Espera, ¡este es el Final! [libro #2]

Punto final.

Capítulo 34

Jules

— Duele.

Doy prensión en la herida con el algodón, si le duele me importa tres cominos. Espero y le duela mucho más de lo que yo estoy sintiendo en estos momentos.

— Duele Jules — Su mano me quita el algodón y lo hace el mismo.

El cuerpo de Ian se encontraba sentando en el baño con el botiquín al lado de él, su cuerpo se encontraba medio desnudo. La ropa prácticamente paso de una azul a un rojo sangre.

Lo miró con los brazos cruzados, su rostro está demasiado maltratado al igual que su torso.

— Podemos ir un hospital — mencionó después de un silenció.

—No pasaras tu cumpleaños en un hospital.

Y que es esto entonces.

— Pues mi cumpleaños acabo cuando te vi con Darewn. —solté.

La tensión de su cuerpo se podía ver a metros.

— Te dije que fue un error. — volteó a mi dirección.

— Consumir más de dos veces no es un error. — lo confrontó.

Ya estaba harta de este juego de ambos, sé que me ha mentido... lo ha hecho más de dos veces y me atrevo a decir que la consume diariamente.

Había llorado mucho y no tenía ni la fuerzas ni las ganas para hacerlo. Esto se acaba hoy.

— Jules — tomo mis hombros desnudos — no tengo un problema.

Resoplo ante su respuesta — La primera fase: Negación.

Su mandíbula se tensó — Si tuviera un problema estaría internado, sabes cómo es Verónica.

—las pastillas — dije.

—No eran lo crees — se aproximo a mi rostro.

—Y que eran acetaminofén — dije con sarcasmo.

Su silencio se prolonga —No puedo decirte. — soltó dándome la espalda.

Quiero créerle de verdad, pero no sé algo me dice que no.

— Tu ropa estará lista en 30 minutos — mencionó antes de salir dejándolo solo en el baño.

— Me dejaras — soltó atrás de mí.

— Necesito pensar Ian.

No espero respuesta de él y bajo encontrándome con el verdadero problema.

Mamá recoge algunos vidrios rotos con Fred, solo puedo agradecer que Gabriel y la abuela hayan subido antes de ver todo.

Aún no he asimilado que Ashton haya golpeado así a Ian, no había asimilado sus palabras cuando bailamos, nuestro casi beso a la vista de todos.

Su compartiendo tenía ese efecto en mí, olvidarme de todo el mundo y que solo éramos dos personas enamoradas que se están conociendo y quieren darlo todo.

— ¿Puedo ayudar en algo? — digo llegando hasta mamá que sostiene una bolsa negra llenándola de vasos y platos de plástico.

La mirada de molestia la tienen en sus ojos, ya sus tacones no están, su cabello lo mantiene recogido en un moño alto y su vestido medio arrugado. Me da la bolsa sin decir nada y empiezo a llenarla con todo lo que encuentro.

— Vaya fiesta — menciona Fred cuando se va mamá a la cocina.

Lo miro que mantiene esa energía de felicidad siempre y eso me da paz, su camiseta la mantiene entre abierta con las mangas hasta los codos y su cabello está un poco desagradable.

— Lastima que no vi la pelea... me hubiera gustado ver a Ashton en acción — me pica el ojo y me muevo hacia a él cuando me deja con la palabra en la boca.

— Por cierto... ¿dónde estabas cuando empezó?

— Buscando hielo — dijo sin mírame.

— ¿Qué raro? — paseo por su lado.

— ¿Raro que haya ido a buscar hielo? — se burló

— No — Negué — raro que hayas llegado tan rápido.

— Soy rápido.

Si claro cómo no, más rápida soy yo con una tortuga encima.

— Papa —dije sabiendo lo que esa palabra provoca en él — porque no lo separaste... mira como esta Ian.

Fred no puedo ocultar más su mentira con una cargada, sabía que no le caía bien Ian, pero tampoco era para que dejara a Ashton partirle la cara.

— Cariño... No eres feliz.

—Lo soy — respondí entre dientes.

—Shu... calla — me silencia — desde que saliste a la dichosa fiesta esa que no me creo que hayan sido de solo mujeres — volteó los ojos, Fred me conoce mejor que mamá —supe que no estabas bien... de un momento a otro llegaste con este tal Ian, que solo te ha hecho llorar desde que salen.

— No es cierto.

— Shu... — me silencia otra vez con una palmada despacio en mi espalda — lo es Jules, crees que no me doy cuenta cuando lloras hasta quedarte dormida.

Fueron los días que supe que Ian se drogaban y solo recordaba a papá.

— Ian no te hace feliz. — dice firmé.

— Lo hace Fred — dije su nombre para hacerle entender que estaba molesta — no tenías que dejar que Ashton lo golpeara así.

Su rostro se tornó rojo de la ira, su agarre se hizo fuerte en mis hombros.

— Lo sé Jules, sé lo de Ian.

Esta vez no puede mirarlo.

—¿Que sabes de Ian? — pregunté esperando que no fuera lo que imaginó.

Su mano alzo mi mentó para mirarlo y con ojos llorosos dijo — Lo vi Jules, no intentes tapar el sol con una mano.

Lloré en sus brazos sin importar nada.

— Calma cariño — tocó mi espalda — No puedo verte otra vez con esa mierda.

— Fred... yo — sollozo, pero él me detiene.

— No soy tu padre Jules, pero déjame ser uno.

Me detengo a mirarlo cada rostro estaba empañado de lágrimas.

— No puedo permitir que pases otra vez por eso — dice firme — pero tampoco puedo decidir por ti.

Negué en sus brazos, mi vida solo se basaba en dramas y más dramas.

— Si quieres estar con él lo entender, pero recuerda que él no es tu padre no intentes ayudarlo por esa razón — me presionó en su pecho — si quieres estar con Ashton lo entenderé — tomó una pausa — si decides irte sola... lo entenderé y te apoyaré en todo.

Mojaba su pecho con mis lágrimas, Fred era de esos hombres que no necesitan una etiqueta en tu vida, porque ya vienen con una. Él era mi Padre.

— Quiero ser tu hija — sollozo en su pecho.

— Ya lo eres mi pequeña. — beso mi nuca.



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En el texto hay: humor, recuentro de amor, risa y comedia

Editado: 28.09.2020

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