Espera, ¡esto es Guerra!

¿Porque no me dijiste antes? Parte I

Capitulo 25

Necesitaba a Aaron. Quería verlo, quería tocarlo, quería sentirlo, pero necesitaba alguien. Necesitaba hablar con alguien primero, o no podré estar con nadie.

Así que tomó mi celular y le envió un mensaje.

─ Nos vemos otro día ─ Enviar.

El teléfono suena y veo el mensaje de Aaron.

Espere 3 años, puedo esperar algunos días.

Sonrió al ver su mensaje, no me dispongo a responder solo guardo el teléfono y bajo encontrarme con mamá.

─ Saldré un momento - dije disparada hacia la salida.

─ No llegues tarde- grita mi madre al mismo tiempo que cierro la puerta.

Tome un suspiro, estaba nerviosa necesitaba decirle algo y era ahora o nunca, caminó rápidamente hasta llegar a su casa, mis manos dudaron por un momento y tocaron con nervios.

Tranquila Jules entras habla y sales.

La puerta se abre lentamente la sonrisa de Rebeca se forma al verme. La casa de Camyl quedaba a una cuadra de la mía, vivíamos tan cerca, pero tan lejos al mismo tiempo, necesitaba hablar con ella necesitaba a mi mejor amiga antes que cualquier chico.

─ Hola Jules - saluda haciéndome pasar, la mamá de Camyl era igual a ella su cabello castaño oscuro, sus ojos cafés claro y la altura, le devuelvo la sonrisa y veo a su padre que pasa al lado de nosotras.

─ Que bueno verte - dice besando a su esposa -

─ Hola señor Thompson - el papá de Camyl era como un mejor amigo de todos los tiempos, su sentido del humor era grande como su corazón a veces la enviada. Tener un padre así era asombroso.

─ ¿Camyl está?

─ Si claro sube - Rebecca me señala la escalera y subí sin pensarlo.

 Tocó sin duda su puerta.

─ Adelante - grita Camyl atrás de la puerta, la abra y entro lentamente a su habitación.

La mirada de Camyl se levanta de su libro y me mira con cuidado.

─ Hola.

─ Hola - responde sin ánimo.

Camino hasta ella sentándome en su cama, tomó aire y no sé cómo rayos empezare.

— Yo lo siento ─ hablamos al mismo tiempo, nos miramos y la risa nerviosa de las dos salió a flote.

─ Necesito a mi mejor amiga - dije agarrándole la mano, me devuelve una sonrisa.

─ Yo también - respondió parándose ─ Pero no creo que sea buena idea.

Mi cara se confundió y me paro al igual que ella quedando enfrente.

─ Explícate.

─ Allison tiene razón.

Abro los ojos al mismo tiempo que ella produjo Allison de su boca, mi boca se contrae de asombro.

─ ¿Estas loca? - dije con ira.

─ Nunca quisiste que cambiará - dice mirándome.

─ Perdón, por querer a mi amiga tal y como es -

La voz de cada una se empezó alzar, Camyl estaba confundida, primero odia Allison y ahora son mejores amigas.

─ Siempre quisiste que tu fueras la amiga bonita y yo la fea - habla molesta

Mi cara estaba hecha una furia cómo podía decir eso, me acercó más ella.

─ Lo intente — grito ─ De verdad lo intente carajos, pero tu - hablo señalándola ─ Nunca quisiste, así que no me culpes.

Camyl echaba humos por los oídos, respira agitada.

─ Tu no necesita nada de eso para conquistar a Taylor, - habló despacio ─ eso ya lo hiciste. Como tú eres — recalco ─ no como otra persona diferente.

─ Viste a todas esas chicas que lo rodean, Taylor es el chico popular de la escuela, es guapo, atlético, puede estar conmigo ahora, pero y después.

Camyl suspira y sigue hablando.

─ Necesitaba este cambio.

─ Estas cambiando por un hombre - dije incrédula ─ ¿es enserio Camyl?

— Pensé que lo habías hecho por ti. Ten amor propio.

Camyl ríe sarcásticamente.

─ Amor propio - recalca ─ acaso tú lo tienes.

─ Oh claro que lo tengo.

— Me hablas de amor propio y te vas de perra faldera buscando un amor que nunca tendrás — responde llegando a mí, nuestras caras están cerca una de la otra que sentíamos nuestros alientos, ambas estábamos furiosa.

─ Eres una maldita perra egoísta.

─ Wao - responde cínicamente ─ primera cosa que tenemos en común.

Volteo los ojos.

─ Allison te enseño bien, esta última semana - dije yendo hacia la salida ─ te convertiste en una perra vanidosa.

─ Sabes… nunca cambiare a Camyl, prefiero a esa chica dulce, tierna, divertida por su manera de vestir, tonta de una manera buena. Nunca intente cambiarte por que esa era tu esencia ─ habló mirándola.

Camyl niega con la cabeza.

─ Jules, ese fue el problema - responde Camyl sentándose nuevamente y con la vista hacia mí ─ yo nunca quise a esa Camyl.

─ Yo sí... - tomó una pausa ─ y creo que a Taylor también.

─ Creo que deberías irte - dice finalmente

─ Ok – dije calmada acercándome más a ella ─ sabes que eres la peor mentirosa que he visto ─ alzó un poco la voz ─ Te pareces a Spencer de pretty little liars. Tú sabes cuánto odio a esa perra embustera.

Camyl me mira en silencio.

─ Tu eres la perra de Spencer - habló señalando ─ Cambiarme por un hombre bueno lo entiendo por Taylor, pero por Allison. Eres una maldita. Eso eres.

─ No estoy diciendo que seré amiga de Allison, Jules.

─ No mientas Camyl, siempre queriendo estar con Allison desde pequeña - levantó la voz y ella se mantiene en silencio ─ Eres igual que ella y sabes que, se merecen una al otra así compartes los novios maldita Spencer.

─ Lárgate de mi casa Jules.

Me doy vuelta y abro la vuelta saliendo de ella me detengo, miro a Camyl un momento.

─ Siempre queriendo ser alguien más que no eres. - hablo cínicamente ─ felicidades Camyl - aplaudo sin ánimo ─ Eres la perra de Allison.

─ Esta amistad acabó - dijo finalmente.

─ No puedo estar más de acuerdo - responde al mismo tiempo que cierro de un portazo su puerta, había aguantado las ganas de llorar enfrente de ella, pero no creo aguantar más, las lágrimas brotan sin cesar, que baje rápidamente.




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