Espíritu Animal

VII. Danza Aleteo II

La lluvia azotaba el centro de la vacía ciudad. El ruido era muy fuerte, no lograba escucharse mucho aparte de eso; Pero podía oírse a la distancia el sonido de varias balas atravesando la lluvia e impactándose.
Todo era muy confuso. Los ojos de Marco fueron abiertos de pronto. Estaba un poco desconcertado, pero todo tuvo sentido cuando vió su reflejo en un charco en la calle. Tenía heridas en el cuerpo, su ropa estaba completamente destruida, solo eran harapos, y ni siquiera estaba en su forma Dobutsuoni
— Chicos…— Jadeó mientras intentaba levantarlos a ambos. Poco tiempo después ambos despertaron.
— ¿Qué sucedió…?—Preguntó Kevin atontado.
— Esa cosa acabó con nosotros. — Dijo Marco furioso mientras daba un puñetazo al suelo.
— Se acabó, no somos rival para eso…— Dijo Génesis.
Los chicos comenzaron a sentir el dolor de su cuerpo y se dejaron caer en la calle mientras la lluvia impactaba en sus cuerpos.La mariposa seguía avanzando por la ciudad, ignorando toda la destrucción que ya había ocasionado. La fuerza de policía intentaba frenarla con pistolas, pero era claro que no era suficiente. La gente ya había despertado, por lo que su evacuación era más rápida. El mejor amigo de Marco, Tadeo, estaba algo atontado aún.
— Esperen…— Le dijo a los paramédicos que trataban de ayudarlo. — Mi amigo… mi amigo… él estaba conmigo…
— Ya revisamos todo el lugar, no había nadie más…
— Es imposible… él estaba a mi lado, debió desmayarse también…
Pues cuando los encontramos a todos alguien los había movido fuera de las calles, tal vez a él lo movieron a otro lugar. Si vas al refugio tal vez lo veas ahí…— Tadeo no opuso mucha resistencia y subió a la ambulancia.

Alejadas de la multitud, las maestras se protegían de la lluvia mientras veían gran parte de la ciudad destruida.
— ¿Dónde están los chicos? — Preguntó Martha.
— ¿Creen que esa cosa logro derrotarlos? — Preguntó Rosy.
— No los culparía. Es decir, mira esa cosa, no sé si ni siquiera nosotras podríamos con eso. — Confesó Loyda.
— De todas formas…— Dijo Rosy — Lograron detener el somnífero, fue algo muy creativo…
— Debo reconocerlo; estos chicos tienen potencial.
Vamos a buscarlos antes de que alguien los vea…

—Entonces… ¿Hasta aquí llegamos, cierto? — Preguntó Marco aun tirado bajo la lluvia mientras veía el cielo.
— Creo que hicimos lo que pudimos. — Dijo Génesis.
— ¿En serio…? Toda la ciudad está destruida…—Comentó Kevin.— Los policías están intentando detenerlo… es increíble que aun crean que puedan detenerlo.— Los tres se quedaron en silencio.— ¿Lo saben, cierto? — Preguntó Kevin
— Si…— Dijo Marco mientras se levantaba.
No podemos permitir que lastime a las personas,tenemos que ir. — Dijo Génesis mientras se levantaba.
— Debemos ser alguna especie de suicidas. — Bromeó Kevin mientras se incorporaba. — Cualquiera con medio cerebro se iría lo más rápido posible de aquí.
— Exacto, esa es la razón por la que nosotros tenemos que hacer esto, tal vez exactamente por esto nos fueron brindadas estas habilidades; porque si nosotros no los hacemos, nadie más lo hará.
— Dijo Marco.
— Eso no es algo que alguien de nuestra edad debería estar haciendo…— Dijo Kevin.
No, pero nosotros lo hacemos, y me alegra que esto me haya pasado con ustedes. — Les dijo Marco mientras sonreía. Los dos le devolvieron la sonrisa mientras chocaban los puños. Su espíritu los rodeó y se transformaron, solo que esta vez fue diferente, el espíritu de los animales también se manifestó. Los chicos se sobresaltaron.
— ¿Pistris? — Murmuró Kevin.
— Me alegra que recuerdes mi nombre. — Dijo el gran tiburón.
— ¿Qué diablos está ocurriendo aquí? — Preguntó Marco anonado.
Llevaron sus poderes más allá, por fin lograron comunicarse con nosotros. —Dijo el león.
— Y con justa razón. — Dijo la mariposa mientras veía la destrucción en la ciudad.
— Se supone que solo sería otro estúpido desfile navideño... — Gruñó Marco.

— ¡Spark! ¡Mira! — Le apuntó Shark al lugar donde estaban los chicos con sus respectivos espíritus.
—Fascinante. — Dijo Spark. — Sea lo que sea que pase de ahora en adelante, no importa, nosotros logramos nuestro cometido.

—Permíteme presentarme ahora que por fin me manifiesto. — Dijo el gran león. — Mi nombre es Legnis, he estado esperando conocerte desde siempre.
— Mi nombre es Galas.
— Se presentó la mariposa. — Me alegra que por fin podamos manifestarnos.Esta se ve que es una batalla difícil, pero no se rindan, ahora que lograron materializarnos, podrán hacer uso de más habilidades — Dijo Legnis. — Bueno… para ser honesto, Marco, no entiendo porque tú y yo no podemos conectar para usar todo nuestro poder, pero no importa, seguimos siendo rápidos, acabaremos con esto.
— Nosotros si podemos usar nuestras habilidades sin problemas. — Dijo Pistris. — ¡Hagámoslo!
Los espíritus desaparecieron y los chicos comenzaron a correr hacia la mariposa.
— ¡Señor! — gritó uno de los policías — Nos estamos quedando sin municiones y no logramos herir a esta cosa a pesar de todas las balas que hemos gastado.
— ¿Qué diablos es ese animal…?—
Se preguntó el Capitán.
— ¡RETROCEDAN! — Gritó una voz que retumbó en la ciudad. Eran Marco y los chicos, que habían llegado. — Déjenle esto a los profesionales. — Dijo mientras le guiñaba un ojo al Capitán.
— Maldito gato…— Gruñó el Capitán.Los tres chicos se pusieron de nuevo frente a la mariposa.
— ¡Escúchame, maldita polilla! ¡Ahora si acabaremos contigo!
— Tengo una idea…—
Dijo Génesis mientras volaba sobre la mariposa.
— ¿Cómo es que puede volar si sus alas están mojadas? — Murmuró Kevin desconcertado.
— No lo sé. — Dijo Marco. — Pero la lluvia ha cesado.
Génesis comenzó a aletear sobre la mariposa y una especie de brillo comenzó a caer sobre esta.
— Este es un paralizador, hará a la mariposa más lenta de lo que ya es.
— ¡Mi turno! —
Kevin saltó y las aletas de su codo se alargaron, cubriéndose con agua.
— Increíble. — Dijo Marco.
Kevin corrió por debajo de la mariposa y destrozó sus patas, dejándola caer al suelo
— ¡Déjenmelo a mí! — Gritó Marco mientras rodeaba a la mariposa corriendo y lanzaba sus garras de fuego por todas partes. Dio un gran salto sobre ella y lanzó el ataque más fuerte que había lanzado desde que obtuvo sus poderes. Impactó a la mariposa y logró destruirla.
— ¡Sí! — Exclamaron los otros dos.
La mariposa volvió a su tamaño normal y la píldora cayó al suelo. Marco la aplastó mientras aterrizaba. La mariposa trataba de volar, pero sus alas estaban mojadas.
— Pobre. — Dijo Génesis mientras la levantaba.
— ¿Pobre? Creo que deberías dar un vistazo a la ciudad.— Gruñó Marco.
De pronto, Marco escuchó el sonido de las armas.
¡Quietos! — Gritó la policía.
— Tienen que estar bromeando…— Suspiró Marco. — ¡¿Es broma, cierto!? ¡Porque acabamos de salvarles el trasero!
De pronto, la ciudad se llenó de aplausos, sin que lo hubieran notado, el lugar se llenó con una multitud curiosa que logró ver como los chicos derrotaban a la mariposa.
Los tres voltearon a ver por todas partes, las maestras los miraban felices a lo lejos, y el grupo de Spark los miraba con disgusto.
— ¿No esperabas eso, verdad? — Se burló Shark.
Cállate, debemos ponerles un alto la próxima vez. — Dijo Spark y se fueron de ahí.
Varias personas con cámaras y micrófonos se acercaron a los chicos, al parecer no les tenían miedo, querían saber sobre ellos. La gente les preguntaba cosas como quienes eran, que querían, cosas de ese tipo. Los chicos se miraron y sonrieron.
— No queremos nada. — Dijo Marco. — Solo hacemos lo que consideramos correcto.
— ¿Quiénes son ustedes?
— Preguntó alguien entre el público.
— Somos Dobutsuonis. — Dijo Marco mientras los tres salían de la vista del público; y fue ahí cuando la gente sabía que no estaban solos, cuando por fin se enteraron que tenían a alguien que estaba ahí para cuidarlos. El centro empezó a ser desalojado, pues iba a tomar algo de tiempo arreglar ese desastre. Los chicos pensaban en lo preocupadas que debían estar sus familias, y el desorden que debía estar ocurriendo por la ciudad en esos momentos, pero no importaba, porque habían logrado salvar a todos.




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