Capítulo 5
Era día de la fiesta, Axel se la pasaba pegado a mi últimamente, eso era lindo y divertido, nuestros padres no decían nada ya que cada uno era responsable con sus cosas.
Caminé sonriendo a casa de Juan, Axel venía a mi lado, nos llevaría al teatro, iba a ser un buen día, tenía ese presentimiento y sabía que iría así.
— oye, ¿van a ir muchas personas? — parecía asustado y nervioso — si es así, tal vez no deba ir.
— no te preocupes — dije abrazandolo — no pasará nada, todos son amigables, te caerán bien, te lo juro.
Asiente y seguimos nuestro camino, mi pequeño hermano se estaba adaptando a todo en su nueva vida, aceptaba sus sentimientos y lo que le gustaba, ya que no sólo le gustaba su amigo, ya había tenido sentimientos antes por chicos, así que solo debía estar seguro de sí mismo para poder liberar todo lo que sentía.
Él no quería decirle a su amigo, no quería terminar con esa amistad por lo que todo quedaría así.
Luego de unos minutos llegamos con Juan, entramos y comenzamos a poner lo último para irnos, mientras Axel estaba de curioso con todo lo que veía, era demasiado curioso.
Me alegra a verle así, parecía otro a cuando estábamos en casa, aquí podía ser él sin tener miedo a que alguien le golpeara o le regañara.
Pronto nos fuimos y preparamos todo mientras llegaban.
— Axel, pon las cosas de la puerta — le ordeno sonriendo mientras acomodo lo de la mesa de bocadillos y bebidas.
Aunque se molesta me hace caso.
— Axel parece divertido — Juan se para junto a mi sonriendo — me agrada, parece olvidarse de tu familia.
— lo está haciendo, me alegra — lo empujé sonriendo y seguimos con lo nuestro.
La fiesta comenzó cuando las personas llegaban, la música sonaba alto y todos se divertían, bailabamos y cantábamos alegres mirando a todos nuestros amigos.
A lo lejos miré a mi amigo y a mi hermano, todos éramos nosotros mismos sin miedo, Juan estaba con su chica y otro chico, mientras Axel bailaba sin miedo junto a un chico que no lo dejaba solo, aquí habría algo estaba segura.
Yo solo bailaba con mis amigos del teatro, no me interesaba nadie y no me atraía nadie de ninguna forma, solo quería estar divirtiéndome, me encantaba todo esto, la libertad que teníamos fuera de las reglas tontas que nos mantenían atados en casa, hablo de esas que no nos dejaban divertirnos, que Axel viera como bailaba o yo ver a mi hermano en sus partidos, hablar de que a él le gustaban los chicos y a mi no me gustaba nadie.
Por lo menos me gustaba ver que hoy éramos libres...