Capítulo 9

—¿Me hablas a mí? —me señalé. Intentando cambiar el rumbo de la conversación. Esperaba que mi intento de escape no me trajera problemas.

—Exactamente.

—Bueno aquí todos son un poco raros después de todo uno termina imaginando cosas—no estaba funcionado, él seguía presionando sobre el tema y cada vez se acercaba más.

—Claro—apuntó el castillo—, ahora es hora de que vuelvas a tu habitación, tu intento de escape debe haberte dejado exhausta.

—Yo necesito salir de allí —miré el inmenso castillo de color negro, debía intentar de alguna manera escapar y ganar su confianza, ese sería el primer paso—, si tanto te importo déjame salir.

—No puedo confiar en ti todavía—se acomodó la corbata, siempre vestía con trajes—, siempre estas intentando escapar u ocasionado algún problema.

—Eso creo que es porque ¡estoy prisionera! — enfaticé mis últimas palabras.

—No eres mi prisionera, eres mi compañera— su mirada tenía un tinte de desconcierto.

—SI soy tu prisionera y no puedes negar eso—aclaré. Mi mirada se tornó fría —¿seguimos en Rusia? —pregunté. Necesitaba poco a poco recolectar información.

—Si.

—Bien —respondí con indiferencia.

—Por favor no te vuelvas indiferente conmigo— habló—. Está bien tu ganas, me enteré que te gusta la jardinería algunos humanos que viven con nosotros tiene un pequeño huerto cerrado puedes ayudarlos, pero si me entero...

—Tendré problemas, entiendo a lo que me enfrento—suspiré—. ¿Qué criaturas viven aquí?

—Diez humanos y dos brujos el resto son vampiros.

—¿Beben sangre? —esperaba que dijera que no. Era algo con lo que no podía lidiar en estos momentos.

—Tenemos un sustituto que es una mezcla de sangre animal con una sustancia química que se parece a la sangre, creada por nosotros. No queremos molestar a las demás especies con nuestros temas.

—Comprendido—no necesitaba preocuparme respecto a ese tema, la información sobre los vampiros era demasiado escasa, ellos la mayor parte del tiempo viven aislados de los demás.

—Mi turno de preguntar—Hizo una pausa antes de hablar—, ¿quieres almorzar?

—Muero de hambre —me sobe la panza. Mi plan acababa de empezar cuando acepté la invitación a almorzar, esperaba que todo saliera bastante normal.

—Bien, mandaré a que preparen todo en la terraza principal—señaló el castillo—, no hace demasiado frio el día de hoy.

—¿Tu comes comida?

—No es necesaria para los vampiros, pero comemos por placer. También el hecho de que n hayas denegado mi oferta de paz me tiene de buen humor.

—Interesante. Acepto la oferta porque quiero mantener la poca paz que os rodea.

...

—¡Hola! —me encontraba en el huerto el cual debía admitir que es hermoso, pero no era tan grande como el que habíamos construido con Lukyan—, me llamo Ruth seré tu guía y compañera en las tareas además de ser como una pequeña vigilante.

—Soy Ady.

—Todo el mundo habla de ti—me entregó unos guantes verdes y un canasto —, serás la compañera de Zeht, un vampiro con demasiado poder.

Eso me sorprendió bastante y más cuando me enteré de que Zeht era uno de los vampiros más importantes del mundo, pero era demasiado discreto al respecto. Jamás había escuchado de él y me pilló bastante desprevenida ese titulo "importante vampiro".

—En sus sueños seré la compañera, el puede elegir a alguien más. Yo tengo a alguien que espera y me busca en estos momentos.

—Veo que se la pondrás difícil a la situación de conquistarte.

—¿Qué hay que hacer? —observé el lugar, necesitaba alguna salida para escapar.

—Hoy tenemos la recolección de ciertas verduras luego pasaremos al inventario y al final la lavaremos y repartiremos por diferentes sitios de este pequeño clan.

—Entendido.

Pasaron varios minutos hasta que Ruth hablo, éramos las únicas que estábamos allí—, así que eres humana.

—Si—miré el lugar las entradas y salidas estaban cubiertas por guardias —, ¿tú?

—Mitad bruja—señaló sus ojos que se transformaron brevemente en lilas.

—Lo suponía no eres tan pálida como casi todo el mundo.

—Supongo que eso es un alago —rio—, ¿Cómo te tratan en el palacio?

—Me tratan como una muñeca de porcelana y si el dueño se entera que la lastimaste o disgustaste te va a matar. Todos me tienen miedo de alguna manera y actúan demasiado raro y es molesto.

—Típico, supongo que ya intentaste escapar.

—Fracasé horriblemente, Zeht me encontró apenas salí del castillo. No entiendo como lo logró.

—No es nada fácil créeme ya lo intenté —coloco papas en su cesto—, sus sentidos son extraordinarios y ni te cuento su velocidad, no tienes oportunidad. Me tienen como una prisionera desde hace bastantes años, debo pagar algunos errores que cometí en el pasado y trabajo en este lugar protegiendo el clan con magia para que no seamos localizados.

—Buscare la manera de escapar, no quiero estar aquí para siempre. Voy a volver a mi vida antigua cueste lo que cueste.

—Cuenta conmigo—me sonrió —, debemos seguir trabajando sino queremos levantar sospechas.

...

Narrador...

—Señor la señorita Ady ya no se encuentra con el Alfa Lukyan—le entregó algunas fotografías en donde demostraba lo que había dicho.