Espera, ¡esto es Guerra!

Acosadora... o Acosadores

Capítulo 12 

Aaron Jones, único ser de su especie. Divino, dominante, misterioso, guapo y sobre todo guapo, mirarlo era como ver a un cactus te mueres por tocarlo, pero al hacerlo sabrás que te va a pinchar, pero aun así deseas hacerlo. Yo deseo hacerlo, deseo tocar ese hermoso y dominante cactus, aunque doliera, pero las heridas sanan así que debía hacerlo. Debía arriesgarme a tocarlo.

─ Como te digo. ¿Raquel? ─ la voz de Camyl hace que voltee hacia ella, de verdad estaba ahí.

─ Ahh ─ la miro confundida.

─ Llevas una hora viéndolo Jules. ─ responde abriendo una cajita de jugo. ─ Eres una acosadora. ─

─ No lo soy ─ Desvío la mirada y me enfocó en ella.

─ Solo míralo - dije enseñándolo ─ está leyendo el libro que le dije - hablo con una sonrisa en la cara. ─

Ambas lo miramos, su cuerpo inmóvil en el capote de su auto, sus manos en el bello libro y cada fibra de su cabello pegado a su frente. Todas las chicas sentadas ahí afuera de la cafetería podían observar al majestuoso príncipe de la maldad leyendo.

─ No puedes negar lo sexy que se ve Camyl - alzo mi ceja ─ y que además todas las chicas lo están mirando. ─

─ No lo niego - dijo sin dejar de verme ─ pero ninguna de las chicas le anda tomando fotos. ─

─ Queeeeeeeeeee...

Hago un movimiento nervioso con mi celular y lo escondo lentamente en mi bolsillo y todo a la vista de Camyl que pone su mano a mi altura pidiéndomelo.

─ Déjame verlo -

La risa nerviosa salió.

─ No ─ respondo.

─ Mira Raquel, te vi tomándole más de 50 fotos en los 20 minutos que llegue, imagínate los otros 40 minutos que no he estado. ─

Volteo los ojos, y en movimiento brusco Camyl se para.

─ Oh por Dios - grita ─ míralo a cambiando de posición se le ven sus perfectos brazos definidos.

Volteo como la niña del exorcista sin pensarlo al mismo tiempo que Camyl toma mi teléfono.

─ La decepción, la traición hermano. ─

La miró consternada y enfurecida ─ no me tenías que engañar así. ─

La risa de Camyl era siniestra

─ A ver, a ver ─ habla desbloqueando mi teléfono -

─ Camyl - habló serenamente y su vista se posiciona en mi ─ quiero aclarar algo. ─

Camyl alza su ceja.

─ ¿Qué? ─

─ No soy una acosadora - dije nerviosa ─ solo me gusta estar pendiente de lo que hace y eso no es un delito ─ Aclaró.

─ Eso lo veremos. ─ dijo picándome el ojo.

Tomo un suspiro largo mientras Camyl ve mi teléfono, su mirada seguía en él y de vez en cuando me veía con su mirada acosadora.

─ vaya - dice al a final dejando el teléfono en la mesa, pero a una distancia que no puedo alcanzarlo.

─ Entiendo todas las fotos de él leyendo y en la práctica de fútbol es normal, pero que tengas fotos desnudas de él. ¡Enserio Jules!

Camyl tenía en su rostro la maldad dibujada era tierna, pero cuando era de burla era la mejor.

─ ¿De dónde las sacaste?

─ Emmm ...

─ No, no me digas - me detiene ─ no me digas, ¿la broma?

─ Pues tengo amigas, y que además esas fotos circularon por todos los teléfonos de la escuela el día de la broma ─ hablo nerviosamente ─ y sin querer y no sé cómo rayos llegaron a mi galería, de pronto un alma bondadosa pensó wao esto le gustaría a Jules Larson se lo enviaré...Y ¡PUM!, llegaron a mi teléfono.

Los brazos de Camyl se cruzaron y la sonrisa de su cara no se hizo esperar.

─ ¿Porque las tienes?

─ Tarea - dije rápido sin pensarlo.

─ ¿Qué tarea manual? - pregunta moviendo sus dedos.

─ No vas bien visual. ─

Camyl pone en blanco sus ojos y me devuelve el teléfono.

─ Entonces sigue con tu tarea "visual". ─ dice entre comillas.

─ Solo dime que tu tarea la haces en la noche. ─

Muestro mi sonrisa más bella.

─ Obvio bobis-

─ Ahora volviendo al tema ¿porque pareces que no te hubieras bañado, ni peinado, ni cambiado de ropa?

─ Ni lo menciones - hablo furiosa y recordando todo el maldito día que pase por culpa de Ashton ─ todo esto tiene nombre y apellido. ─

─ Ashton Cranston. ─ hablamos las dos al mismo tiempo.

─ El muy idiota, me dejo sola Camyl, hoy teníamos que iniciar el servicio comunitario y el muy princeso está enfermo. ─

volteos los ojos ─ "enfermo" ─ recalcó.

─ Aún no puedo creer que se haya zafado del Señor Smith, y no puedo creer que Ashton haya dicho que tenían sexo. ─

Mi cabeza cae en la mesa derrotado.

─ Lo sé. ─

Alzó mi rostro para verla.

─ Sabes lo que haré cuando lo vea, le quitare las bolas que dice tener y después las picare y se las haré comer con sal y pimienta.

La mirada de Camyl era asquienta.

─ Vale - dice mirando a la dirección de Aaron ─ puedes hacerlo ahora. ─

Me señala a esa dirección, gire la cabeza lentamente y lo veo. Veo al maldito radiante con su sonrisa de superioridad al mismo tiempo que Allison llega por detrás y le tapa los ojos.

─ ¡Lo mataré! -

Me dispongo a pararme, me dirijo hacia ellos. Decidida, firme, diva, empoderada, las miradas de los tres llegaron a mí, me sentía firme pero mis pies no. Mi pie izquierdo se torció por arte de magia y caí al suelo.

─ Mierda. ─

Las risas de todos estallaron y hasta acá pude sentir la de Camyl.

Me paro de inmediato, me sacudo un poco y sigo hasta ellos, pero no empoderada ahora era humillada. Llego a donde ellos, Aaron me mira con burla al igual que los otros dos zoquete.

─ Ay... cariño ¿estás bien? - la voz chillona de Allison era detestable ─ creo que se te cayo tu dignidad. ─

Me dirigí hacia ella.

─ Ay... no me digas, sí lo sé. Hay también estaba la tuya te manda saludos. ─

─ Me voy - dijo - despidiéndose de Ashton ─ nos vemos en la noche cariño - lo besa apasionadamente con la mirada en mi ─ adiós - dice largándose. ─




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