Espera, ¡este es el Final! [libro #2]

La gran noche.

Capítulo 23

 

Dos semanas después.

Durante las dos últimas semanas, los días pasaban con rapidez. Ian hacia todo lo posible para pasar el mayor tiempo conmigo y yo con Camyl, eso quería decir que no se despegaba de nosotros incluido su glorioso novio Taylor.

Como esa vez que nos llevo al lago, Camyl no paraba de asombrarse y lanzar maravillas de Ian al igual que Taylor que se había convertido en una especie de amigo para él... Era algo extraño de ver, pero Ian se las había arreglado tanto para impresionar y pasar tiempo con ellos solo por mí, que hacia que mi corazón latiera más por él.

Los días eran paseos en bicicletas de dos, en el lago, en su cabaña y por su puesto cena en las mejores hamburguesas de la ciudad. El lugar se había convertido en un lugar favorito para los cuatro y una nueva tradición se había iniciado.

Las risas no faltaron, en el viaje en carretera hacia Griffin... Ian hacia que viviera tantas experiencias nuevas en tan solo dos semanas, mis padres lo adoraban desde el día que lo presenté y eso eran un alivio, luego tendríamos una larga charla de donde es él y como lo conocí. No creo que les agrade la idea de ser el cuñado de Ashton, aun no lo es para mí y es difícil sobrellevarlo ahora mis padres que no quieren que me acerque a Ashton. Aunque eso era lo de menos. La idea de pensar que me iría eso si era difícil.

Daba miedo irme en tan solo unas semanas y dejarlo aquí, pero ya habíamos hablado... Ian tenía que arreglar unas cuantas cosas en San Francisco y después me seguirá a Vernazzo. Quería una relación lenta y no tan rápida como estamos haciendo, pero él fue firme a decirme que me seguiría a donde fuera y que no lo dudara por un minuto, y si no funcionaba algo que era improbable para él, seguirá a pesar de todo.

Esas fueron sus palabras tenía el punto exacto para hacer que removiera todo lo que estaba sintiendo y me encantaba todo ese remolino que estaba sintiendo por él.

Caigo derrotada en el mesón de la cocina no quería pensar en lo que iba a pasar luego de esto, no quería, solo tenía una sola cosa en mi cabeza.

Camyl se iría.

Y como toda cosa buena, había llegado el día tan inesperado. Ella se marcharía dentro de 36 horas, estos últimos días ha sido tan glorioso y realmente rápidos.

Que en ningún momento había pensado en el idiota de Ashton, lo último que supe de los labios de Ian fue que el vendedor se arrepintió en el último momento de comprar la casa y eso se suponía que Ashton se iba a quedar más tiempo de lo que estaba previsto, por mí se puede ir hasta la China y quedarse...

Y eso realmente no me importaba, no desde que soy el monstruo que dice ser.

Al menos ha tenido la decencia de no verme, ni hablarme durante todos estos días, se estaba quedando con Verónica en su apartamento, así que estaba evitando cualquier acercamiento con él y eso era no ir.

Hasta hoy, tendría que pisar su apartamento dónde está viviendo con ella.

Ian había planeado una noche de karaoke algo inesperado para pasar la última noche de Camyl aquí, pero ha hecho tantas cosas por mí, que no pude quitarle esa dicha de cantar como un gallo.

Bebo toda el agua para refrescarme un momento y de mala gana subo a mi habitación, Camyl realmente se está demorando, tendríamos que haber salido hace 30 minutos. Y con eso tendríamos que ir a buscar a Taylor y nos demoraríamos un poco más, ya que últimamente hemos salido los cuatro.

Abro la manilla de mi habitación.

— Camyl estás lis... —mi frase quedo a la mitad.

— ¡Pero que carajos! — grito sorprendida.

Camyl se encontraba en una posición muy atrevida, Taylor estaba encima de ella saliendo y entrado de su zona.

Entre jadeos me miran.

—¿Qué haces ahí?

La pregunta de Camyl resuena en mi cabeza, pero no logro responder nada, estoy parada justo viendo como el maní de Taylor entra en el cacahuate de Camyl.

— ¡Largo! — completó Taylor entre dientes.

No puedo saber porque sigo de pies, no puedo saber porque estoy admirando todo el panorama en mi cuarto, en mi cama, y en mis sábanas.

— Jules si no sales ahora te mataré — Camyl me mira entre ojos y hago caso.

Tapo mi boca cuando logro reaccionar a lo que acabo de ver, por dios ellos sabían que necesitamos salir.

Y solo podía pensar, en como carajos Taylor había entrado a mi casa sin yo haberme enterado.

Claro cuando llevé a mis padres a su cita matutina... y yo preocupándome por pasar por él, maldito.

Escuchó algunos gemidos a través de mi puerta.

Y sigo sin creer que estén tendiendo sexo en mi cama y lo que menos puedo creer es que aún sigue haciéndolo sin importar que los haya visto.

Toco despacio — Les doy cinco minutos para terminar.

—Tendrás que esperar más de cinco minutos — dice Taylor al otro lado de la puerta.

Ruedo los ojos y suspiro frustrada, decido entrar, pero me detiene la voz de Camyl.

— Ahh... no ya terminamos.

Y mi risa salió.

— Vaya Taylor, tu maní no demoró ni los dos minutos.

Pegó mi oído más a la puerta y escucho una mini discusión entre ellos.

—Ya bajen o van a estar más de cinco minutos

Mi sarcasmo no le dio hizo mucha gracia a Taylor.

— Jules te mataré y créeme que lo gozare.

— Esperó que sean más de cinco minutos — reí fuertemente.

—¡Largo! — grito Taylor desesperado

Ruedo los ojos — Los esperó en el auto, no me hagan esperar más de cinco minutos — digo aún con más sarcasmo.

****
Los tres nos encontramos en el auto de Taylor y la vergüenza no se los podía ver, eran tan descarados con lo que había sucedido.

— Dime... ¿por qué un karaoke? — preguntó Taylor desanimado.

Solo pienso cuando Ian me lo propuso hace apenas unas noches anteriores...



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En el texto hay: humor, recuentro de amor, risa y comedia

Editado: 28.09.2020

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