Los días pasaban y cada día pensábamos las formas distintas para poder atrapar en el momento exacto a Cloe.
Ya todos tenían más que claro la clase de persona que era ella.
Mire a Matt que estaba con su libro en frente mío, Nathan estaba en la punta sentado con su portátil. Izan y Lauren estudiaban juntos.
— ¡No encontraremos nada aquí! —dije mirando a Matt.
Él puso los ojos en blanco, todos esos días me había estado evitando y Nathan era otro que tampoco me dirigía la palabra.
— ¡Púdranse! —exclame cansada mirando a Matt y luego a Nathan.
Subí las escaleras y me metí a la habitación, encontrándome a Chase y a Valerie.
— ¿Qué haces? —dije al ver que ella aplicaba algo en la cara de Chase.
— Una rutina de cara tú también deberías probar —dijo ella mostrándome los sobres con máscaras.
Me tire en la cama y tape mi rostro con la almohada.
— Estoy harta… ellos —hice una pausa recordando a los dos sujetos— ¡Ah los odio!
— ¿De quién hablas? ¿De Matt o Nathan? ¿O de los dos? —pregunto Valerie.
Me quite la almohada del rostro y la mire fulminándola con la mirada.
— Definitivamente ninguno de los dos sirve para enamorar, Nathan es muy tímido y Matt es demasiado… —comento Chase que tenía los ojos cerrados.
— ¿Gruñón? —dijo Valerie mirándome.
— Si los dos son muy vírgenes no sabes conquistar a una mujer —mire a Chase sorprendida por lo que acababa de decir— aunque uno sabe ocultar más sus sentimientos que otro.
Levante una ceja y me cruce de brazos al oír la tontería que Chase estaba diciendo.
— Es una completa estupidez —dije para luego tomar mi ropa y salir de la habitación.
Mire hacia la habitación de Tessa y ella no estaba, porque había ido a visitar a su familia. Amice estaba en otra casa visitando a unas amigas, Willa había salido y Beth y Ari escuchaban música.
Me metí al baño y me despojé de toda mi ropa, dejé la toalla en el gancho que había dentro de la ducha.
Sentía el estrés y lo veía por mi caída de cabello.
El proyecto y los exámenes que se aproximaban antes de que comenzaran las vacaciones e iniciara el siguiente año.
Escuché un ruido y me reí ya que con las chicas siempre que otra usaba el baño le dejábamos su espacio.
— ¡Valerie! —dije al escuchar que la puerta se cerró de golpe.
De repente empecé a sentir que el agua empezó a salir más caliente, agarré la manecilla del agua fría pero no giraba.
Me hice a un lado al ver que el agua salía a toda presión y estaba hirviendo tanto que empezó a levantar vapor.
Quise abrir la puerta pero estaba trabada.
— ¡Chicas esto no es gracioso! —exclame y el agua empezó a salpicar mi cuerpo.
Entonces fue cuando empecé a sentir el agua en la planta de mis pies.
Intente cerrar el agua pero las manecillas estaban trabadas.
— ¡Ah! —empecé a gritar al sentir el agua caliente caer sobre mi cuerpo— ¡Aaah! ¡Ayúdenme!
Empecé a gritar desesperada golpeaba la puerta pero nadie abría, las lágrimas y el ardor que no podía aguantar.
— ¡aaah! —volví a gritar.
Matthew
No quería cruzarme con la insoportable habían pasado demasiadas cosas y tampoco quería preocuparme por ella.
Algo que no debía importarme era torpe y no tenía cura. Y tampoco era mi problema.
Pero cada vez que la veía solo quería… alejarla de mi.
Me dirigí hacia mi habitación encontrándome con Izan.
— ¿Qué pasa contigo? —pregunto él.
— Nada ¿A ti que te pasa? —dije sentándome en mi cama.
— Te conozco ¿Qué sucede entre tú y Summer? —levante una ceja incrédulo de lo que había escuchado.
Me reí ante su pensamiento, era ridículo lo que preguntaba.
— ¿Qué debería suceder entre zopenca y yo? —enarque una ceja.
— A veces pienso que nunca amaste de verdad a Malorie —dijo a lo que borre mi sonrisa.
Quizás algo de razón tenía el recuerdo de ella ya no estaba tan presente en mi mente y solo por lo único que podía pensar era la incertidumbre que había dejado en nosotros.
— Summer es alguien especial y espero que no confundas las cosas viejo.
Entendí en el momento a lo que el se refería pero creo que eso estaba lejos a como veía las cosas.
— No tengo tiempo para perder y menos con alguien como ella —me puse de pie y me dirigí a mi escritorio.
— Eso dices ahora pero hasta ahora lo único que veo es como te preocupas por ella y dices que su presencia te molesta —volví a mirarlo y fruncí el ceño.
<< ¿Eres doctor del amor? >>
¿Desde cuándo Izan sabia tanto sobre esas cosas?
— Pero solo te diré algo no eres el único que siente algo por ella yo que tu…
Sentí una puntada en el centro de mi pecho y trague saliva.
El solo estaba diciendo cosas sin sentido no debía darle tanta importancia.
Hasta que un grito se escuchó a lo lejos mezclado con la música que había en la casa.
— ¿Escuchaste eso? —dije mirando a Izan.
Abrí la puerta y el ratón de computadora también había salido de su habitación.
— ¡Ah! ¡Ayúdenme! —el grito era de mujer.
Subí las escaleras y encontré a Chase y a Valerie.
— ¿Qué pasa? —pregunte mirando a Chase que intentaba abrir la puerta.
Mire a Valerie que estaba con los ojos llorosos, la música bajo y los demás salieron de sus habitaciones.
— ¡Summer esta adentro! —exclamo ella.
Nathan paso por mi lado y aparto a Chase.
— ¡Summer! ¿Qué sucede?! —el golpeaba la puerta.
Y fue cuando vi el vapor salir por debajo de la puerta.
— ¡Me quemo! —y esa simple oración me hizo reaccionar.
Corrí a Nathan y empecé a patear la puerta.
— ¡BUSCA ALGO PARA ABRIR LA MALDITA PUERTA! —grite mirándolo.
El corrió hasta el piso de abajo y empecé a patear, Izan también pateaba.
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Editado: 15.11.2021