“Malala tiene cabellos castaños que le llegan hasta los tobillos, ojos color miel y pecas en la nariz. Ella tiene un poder especial: puede mover los objetos con solo imaginarlo. Un día le bajó la luna a su novio el poeta y otra vez hizo subir la lluvia al cielo para ir a la playa. Tenía 25 años y se había recibido de astrónoma. Le atraía todo lo relacionado al espacio. Una de las últimas veces que se la vio por la tierra había dicho que iría a vivir con un amigo muy querido que vivía en un asteroide, cuidaba de un cordero y estaba enamorado de una flor.”
Microrelato en honor al libro “El principito” de Antoine de Saint-Exupéry.