—Eso es imposible… —Susurro, —Yo no tengo esencia —Digo casi con vergüenza.
—A este punto de mi historia, ya nada me parece imposible, me gustaría saber muchas cosas, pero aún estoy en proceso de adaptación de mi nueva realidad.
—Pareces demasiado cómodo con esto, para que apenas te estés adaptando…
—Lo sé, pero todo eso es gracias a ti. A través de ti he conocido mucho más de nuestro mundo, Essential de lo que me ha podido decir o contar Ariel o mi padre.
—¿Quién es Ariel y tu padre? —Interrogo, porque tengo esta absurda necesidad de saber todo lo que él tenga para decir.
—Son essentianos que viven dentro del mundo humano, ellos hace años están aquí, fue así como mi padre conoció a mi madre, se enamoraron y por eso existo.
—Pero es que, eso no tiene sentido, los humanos… No existen, no pueden serlo, y si esto no es un sueño, tal vez sólo perteneces a otra zona y por alguna extraña razón estoy aquí, contigo. —Emocionada por mi teoría, lo miro —¡Eso es! Dime en qué zona estás, o mejor, yo estoy en la zona central ¡Ven! Y sabremos porqué nos estamos viendo.
—No, Zoray, esto no es un sueño, o bueno, en parte no lo es, y no estoy en el mundo essential, como ya te dije.
—No sé si deba creerte o no, todo es muy confuso, André. ¿Hay una forma de comprobar lo que dices? —Lo miro con suplica. No sé qué estoy diciendo o haciendo.