Espíritu Animal

XIV.- El último día.

—¡No puedo creerlo! ¡Lo logré! — Exclamó Marco felíz mientras sostenía una boleta.
Pasaste con seis y siete. — Le recordó Kevin indignado.
— No me importa, ¡Pasé! — Sonrió.
— Creo que todos deberíamos ser igual de optimistas que Marco. — Dijo Loyda mientras sacaba un pastel y un refresco.— Lo lograron chicos, pasaron de año y lograron sobrevivir con sus poderes, hay que celebrarlo.
— Estoy tan orgullosa de todos ustedes, siento que han madurado tanto.— Dijo la maestra Rosy.
Nosotros sí; ¿Marco?, No creo. — Bromeó Génesis.
— Chistosa. — Gruñó Marco.
— Aún tenemos que atrapar a Spark y su grupo, pero por ahora creo que podemos tomar un respiro, y es el último día de clases, felicidades. — Dijo Martha. Los chicos sonrieron orgullosos y se dispusieron a comer el pastel. Después de un rato se despidieron de las maestras y salieron del laboratorio, listos para salir de la escuela.
— Fue un año bastante loco, ¿No? — Preguntó Kevin.
— ¿Bromeas? ¡Es el mejor año de mi vida! — Exclamó Génesis.
— Encontraste perdedores como tú, por supuesto que fue un gran año. — Dijo la voz de Hilario mientras interrumpía.
— Bueno, algo malo tenía que pasar este último día. — Bramó Marco.
— Este año tomaste un poco de valor, pero no olvides quien eres, recuerda que siempre estaré por arriba de ti.
— No olvido quien soy. — Repitió Marco.
— Así me gusta. — Dijo Hilario mientras se alejaba de ellos. Marco sonrió y sus amigos le devolvieron la sonrisa.
— Iluso. — Dijo Kevin.
— ¡Hola, chicos! — Gritó la voz de Sabrina a lo lejos.
— ¡Sabrina! — Saludaron los tres.
— Este año pasó volando. — Dijo ella.
— Y que lo digas. — Contestó Marco.
— Voy a extrañarlos a todos. — Dijo ella.
— Volveremos en dos meses, no es como si estuviéramos muriendo.
— Tú siempre con tanto tacto. — Le regañó Génesis.
— ¿Te gustaría ir a dar una vuelta? — Preguntó Sabrina.
— Me encantaría. — Dijo ella.— Me voy. Chicos, estamos en contacto. — Los abrazó y se fue con ella. — ¿Sabes? Sabrina y tú se verían bien juntos. — Dijo Kevin.
— Jamás en la vida. — Contestó Marco mientras comenzaba a caminar.
— Bueno…— Dijo Kevin mientras llegaban a la esquina. — Aquí nos separamos.
— No te pongas sentimental conmigo. — Dijo Marco.
— No lo haré, cuídate… nos vemos cuando la ciudad necesite ser salvada.
— Definitivamente.
Ambos chocaron puños y caminaron en diferentes direcciones.El grupo de Spark se encontraba en el cementerio de la ciudad. Tenían un libro en las manos.
— ¿Estás seguro de que esto funcionará? — Preguntó Leafdy. — No puedo creer que incluso yo esté nerviosa.
— Funcionara. Tiene que. Traigamos al resto a la vida.
— Dijo Spark mientras tomaba una especie de sello estampado en una hoja y lo pegaba a una tumba.Se hizo un corte en la mano con su arma, derramando sangre sobre el sello.
— ¿Y ahora qué? — Preguntó Shark.
— Llamamos su atención.


Marco se encontraba en su hogar, descansando, estaba leyendo comics.
— ¡Marco! — Gritó su abuela desde el piso de abajo.
— Ya voy. — Contestó mientras bajaba las escaleras.
— ¿Qué pasa?
— Mira lo que está ocurriendo en la ciudad.
Marco miró la televisión y vio al grupo de Spark en el cementerio, estaban destruyéndolo. Marco cerró el puño con fuerza.
— ¡Malditos…!— Susurró. — Mamá, tengo que ir con Tadeo.
— ¿Acaso no ves lo que está pasando en la ciudad?
— Eso está del otro lado, voy y vengo. — Dijo mientras corría.
— ¡Marco! — Gritó su abuela, pero ya era tarde, él no la escuchaba. Marco corría con fuerza por la calle, cuando su celular empezó a sonar. — ¿Qué pasa?— Contestó.
— ¿Ya viste lo que está ocurriendo? — Preguntó Kevin del otro lado de la línea.
— Me dirijo hacia ahí ahora mismo.
— Génesis también, los veo ahí.
Marco colgó la llamada y saltó, transformándose.

Shark, Leafdy y Spark seguían destruyendo todo dentro del cementerio, la policía intentaba entrar, pero había demasiado fuego por fuera, lo que les impedía el paso.
— ¿Cómo sabes que vendrán? — Preguntó Leafdy.
— Ya están aquí. — Contestó Spark. Los tres chicos aterrizaron dentro del cementerio. Marco estaba furioso.
— ¡Capitán! Los chicos llegaron a la escena. — Dijo un oficial.
— Los veo… malditos mocosos, creen que están por encima de la ley.
— Creo, Capitán… que ellos solo quieren ayudar.
El Capitán miró con furia dentro del cementerio.
— Tardaron demasiado. — Dijo Spark.
— ¿¡Que quieren!? — Gritó Marco furioso.
— Ya te lo dije, queremos regresar a nuestro amo a su gloria, y esta vez lo lograremos. — Aseguró Spark
— Pues sacrifíquense ustedes, maldita sea, y déjenos en paz. — Exclamó Génesis.
De la parte trasera de una tumba salió Flareon, con su cuerpo completamente recuperado, pero aún batallaba un poco para estar en pie. Cuando Marco y los chicos lo vieron quedaron sorprendidos, pero no solo porque era la primera vez que veían al gran dragón, sino por la persona que tenía entre sus brazos. Tadeo estaba siendo sostenido por Flareon.
—¡Tadeo! — Exclamó Marco preocupado.
— ¿Quién eres tú? ¿Qué está pasando? ¿Cómo sabes quién soy? — Preguntó el chico asustado. Marco apretó los dientes con furia.
— ¿Qué pasa? — Dijo Spark — ¿Te quedaste sin palabras, gatito?
Marco estaba tratando de contener su furia.
— Esta vez ganaremos, de una forma u otra.
— ¡Déjalo ir! — Exigió Marco — Él no tiene nada que ver en esto…
— Bueno… hace poco te vi hablando con él en el cementerio, y por lo que pude escuchar, él si tiene mucho que ver, lástima que no tenga idea de porque está aquí.
¿Hablando con el…? ¿De qué…?
De pronto Tadeo se calló, como si hubiera entendido todo de golpe.
— ¿Marco…?
Marco no contestó, solo desvió la mirada.
— ¿Por qué no me lo dijiste…?— Le preguntó con recelo.
— Traté… pero no pude, de verdad lo siento.
— ¡Acabemos con esto de una vez! — Exclamó Flareon impaciente.
— ¿En serio vamos a luchar de nuevo? — Preguntó Kevin.
— Esta vez no, pequeño acuático, al menos no contra nosotros. — Le dijo Shark. Los tres chicos se desconcertaron. — Les presento al “Resto”. — Dijo Spark mientras un esqueleto caminaba con dificultad. — ¿Qué diablos es eso? — preguntó Génesis.
— Es una criatura única, creí que era una leyenda, pero existe. Él se encargará de ustedes. — Les dijo Spark. Marco estalló en carcajadas.
— Han creado tantas cosas ridículas, pero esto supera todo ¿Realmente creen que esa cosa podrá detenernos?
— Búrlate si quieres, pero yo reiré al final, cuando esta cosa te mate.
— ¡Ja! — Bramó Marco.
— ¡Ya lo veremos! — Exclamó mientras corría a darle un puñetazo al esqueleto.




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