Capítulo 1
Volvería a la rutina... no era algo que me gustara, pero o lo hacía o terminaba tirada en mi cama...
Parecía mentira como cada vez que la miraba aprendía algo nuevo.
Para mi Juliet era como mi ídolo, era mi maestra, muchos pensarían que en lugar de ella debería ser mi madre mi modelo a seguir, pero no lo era y Juliet sí.
Lastimosamente siempre me sacaban de su clase...
Estaba en el cuarto del piano, así lo llamábamos, ahí entrenaba todos los días. Había un espejo enorme, frente a este se encontraba vacío y en una esquina el piano. Empezó a sonar una canción en realidad no recuerdo su nombre solo sabía que debía bailar.
‒ que buena eres haciendo eso – oí pronto una voz masculina
‒ Axel – salude a mi idiota hermano – ¿Qué haces aquí? Creí que estarías con tus amigos.
‒ ya se fueron, pase a verte bailar, mamá dice que estuviste estupenda el domingo, lamento no haber ido – decía – quería ver.
Solo asentí y entro emocionado sentándose en el piso.
Era un tonto, pero era un buen tonto, no me despreciaba o no tanto...
Seguí en lo mío, por un instante olvidé a mi hermano, podía sentir las notas recorrer mi cuerpo, de manera que no había nada más que yo... era inexplicable la manera que me hacía sentir el bailar, simplemente no había nada a mi alrededor, todo pasaba a segundo plano menos la música y los movimientos que hacía.
Luego de un rato los aplausos me sacaron del trance, claro mi hermano seguía ahí.
‒ vaya, eres asombrosa – exclamo mirándome – no creí que fueras tan buena, sí que tienes futuro.
‒ cállate idiota – le dije empujándolo para que saliera
‒ no seas grosera, Esmeralda... tu nombre me recuerda a una planta – dice cambiando de tema y mirándome – pero tus ojos a una flor... eres una planta.
Lo mire con duda, ¿Qué tenía en la cabeza este idiota? Pero yo tenía una gran duda
‒ ¿de qué hablas? – pregunte mirándolo mientras él solo me miraba y se miraba en el espejo
‒ tus ojos son azules, tu nombre, según yo las esmeraldas son verdes, por lo que me recuerdas a una flor y yo, yo soy como lo mismo, pero masculino – explica de una manera muy tonta a mi parecer – imagínate esto...
‒ ¿aun sigues con esa estúpida idea? – oímos la fuerte voz de mi padre – ya déjate de eso – reprendió a Axel
Inmediatamente él salió corriendo de ahí, yo suspire, vaya pobre de él. – padre, ¿Qué hace aquí? – le pregunte, era muy raro verlo tan temprano
‒ solo vine a ver a Axel, me dijeron que estaba aquí y sabe que eso está prohibido – suspiro y se retiró
No entendía a mi padre, decía que debíamos pasar tiempo juntos como hermanos, pero a veces era esto, pienso que no quiere ver la realidad de mi hermano.
Luego de eso yo salí hacia mi cuarto, ya no tenía ganas de estar ahí además debía ducharme, tenía cosa que hacer y debía hacerlo sí o sí. Al entrar a la ducha pude sentir mi cuerpo relajarse, era agradable, todos mis músculos se relajaban al contacto del agua.
Ahora me encuentro en el centro comercial con mi madre y hermana, no sé qué querían comprar, pero era algo para Juliet, pronto sería una cena importante y yo no quería ropa nueva, bastante tenía con la de mi closet, lo que me llevaba a pensar ¿Por qué con tanta ropa unas personas dicen "no tengo nada que ponerme"?
Esa duda estaría en mi cabeza mucho tiempo. – Esmeralda, hija ven – mi madre disipo mis pensamientos al llamarme y fui solo para ver un vestido azul. – te quedaría hermoso, resaltaría tus ojos – dijo emocionada y yo para no decepcionarla fui a probármelo – como dije, hermoso.
Estuvimos ahí como dos horas, muchas para mí y mi cerebro, pronto casi al irnos pasamos por una tienda, esta tenía accesorios para baile, muchos eran hermosos... entre y mire – si te gusta alguno puedes preguntar – dijo el chico del mostrador – ¿bailas? – pregunto tratando de entablar una conversación
‒ sí, me gusta y lo hago, es mi vida – respondí segura – bailo ballet, es lo mejor del mundo – él rió
‒ eso es genial – sonríe y ve a la ventana – parece que te buscan – volteo y miro a mi madre y a Juliet – fue un gusto, soy Juan.