Espera, ¡este es el Final! [libro #2]

Confundido.

Capítulo 20

Ian tenía ese poder de hacerme olvidar por completo un mal rato, pero eso no quitaba lo que estaba doliendo.

Acepté una cita con Ian Benso — murmure despacio hasta llegar a la cama.

Si Ashton no le había dicho la verdad a Verónica eso solo significa dos cosas:

De verdad está enamorado de ella.

Y que no le importó ni siquiera un poco.

Primero están los sentimientos de la persona que amas y luego mas allá abajo de la persona que le guardas rencor y que alguna vez amaste y que no quieres soltar.

Ashton me confunde más que una papaya azul.

Eso ni siquiera existe.

Y es la razón por la que me confunde.

Así que cállate voz.

Siento una mano que entrelaza la mía.

— Hablaste con él — susurró Camyl aún sin mirarme.

— Si - respondí sabiendo a quién se refería.

— Está con ella...¿cierto?

Asentí, no quería hablar y llorar otra vez.

— Ashton es un maldito que no sabe lo quiere — ahogue las ganas de llorar— luego viene me confunde y después me deja tirada.

Mi rostro lo posicionó a la vista de Camyl que me dirige la mirada más melancólica que una mejor amiga puede dar.

— No creo que este confundió — respondió a la defensiva — creo que tiene miedo a sentirse traicionado por la persona que ama.

— Es estúpido, Verónica jamás lo va a traicionar.

— No lo dije por ella — contradijo Camyl.

Guardé silencio antes sus palabras. No, él no sentía miedo.. Lo que sentía era rencor, aún no ha podido perdonarme completamente y luego de decirle que jamás lo hubiera llamado si Aaron no me hubiera dicho la verdad. Y creo que jamás lo hará. Jamás me perdonará.

— Jules — dice Camyl acomodándose — Ashton está refugiado en algo que le da confianza, jamás perdería eso por apostar nuevamente a ti...

— Si dices que me amas, él debe de confiar que no es así.

— Lo es, pero Ashton es complicado perdió a su madre que prácticamente es la primera mujer en quien confía y lo traiciona luego llegaste tú la segunda mujer más importante en su vida y haces lo mismo — ella tomó una pausa al mírame y lo mal que estaba me está sintiendo — Él no soportaría algo así nuevamente... está refugiado en Verónica, soy tu mejor amiga y debo de decirte que él jamás va a querer perder eso.

A veces odio a Camyl, ella podía saber tantas cosas y decirme la verdad en la cara aunque doliera.

— ¿Por qué me confunde tanto? —reprimí algunos sollozos.

Ella negó con los hombros y solo sentí cuando sus brazos me atrajeron hacia ella — Un amor como el de ustedes es complicado, pero eso lo hace verdadero.

Ella toma mi rostro entre sus manos — un amor verdadero no se olvida se guarda aquí — tocó mi pecho — aunque no puedan estar juntos, siempre estará... y tú querida amiga debes de dejarlo ahí, y volver a sentir.

— Tu Camyl eres una maldita hija de tu madre.

Ambas reímos.

— Lo siento por ser tan boca floja.

En algo Camyl tenía razón. Que en algo, en todo tenía razón la muy sapa. Amaba a Camyl, sin importar que, ella siempre estaba para mi aunque ella hizo una gran parte del desastre. Siempre la tendría de mi lado.

— Jamás debí de dejarte sola... así que prácticamente es mi culpa.

— Y lo es — dijo con una sonrisa.

Su cabello alborotado caía por todo su rostro que acomodó algunos atrás de su oreja.

— ¿Ian te hace feliz? - dijo como si nada.

Su pregunta me tomó por sorpresa, hace un momento estaba hablando de Ashton y ahora de Ian.

Sacudo mis pensamientos y me dispongo a responder.

— Creo que sí ... — ella sonríe — ¿crees que debería dejar el sentimiento que tengo por Ashton en mi pecho guardado?

— Él ya lo hizo - respondió.

— ¿Estás segura de eso?..

Sus manos atraparon las mías — Jules, cariño él jamás te soltará eso tenlo por seguro, pero es porque tú le das ese poder.

— Camyl..

— Si Ian te hace feliz, inténtalo con él, Ashton se dará cuenta y te soltará — terminó Camyl.

La comisura de mi labio se alzó en una media sonrisa. — Él no sabe que me iré.

— Entonces habla con él, sé que lo va entender.

Volvimos a caer sobre la cama, ambas mirando hacia el techo.

— Me invitó a una cita... Ian me invitó a una cita.

— Y le dijiste que..

— Sí.

Camyl ahogó un grito entre su almohada y otro grito más de ella y mis padres se hubieran despertado.

— ¿Cuando?

— El viernes — respondí con una risita.

— Entonces tienes que llevar protección.

Ruedo los ojos. — por Dios Camyl que tienes con el sexo..

— Nada solamente que pienso que va llover y pues tienes que llevar protección.

— Enserio Camyl...

— Si, me gusta estar al tanto del pronóstico del clima... y creo que lloverá una gran cantidad de agua blanca espesa.

Reí fuerte, por las curiosidades de Camyl a veces olvidaba sus cosas de doble sentido.

— Llevaré el forrito para que no me caiga la lluvia espesa... ¿Feliz?

— Totalmente.

Cerré los ojos, pero al instante los abrí.

— Lo siento- susurró Camyl — No estaré para tu cumpleaños.

— ¿Por qué? - Solté un tanto molesta.

Cumplía en dos semanas prácticamente, y ella no me puede estar diciendo esto, después de todo lo que está pasando. ella tiene que estar conmigo.

— Es la semana dónde comienzan los resultados finales... tengo que estar pendiente de mi tesis.

— ¿Cuando te iras?.

— Una semana antes de tu cumpleaños.

Ella sabía lo que significaba esto para mí.

— Camyl sabes que me iré después de mi cumpleaños y no volveré.

— Jules — tomó mi rostro y lo puso a su dirección quedando enfrente — por qué crees que vine a verte... quería ayudarte y quería pasar tiempo contigo antes de que eso pasara.



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En el texto hay: humor, recuentro de amor, risa y comedia

Editado: 28.09.2020

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