Espera, ¡esto es Guerra!

Este era el comienzo. 

Capítulo 1

Capítulo 1

Permanecí en mi cama, con los ojos medio abiertos, no quería levantarme, hasta que empezó el molesto ruido en la casa de los vecinos. Irritada, lanzo la almohada a un lado y me siento, murmurando profanidades.

Miro el reloj que ya marcaba las 6:00 a.m.

¡Me hicieron despertar un lunes por la mañana a las 6 a.m.!

¿De dónde diablos viene ese sonido?

<< ¡El tarado de Ashton! >>

Tres años. Tres malditos años soportando los imaginables ruidos procedente de aquella casa. Desde que a su padre se le ocurrió la gran idea de que Atlanta era la mejor ciudad para vivir.

Su arrogancia y su ego era algo que no me disgustaba, pero que ganas de quitarme lo que era mío y eso era algo que no me gustaba.

Me pongo de pie y camino hacia la ventana de mi cuarto que da vista hacia la de él, mi cabello alborotado y mi cara de malhumorada se enfocaron en él y en su instrumento que toca a gran velocidad.

─ ¡ASHTON!

Grito desde mi habitación, pero el ruido procedente de su instrumento no lo deja escuchar. Los palillos caen cada vez más rápidos en la batería, provocando un ruido aún más ruidoso.

Me doy por vencida, jamás va escucharme ni a determinarme, pero… que tal que con otra cosa si me pueda ver.

Observo hacia adentro de mi habitación, paso mi mirada hacia la lámpara de noche, después hacia los cajones y por último hacia los zapatos.

Mi sonrisa retorcida se formo en mi rostro, y mi cara se ilumino con una loca idea que se posición en mi linda cabecita. Busco entre mis zapatos el que pueda tener la suela más dura.

─ Lo encontré ─ dije para mí, vuelvo hacia la ventana, y el maldito todavía sigue.

Tomó aire y espero tener buena puntería, dirijo el zapato hacia atrás tomando impulso y lo lanzo con fuerza hacia él, el zapato entro en su habitación, pero ni lo toco, al menos hice un gran esfuerzo. Su atención llego a mí y su cara de confundido miro la mía de frustración.

Se levantó de su asiento y se dirigió hacia la ventana con sus brazos cruzados mirándome cuidadosamente.

Porque la maldad es tan bella, porque dios le da la belleza a gente tan despreciable y ese engendro del mismo Lucifer lo era. Lo odiaba, carajos lo odiaba mucho, su cabello castaño rebelde que caía hasta su frente y sus ojos verdes eran dos bellas esmeraldas. Y por dios su cuerpo…. Su cuerpo…

Adiós pensamientos impuros y hola realidad.

─ ¿Puedes parar de tocar Ashton? ─ volví a gritar ─ ¡son las 6 de la mañana y aún faltan dos horas para la escuela! ¡Necesito dormir más!

Ashton no dijo nada solo alzo la comisura de sus labios en una media sonrisa y cerró la ventana sin dejar de mirarme con la sonrisa en su cara, volvió a su lugar y empezó a tocar de nuevo aún más fuerte y ahora con los parlantes encendidos, mis ojos se abrieron y mi ira subió.

─ De verdad cerraste la ventana ─ Quede casi sin voz al gritarle esta vez.

─ ¡Mierda no puede oírme!

─ ¡¿Porque estoy gritando?!

─ ¡Porque sigo gritando!

─ Ahh. ─ grito de impaciencia al ver lo que me estaba haciendo.

Ahora si me va a oír el condenado, salgo disparada hasta su casa que en un dos por tres estoy tocando su puerta, mis pies tocan el piso con impaciencia cuando veo que no la abren.

Suelto un suspiro y vuelvo a tocar, la puerta la abren con lentitud y sale el retrasado de Ashton que no le doy tiempo de hablar y me pongo cerca de su estúpida cara enojada.

─ No sé si tienes múltiples personalidades, o eres un imbécil en múltiples sentidos.

Ashton me mira de arriba a abajo y le sigo la mirada a él.

─ Mierda ─ pensé.

No me había fijado de cómo había salido de la casa, mi pijama consistía en una camiseta vieja larga que me llegaba hasta el muslo y una panti vieja dándole visibilidad a mis piernas, pensándolo bien ya el frío me estaba penetrando y la pena se estaba apoderando de mí, me alejo de Ashton quedando lo más lejos de él.

─ Está bien le bajare ─ dice a la defensiva.

─ Gracias.

─ Ok vete ─ habla Ashton mostrándome el camino a casa.

Volteo los ojos a su comentario y salgo disparada hacia mi casa bajando mi camisa lo más abajo posible para que no me vea. Volteo a medio camino y veo que me está mirando el trasero casi desnudo. Lo miró con desprecio.

─ ¿Qué? ─ dijo suavemente.

Abro los ojos a lo que él los voltea y entra a su casa dejándome de ver. Vuelvo hacia mi casa y me meto enseguida cierro la puerta detrás de mí vuelvo a respirar, no puedo creer que haya salido así de casa.

─ ¿Qué haces Jules? ─ dijo mi madre saliendo de la sala ─ ¿estabas afuera?

─ Haaaa... Si

─ ¿Vestida así?

─ Solo fui a la casa de al lado para que bajaran el volumen ─ respondo caminado hacia arriba y esquivando las demás preguntas de mi madre.

Respiro hondo y vuelvo a acostarme.

***

— ¿Estás escuchándome? — Camyl, mi mejor amiga, preguntó mientras caminábamos a la escuela.

─ ¿Ahhh? ─ mis cejas se alzaron confusas, todo el día pensando en el incidente con Ashton, jamás había estado tanto tiempo hablando con él. Desde el incidente con mi prima Noora.

Y no quería que Camyl supiera de mi incidente con él, no ella no debe de saber eso. No soportaría los comentarios.

“Pídele el número de Taylor”

“Por dios es tu vecino candente, como que no lo has visto desnudo”

“Deja de discutir con Ashton”

“Necesitas dejar de pensar en el pasado”

“Él no te quito nada, él solo se fue con él”

—Nunca me escuchas, Jules— se quejó.

La voz de Camyl en mi cabeza la quito rápidamente cuando la alarma de incendios sonó por toda la escuela, interrumpiendo todas las clases, salimos de los salones y nos empezaron a evacuar.




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