La tomé entre mis brazos y caminé hasta llegar a la plaza, habían colocado algunos puestos en donde atendían a los heridos leves. Recorrí con mi mirada a los médicos que andaban de un lugar a otro, algunos los reconocía, pero ninguno era de mi confianza total. Si no recordaba mal el hospital de este sector estaba lejos y el del sector C también.
-¿Necesita un hospital?
Me di vuelta para ver quien estaba hablando y me encontré que era Dilan un hombre lobo médico bastante viejo de edad, aunque su apariencia no demostraba esa vejez.
-Lo apruebo-habló lev-, creo que es uno de los mejores doctores, es necesario que mi pareja sea atendida de la mejor manera.
Suspiré. Estaba de acuerdo con él, solo esperaba que el asunto de que había encontrado a mi mate no se esparciera todavía, no contábamos con una seguridad total para poder protegerla, es un momento vulnerable y mas en este sector que en estos momentos es un punto un poco débil.
-Dilan-hablé-, ¿en dónde puedes atenderla?
El me guía a una pequeña carpa blanca que se encontraba alejada de las demás, lo cual era genial, pero a la vez peligroso.
-Es inteligente-lev interrumpió en mis pensamientos-, obtiene puntos por eso, sabe que es alguien importante.
-¿Por qué dices eso?
-No sé si lo dices apropósito Lukyan-gruñó-, él intuye que es nuestra luna-habla orgulloso.
Lo ignoré, en estos momentos Lev estaba demasiado emocionado e inquieto.
-Ven acuéstala aquí -me indicó una camilla-, ¿Qué fue lo que pasó?
-Es una larga historia, pero necesito saber si fue herida gravemente por un vampiro, ya que podría haber sido atacada.
Lev gruñó de nuevo.
Dilan empezó a mirar sus heridas, después las desinfectó y coció una herida que se encontraba en la pierna derecha por supuesto que él anestesió la zona antes de empezar el procedimiento, ella no se despertó en ningún momento. Empezaba a preocuparme -. ¿Quieres contarme algo?
-Ella es mi mate, mi alma gemela y toda esa cursilería - él me miró con asombro, era poco común que un hombre lobo encontrara a su alma gemela.
-No seas tan cortante con tus sentimientos.
-Felicidades, ¿Cómo se llama? - Dilan indagó, mientras seguía limpiado algunos rasguños.
-Lukyan no lo sabemos, que malos compañeros somos.
-Todavía no lo sé, cuando la encontré estaba desmayada.
-Mentiroso, nosotros fuimos sus héroes.
-Entiendo-habló mi amigo-, despertará dentro de algunas horas, te traeré pastillas y algunos medicamentos que debe tomar, para los dolores de cabeza que estoy seguro de que le va a agarrar y te daré algunos ungüentos.
Al retirarse cerró una pequeña cortina amarilla que separaba los espacios para darnos privacidad, aproveché ese momento para detallarla mejor, su cabello era castaño y corto más o menos a la altura de sus hombros. No era muy alta, podía pasar horas detallándola, pero debía estar alerta en todo momento no debía dejar que nada malo le pasase.
Me acerqué un poco a ella invadiendo su espacio personal-, desde ahora princesa nada te sucederá- me tomé el atrevimiento de dejar un beso en su frente-, lo prometo.
Unos minutos después sentí la presencia de Yakov, abrí la cortina y lo observé.
-La situación ya está controlada Alfa, mandé un grupo de lobos para que averiguaran como es que esto sucedió, cuando tenga la información le comunicaré-miró a la camilla-, ella es nuestra luna ¿verdad?
Por instinto sonreí-. Sí, ella es.
-Tengo un auto afuera, te llevaré a tu casa.
-De acuerdo.
...
Nos encontrábamos en el auto que había conseguido Yakov, él conducía y yo iba en la parte de atrás con mi bella Luna que apoyaba su cabeza en mis piernas, aproveché para tocar su cabello y jugar con algunos mechones de cabello.
-¿Qué se siente? - Yakov interrumpió el silencio, estaba un poco curioso.
-Felicidad y unas enormes ganas de protegerla-le contesté un poco emocionado.
A llegar a mi casa, coloqué a mi luna en mi cama para que pudiera descansar cómodamente, esperaba que eso no fuera un problema para ella.
Abrí los ojos e intenté acostumbrarme a la luz de la habitación, pequeños fragmentos empezaron a surgir en mi cabeza, cuando estaba por llegar a casa sonó la alarma que indicaba que estábamos en potencial peligro. Y lo estábamos especialmente cuando me di cuenta de que no llegaría a casa, los vampiros aparecieron de repente y estaba un poco asustada porque no sabia como defenderme sin salir herida, la muerte no era una buena opción. Cuando un hombre apareció de repente y me ayudo a defenderme me sentí aliviada, pero estaba tensa al principio al no saber quien era y cuando descubrí que era el Alfa en persona quien me había salvado, todo se puso mas extraño.
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Editado: 01.01.2021