Espejo roto
¿Un espejo roto? Fue lo que vi al abrir la caja que mi anciana madre me había entregado. Estaba dividido en tres partes iguales y cuando quise reflejarme en cada uno de estos pedazos, lo que vi en el primer trozo fue a un ángel encerrado en otra dimensión. Ese trozo de espejo era la puerta a otro universo donde mi madre, una mujer con altos conocimientos en magia había logrado encerrar a un ángel.
- ¿Como lograste hacer tal prodigio? - dije. ¿Acaso este espejo contiene la esencia de un dios? Mi madre sonrió y dijo.
- ¿Quieres ver otro de los trozos de espejo?
Tomé el segundo y pude ver, tal como había sido con el ángel, a un demonio atrapado en un lugar incierto.
¿Cómo has logrado eso? - dije.
- Tú lo has dicho - dijo mi madre. Cada uno de los pedazos de este espejo contiene la esencia de un dios. Y cada uno de estos es una puerta a otro mundo. A otra dimensión.
- ¿Qué contiene el tercer trozo? - al decir esto, lo tomé entre mis manos.
- Velo por ti mismo - dijo mi madre. Al hacerlo sólo pude gritar al ver en este mi propio relejo.
Fin