Durante uno de los entrenamientos en el proyecto de "La misión drástica", el agente uno, que era nuevo en todo esto, pero de alguna forma termino siendo parte de este, estaba completamente aislado de los demás. Los días iban trascurriendo y el ver que poco a poco varios compañeros iban muriendo durante los ejercicios que tomaban todos los días, no comprendía si en algún momento podría sobrevivir de este infierno. Pero, cuando fueron divididos en dos grupos, fue que lo conoció. En ese momento no era necesariamente el más fuerte de todos, pero nunca veía que se rindiera tan fácilmente.
Durante las pruebas que estaban realizando, fueron enviados a una selva artificial para continuara con su entrenamiento. Durante esta prueba, en la cual todos se separaron, el agente uno decidió recorrer y examinar todo el lugar para ver si había algún tipo de peligro que le impidiera cumplir con la misión que llevaba a cabo.
Durante el tiempo en que estaba caminando, de pronto se encontró con uno de sus compañeros que estaba recostado en el suelo, se acerco despacio y le dijo – no puedes quedarte durmiendo aquí – pero al ver que no le respondía, decidió darle la vuelta tan sólo para darse cuenta de que este había muerto. En el instante en que se dio cuenta de esto, como ya no le importaba nada, decidió seguir mientras pensaba – creo que aquí también habrá varios que mueran, deberé de tener cuidado si deseo llegar a finalizar esta prueba – y continúo caminando.
Al llegar a un punto donde parecía que se había hecho un pantano, se vio envuelta en un grave problema al darse cuenta que había alguien que estaba esperando a que alguien cayera en esta trampa. El agente uno, que ya no podía darse la vuelta y estaba ya en la mira, sólo pensó – bueno, si este es mi fin, por lo menos trataré de llevarme a esta persona conmigo – y cargo su pistola que llevaba consigo.
En el momento en que el compañero salió de los árboles y empezó a disparar, el agente uno trato de esquivarlos, pero debido al pantano no le era tan fácil. El compañero, con una sonrisa en el rostro, dijo – este es tu fin – y dio el último disparo para acabar con este. Pero, a un lado, el agente uno fue rempujado por otro compañero que le salvo de morir. El compañero, con una mirada determinada, dijo, sin quitarse de encima del agente uno – si seguimos aquí hemos de morir – y luego lanzo unas bombas de humo seguido de uno de gas contra quien les estaba atacando. Al ver que era un buen momento, tomo en brazos al agente uno y lo saco de ese lugar lo más pronto que le fue posible.
Llegando a estar cerca a unos árboles, dijo – rápido, sube, sino lo haces ya, creo que nos logrará encontrar y esta vez si será nuestro fin – el agente uno, con un "hm~" trepo el árbol seguidamente del compañero que llego en su rescate.
Una vez estando arriba del árbol, este le dijo – en este lugar al parecer todos se han vuelto locos – agente uno – dime, como es que puedes afirmar algo como eso – su compañero – es simple, ¿te diste cuenta que durante el día de ayer estuvieron dando algunas inyecciones – agente uno – sí – el compañero – pues esa inyección sirve para hacernos mucho más fuerte, pero a la vez esta la alta probabilidad de que perdamos la consciencia y nos volvamos unos completos títeres – agente uno – y ¿Cómo sabes todo esto? – el compañero – logré estar en el momento en que estaban discutiendo sobre esto uno de los que nos cuidan. Al parecer se han infiltrado personas externas a la organización y tratan de obtener resultados de sus investigaciones y volvernos a todos partes de sus fuerzas, es por ello que debemos de tener mucho cuidado si no queremos caer en el caos – agente uno – si eso es así, crees que tendríamos algún lugar seguro aquí. Yo considero que en sí ya estamos en una situación muy difícil en la que hemos de morir o vivir, no importa si son enemigos o aliados, todos terminaremos igual – el compañero – no te preocupes por eso, yo me he de asegurar que eso nunca pase, así que confía en mí, te he de proteger – agente uno – y si te llegaran a inyectar a ti y terminas siendo un títere también – mientras se iban alejando del pantano – no hay de qué preocuparse, solamente deberás de decir mi nombre el cual es... – y en el momento en que este se lo iba diciendo, un gran estruendo se escucho y su compañero lanzo también una granda para evitar morir y luego, sacando unas agujas de su bolsa, los lanzo y continuaron corriendo.
Mientras estaban cada vez más cerca de la meta, fue que todo comenzó a volverse más extraño, de un momento a otro estuvieron dándose cuenta de que había otras personas además de ellos, el compañero del agente uno, tomándole la mano, le dijo – agáchate y no hagas ni un ruido – de pronto se escucharon varias explosiones alrededor de toda la zona.
Las alarmas que empezaron a sonar por todo el lugar alertaron a todos los empleados que se encontraban bajo ataque en un momento de prueba. Esto no era nada bueno para nadie, el encontrarse bajo ataque implicaba que el sistema de emergencia se pusiera a funcionar mientras se retomaba el control de todo el lugar. Cuando el sistema de emergencia empezó a controlar todo lo que sucedía, fue que el sitio se volvió mucho más caótico.
A cada instante el lugar cambiaba drásticamente su ambiente. Entre volverse completamente nevada, hasta caluroso, como la flora y fauna se iba viendo afectado por lo mismo. En un instante se encontraban en un desierto, en otro estaban nadando para no terminar ahogado, entre otras situaciones más. Esto estaba haciendo que más de ellos empezaran a morir en ese lugar y los sobrevivientes se redujeran drásticamente.
En un instante en que el desierto volvió, se pudo ver como todos estaban luchando contra todos. Además de ello, varios de los infiltrados habían entrado en este lugar y también tenían la intensión de matar a quienes fueran considerados como amenaza para ellos. Peor era que a quienes inyectaron empezaron a perder la cabeza por completo. Todo lo que se vio fue como las bombas, disparos y muertes estaba delante de sus ojos. El compañero del agente uno, dijo – creo que tendré que luchar para salir de aquí. Así que... – le extendió la mano – me sigues – el agente uno, ya demasiado lastimado, respondió – sí – con seriedad.