Capítulo 2
Tenía un nuevo amigo, iba a verlo una o dos veces a la semana ya que debía entrenar y entrenar.
Era raro pensar que no era el mejor momento para seguir con mi carrera, pero cada día lo hacía más y más, además aun no alcanzaba mis límites.
– hey, Esmeralda – oí el grito de Juan y me acerque – ¿lista para la diversión?
Asentí riendo y me fui con él, era uno de mis días libres y estaríamos en un parque de diversiones, me apetecía estar aquí, hace mucho no lo hacía.
Corrimos luego de pagar a uno de los juegos, queríamos ir a la oruga, era un juego para niños, era un paseo para niños con temática de orugas, algo obvio por el nombre, pero me parecía divertido.
Pasaron unos minutos del paseo, fue mala idea. – esto es terrible – dijo Juan suspirando y miró a un niño que estaba sentado frente a él.
– este es un juego para niños – exclamó el enano y Juan le sacó la lengua
– pues no me interesa, yo pago y me subo al que yo quiera – dijo indignado y siguieron peleando, el "adulto" y él niño.
Todo el recorrido me la pase oyendo a ambos pelear.
Todo el recorrido... Fueron por lo menos cinco minutos.
– ese niño me las va a pagar – dijo Juan cruzando los brazos – vera lo que es pelear
– es un niño – dije caminando a su lado
– Eso no es escusa – Volteo a verme y suspiró – vayamos a otro juego
Reí y lo seguí, pagamos y jugamos en casi todos los juegos, comimos en la mayoría de los puestos, me matarían en casa, se supone que debo llevar una dieta pero no me importaría hoy.
Al final, terminé llena de dulces y lleve unos pocos a casa para mi hermano menor.
Entre y salude, me regañaron un poco y fui a mi habitación.
– ¿pero que? – dije asustada, sorprendida, no sabía que sentir en ese instante, todo había sido demasiado repentino.
Cerré la puerta de mi habitación para que no entraran.
– ¿Esmeralda? – llamo mamá a la puerta – te escuche gritar ¿estas bien?
– sí, solo un insecto pero ya me encargue de él – grite y escuche que se fue de aquí.
Mire a Axel, esperando una palabra
– lo siento... – susurra mirándome y desvía la mirada – Es que quería saber... – dijo Axel quitándose uno de mis vestidos – olvídalo, no pasó nada...
Dejándome con las palabras en la boca, huyo de mi habitación.
¿Qué pasaba?