Capítulo 6
Era 26 de diciembre salí de la casa de mis abuelos después del almuerzo subí al tranvía que pasa a lado de la casa de mis abuelos, podía llamar un taxi pero quería llegar más rápido al centro de la ciudad de Filadelfia, no les dije personalmente a mis abuelos que saldría, solo deje una nota estaban tan cansados por la noche anterior que se quedaron dormidos después de comer, todo había sido una locura con ambos, no sabía que ellos fueran tan extrovertidos, había pasado mucho tiempo desde que no me había divertido tanto como esa noche.
La noche anterior había sido increíble no había pensado en nada más que estar en el presente y disfrutar con ambos. Por un día pude olvidarme de todo...
Al llegar al centro de la ciudad camine de un lado a otro disfrutando de las hermosas banquetas, no conocía la ciudad así que sin darme cuenta pase un largo tiempo dando vueltas en el mismo lugar. Camine hacia el museo de arte y me quede por un tiempo sentada en las escaleras mirando en dirección a la ciudad y viendo como las personas se acercaban a tomarse fotografías junto a la estatua de Rocky Balboa, recuerdo que cando era niña los domingos eran noche de peliculas en casa y la mayor parte de esas noches veiamos las peliculas de Rocky. Mis abuelos dijeron que vendríamos un día de esta semana, pero no estaría mal adelantarse y disfrutar de esto sola al menos por hoy, la ultima vez no habiamos alcanzado a venir ya que habia oscurecido y mi abuelo queria volver a casa.
Cuando vi la hora me di cuenta de que había pasado casi 3 horas caminando por la ciudad eran las 5 y el frio se volvía cada vez más insoportable, ni siquiera me abrigue bien, tampoco pensé en buscarme ropa más adecuado para estos días de festividades de fin de año y debía regresar antes de que oscureciera por completo. Saque mis audifonos y puse mis canciones favoritas mientras iba de regreso hacia la estación percibí como mis manos comenzaban a congelarse y como mi nariz se tornaba roja me acerqué a unas tiendas cerca del edificio del ayuntamiento de Filadelfia, había tiendas montadas cerca de las banquetas me dirigí hacia la tienda con mándalas y atrapasueños para comprarme una, siempre habia soñado con comprarme una mandala para colocarla en la ventana de mi habitacion o en algun lugar de jardin que captara su hermosura y si fuese posible que pudiese estar a la vista de otras personas para que los llenara de buenas vibras, era lo primero que queria hacer si algun dia me mudaba a un nuevo lugar.
De repente todo el ambiente cambio...
- ¿Qué es esto? Este sentimiento en mi pecho…
- En ese momento sentí algo inusual, algo como una alteración en el ambiente que me rodeaba, una energía externa que provenía de otro lugar.
- Levante mi mirada y vi unos hermosos ojos verdes con la mirada centrada en mí, poseía una mirada profunda como si tratara de encontrar algo o a alguien dentro de mí. Observe como llevo su mano derecha hacia sus labios tratando de esconder su sonrisa, ¿acaso se estaba burlando de mí? – pensé en ese momento.
Allí estaba el con su nariz roja por lo frio de esa tarde, tenia audifonos en sus oídos, un chico alto, ojos verdes y de tez clara, vestía una sudadera blanca, su gorro cubría su cabello rubio, estaba parado al final de la acera del otro extremo, me pregunte si el frio no traspasaba esa fina tela de su sudadera, ¿Quien demonios sale asi en pleno invierno? - refute. - Segundos despues vi mi situacion casi similar a la de el. probablemente salio sin pensarlo dos veces como yo, el viento soplaba frio y yo estaba temblando a causa de ello, era la primera vez que lo veía, pero algo dentro de mi sentía como si ya lo conociera, quería conocerlo saber su nombre, sus pasatiempos, que canción estaba escuchando en ese momento, anhelaba saber algo de él. Todo ese tipo de preguntas pasaban en mi cabeza algo que me asusto mucho, porque no era propio de mi.
No se por cuanto tiempo estuve observándolo ni cuánto tiempo me observo a mí… - Pero su mirada era cálida.
Sentí como si todos hubiesen desaparecido en ese momento y con ellos todo el caos del espíritu navideño, el ruido y las voces de todas las personas que hablaban por todas partes se desvaneció con ellos, hasta que la chica me toco la palma de la mano pidiéndome el dinero del atrapasueños que había tomado, para entonces el cielo comenzaba a oscurecer con mas rapidez.
- Le entregue el dinero, tomé el atrapasueños y me dirigí a la estación de trenes y tranvías en ese momento estaba comenzando el espectáculo de luces led que mostraban en las paredes de la catedral, tambien había personas patinando en la pista de hielo que estaba a lado de la catedral. El panorama en ese momento era magico, no habia notado que los arboles que estaban en las aceras estaban adornados con luces navideñas color naranja, todo era hermoso.
Baje las escaleras hacia el subterráneo casi corriendo, no mire hacia atrás en ningún momento, puse mis auriculares y sin darme cuenta subi en el primer tranvia que se detuvo en la estacion estaba dentro de un tranvía que al parecer no recorría mi lugar de destino…
- ¡Oh, Dios! ¡Debo estar loca!
- ¿Por qué corrí? o la mejor pregunta seria ¿Que paso alla arriba conmigo? - comencé a preguntarme.
- ¿por qué me subí a este tranvía sin ver el numero antes? Debía asegurarme que tuviese el numero 5, 2, o 8 Cualquiera de ellos me hubiera llevado a casa…
- ¡Muy bien!
¡Grandísima idiota! - ¿Ahora que vas a hacer?-
- No tienes teléfono, no conoces la ciudad y no sabes cómo volver.
- ¿En qué estación bajaras?
Después de plantearme las peores situaciones en la cabeza decidí bajar en la próxima estación, buscaría un teléfono publico si es que existía uno, llamaría a la abuela, y pediría que me buscaran en algún lugar específico, al final de todo fue una buena idea anotar el numero de mi abuela en la parte trasera de mi reproductor Rybozen.