Espíritu Animal

XII.- Una noche lluviosa.

—¿Loyda? —Preguntó Spark completamente desconcertado.
— ¡Oh, dios mío! ¡Los niños! — Gritó Loyda al verlos. — ¡Rosy, Martha, ayúdenlos!— Ambas maestras corrieron a ayudarlos.Rosy estiró su brazo y grandes raíces salieron de ahí, haciendo retroceder a Leafdy. Por su parte, Martha lanzó una gran burbuja de la palma de su mano, y está exploto al chocar con Shark, lanzándolo lejos de ahí.
— Eres tú…— Balbuceó Spark.
— ¿¡Quién diablos eres tú!? — Exclamó Loyda mientras levantaba a Spark del suelo con su telequinesis.
— Tú… estas muerta…
— Está claro que no. —
Dijo ella.
— El amo me lo dijo…— Murmuró mientras miraba hacia Flareon.— Tú moriste… asesinada por los humanos…
— ¡Sabía que estabas vivo! —
Le gritó Loyda a Flareon, que aún se encontraba en una orilla del cementerio. De pronto, Loyda comenzó a captar algo, pero era imposible, al menos para ella.
— ¿Quién-Diablos-Eres-Tu? — Dijo mientras apretaba sus manos y con ello a Spark.
— Soy yo…Víctor…— Jadeó. La cara de Loyda se contrajo, no podía ser posible.
— ¡Mientes! — Gritó desesperada mientras lo dejaba caer. — ¡Víctor murió!
— ¡No, no, no! — Gritó levantándose. — Tú moriste, ¡Flareon me lo dijo! — Exclamó desesperado mientras apuntaba hacia el gran dragón, quien se miraba molesto. Loyda se quedó boquiabierta, no sabía que decir.
— No quiero interrumpir lo que sea que sea esto…— Jadeó Marco. — Pero… alguien puede darme un poco de ayuda…
Loyda miró al “Resto” y lo alejó con su mano, desarmándolo, pero de inmediato comenzó a armarse de nuevo.
— Prueba que eres tú. — Dijo devolviendo su atención a Spark.
— Te pedí matrimonio, te dije que estaba escribiendo un libro para ti,un libro que aún guardo.— Loyda comenzó a llorar mientras se llevaba la mano a su boca.
— Eres tu… realmente eres tu…— Lloró.
—Y puedo probarlo, siempre dormías del lado derecho de la cama, cuando yo te preguntaba quién era la mujer más hermosa del mundo tu decías que no la conocías, te gustaba verme entrenar…— Loyda lo detuvo de un beso.
— Eres tú, realmente eres tú.
— ¿Dónde has estado? —
Preguntó Spark.
— Flareon nos traicionó, cuando fuimos a esa misión nos dimos cuenta de que los humanos no eran salvajes o peligrosos; queríamos iniciar de nuevo, pero Flareon no estaba de acuerdo, intentó matarnos, pero logramos escapar, o al menos nosotras tres…
— ¿¡Eso es cierto!? — Gritó Spark furioso. Flareon suspiró y lanzó a Tadeo hacia el suelo, caminó hacia ellos lentamente.
— Supongo que ya no tiene caso que mienta. — Se resignó.
— ¿Qué fue lo que él te dijo? — Le preguntó Loyda.
— Él nos dijo que los humanos las habían asesinado. Lo encontramos destruido y dijo que habían sido los humanos, siempre creímos que el los ahuyentó, todos lo abandonaron por miedo a que no pudiera protegerlos. Solo nosotros nos quedamos para vengar tu muerte.
— “¿Nos…”?— Preguntó mientras miraba a Shark y Leafdy.
— Loyda…— Murmuraron ambos.
— ¿Qué está pasando…?— Balbuceó Kevin, quien acababa de despertar.
— En serio, ocupo ayuda con esta cosa. — Insistió Marco irritado mientras intentaba levantarse.
— Dios mío… toda mi vida ha sido una mentira…— Dijo Spark. — Lo arruine, lo arruine de verdad…
— No… te usaron… Flareon te usó… no fue tu culpa.
— Y ahora liberé un “Resto”, nos he condenado.
— Podemos detenerlo, juntos.
— Tú lo sabes tan bien como yo, creíamos que eran leyendas, pero sabes que no pueden ser destruidos. Se volverá a armar hasta el fin de los tiempos.
— Creo que ya conoces a mi amigo, Marco Maldonado. —
Sonrió. Loyda. — Él es el chico que hace posible lo imposible, podemos lograrlo.
— No… el resto fue invocado para arrancarle el corazón, ya sabes lo que ellos hacen, no se detendrá. — Debemos detenerlo.
— En serio, ayuda…—
Gruñó Marco.
— ¿Confías en él? — Preguntó Spark.
— Es novato y aún débil, pero con el tiempo, creo que será de los mejores.
— Entonces eso me basta.

Spark decidió dar un paso al frente y cerró los ojos, tomó un bocado de aire y se quedó quieto. El “Resto” lo notó y comenzó a correr hacia él con determinación, pero antes de que pudiera avanzar, Spark levantó las palmas de sus manos y lanzó un gran voltaje, el mayor ataque que alguna vez hubiera lanzado.
El resto lo recibió de lleno, y por un momento, parecía como si todo hubiera acabado.
Todo se quedó en silencio. Había mucho polvo en el aire, y las paredes de fuego seguían levantadas, causando un montón de humo en el aire.Sin embargo, de pronto, el “Resto” volvió a armarse a gran velocidad. En pocos segundos ya estaba como nuevo, y entonces lo supieron, que no podrían acabar con él.En una fracción de segundo, y sin que nadie pudiera hacer nada, el “Resto” se acercó a gran velocidad hacia Marco.
— ¡Marco! — Gritaron todos. Marco cerró los ojos,se quedó inmóvil. Sabía que no podía hacer nada, había llegado su momento. Un montón de sangre salió volando por todas partes, pero no estaba muerto; cuando Marco abrió los ojos vio a Spark frente a él, y al “Resto” atravesándole el pecho a Spark.
— ¿Qué…? — Murmuró Marco asustado — ¿Por qué diablos hiciste eso…?— Preguntó Marco desesperado sin entender porque Spark lo había protegido.
— ¡Víctor! — Gritó Loyda mientras corría hacia ellos. — No, no… te acabo de encontrar…
— Nos… encontraremos… de nuevo…
— No…— Susurró Marco.
— Pro…— Comenzó a jadear Spark — Prométeme… que la cuidaras…
— Con mi vida. — Contestó Marco sin dudarlo.
— Espero no te equivoques con él…— Susurró Spark. —Te amo… y siempre voy a amarte…
El “Resto” sacó la mano del pecho de Spark, arrancándole el corazón con brusquedad.
El Dobutsuoni de trueno cayó a los pies de Marco, y de pronto, Spark estaba muerto, no había más relámpagos, más nada. Su último aliento había sido dado.
— Chicos…— Murmuró Kevin.Y de pronto, el resto se tragó el corazón de Spark. El esqueleto comenzó a pasar por una especie de metamorfosis, pues comenzó a cambiar poco a poco, y su cuerpo se fue rodeando por carne humana.
Después de unos instantes de transformación, el “Resto” era una réplica exacta de Spark, pero obscura. Los remolinos azules y amarillos en el cuerpo de Spark eran grises y negros en este nuevo.
Un poder asombroso emanaba de él.
—Vaya… — Murmuró el nuevo Spark. — Por fin un cuerpo.
— Maldito…— Gruñó Marco mientras saltaba y le daba un puñetazo, pero el nuevo Spark no se movía para nada.
— ¡Ja! — Exclamó. —Pero si no es otro que el león. — Dijo con un tono burlón — ¿Sabes? Me alegra que el otro se haya atravesado, tú eres un debilucho. — Y mientras decía eso le daba un puñetazo, haciéndolo volver a su forma humana. — Todos son débiles.
— ¡Eres un bastardo! — Gritó Loyda mientras levantaba su mano, pero su enemigo ya estaba junto a ella, encajando su arma en el brazo, y luego le dio una patada, emanando electricidad obscura.
— ¡Loyda! — Exclamó Martha.Rosy se levantó e intento atraparlo con sus látigos, pero este evadió y lanzó un relámpago que impactó contra la pierna de la maestra, destruyéndola.
— ¡Maestra! — Gritaron Kevin y Génesis, ambos intentaron atacarlo, pero éste los electrocutó.
— ¡Suficiente! — Gritó mientras una descarga de rayos negros emanó de su cuerpo, derribando a todos. — No valen mi tiempo, todos son débiles.
— Tienes razón, son débiles. — Le dijo Flareon. — Yo preparé todos los medios para tu invocación, ahora ven y cumple con tu propósito.
— ¿Y cuál es mi propósito, según tú? — Le preguntó.
— Solo ser un recipiente para que pueda obtener el poder que me falta. Este no era para nada el plan, pues asesinaste a Spark, aunque por años les mentí, realmente me encariñe con los tres; por eso nunca pensé en asesinarlos y quitarles su poder, pero supongo que eso ahora no importa. Obtendré de ti el poder de Spark, y con eso será suficiente para volver a ser yo mismo.
— ¡Eres un maldito!
— Le gritó Leafdy furiosa. — ¡Arruinaste nuestras vidas!
— Tranquila, pequeña, cuando gobierne este mundo, gobernaran a mi lado.
El nuevo Spark estaba mirando hacia el cielo.
— Si… no. — Sentenció.
— ¿De qué hablas?
— No robé este cuerpo para que un viejo decrepito volviera al poder. Siento una energía asombrosa recorriendo mi cuerpo, y conozco secretos de este mundo de los que no tienes ni idea, si alguien va a gobernar, seré yo.

Flareon suspiró.
— Puede que no tenga todo mi poder, pero no lo necesito para acabar a una bolsa de huesos como tú.
— Pues adelante.
— Le retó. Marco aprovechó toda esa distracción para acercarse hacia Tadeo, quien seguía tirado en el suelo sin entender que pasaba.
— Tadeo…— Susurró Marco mientras se acercaba e intentaba levantarlo. — ¿Estas bien…?
— ¡Aléjate de mí! —
Gritó furioso mientras lo empujaba. Marco estaba muy lastimado, por lo que no pudo defenderse y cayó al suelo, Tadeo se levantó y corrió rápidamente lejos de ahí.
— ¡Espera! — Le gritó Marco.
Flareon lanzo una gran bola de fuego de su boca, pero la versión obscura de Spark la detuvo con una mano y la destruyó con un gran relámpago obscuro.
— ¿Eso es todo lo que tienes? Entonces no estoy impresionado.— Confesó.
— Eso solo es calentamiento. No hay Dobutsuoni más fuerte que yo. — Aseguró mientras abría sus alas y volaba directo hacia él, levantó sus garras y atravesó directo en el estómago al “Resto”.
— Lo logró…— Murmuró Shark asombrado. — Lo mató…
— No, no lo hizo. —
Dijo el “Resto” sin dolor alguno en su voz.
— No es posible…— Dijo Flareon.
— Tal vez tengas razón, no hay Dobutsuoni más fuerte que tú, y si tú no pudiste hacerme nada, ellos no tienen oportunidad alguna. Tu era terminó, Flareon. — Le dijo mientras atravesaba su corazón. Flareon gruñó de dolor, y en un desesperado intento lanzó una gran llamarada directo al cuerpo del “Resto”, sin embargo, eso no fue suficiente para detenerlo, pues poco a poco se fue acercando más.
Flareon sabía que estaba siendo derrotado, por lo que antes de morir usó su cola para atravesar a su enemigo y mordió su cabeza, intentando arrancarla, pero no fue suficiente, pues el “Resto” le arranco el corazón de golpe.
Una vez que logró matarlo, dejó el cuerpo de Flareon caer. Se tragó su corazón sin dudarlo, y el par de alas y la cola de Flareon aparecieron en su cuerpo.
— Imposible…— Murmuró Loyda. — No puede tragar más de un corazón…
— Querida, no hay nada que no pueda hacer
. — Le dijo con una sonrisa macabra. — Tanto poder… esto es asombroso, ¡Ustedes! — dijo hacia Shark y Leafdy. — Arrodíllense…— Leafdy y Shark temblaron de miedo.
— No…— Dijo Shark a pesar de todo. — Nosotros solo servíamos a Spark.
— Oh bueno… acompáñenlo entonces…
—¡Si vamos a morir, entonces tu vienes con nosotros!
— Exclamó Leafdy mientras ella y Shark sufrían una transformación notoria.De alguna manera, ya sea por el enojo o el dolor, ambos se convirtieron en una versión más monstruosa de lo que ya eran. La musculatura de Shark aumento, haciéndolo ver como un gran monstruo, mientras que en el cuerpo de Leafdy comenzaron a salir un montón de raíces, y los dos lechos con dientes que crecían de sus hombros se abrieron, mostrando un montón de dientes filosos. Realmente habían dejado su humanidad atrás para convertirse en esas bestias, a fin de vengar la muerte de su camarada.Ambos se lanzaron contra el “Resto”, pero este no mostró preocupación alguna, pues se preparó para recibirlos.
El “Resto” se quedó inmóvil mientras Leafdy lo atrapaba entre sus raíces, y una vez que lo tuvo atrapado lo mordió con los dientes que tenía a los costados, mientras que Shark convirtió su cuerpo en agua, golpeándolo desde diferentes direcciones. Parecía que lo tenían controlado, sin embargo, ni el poder combinado de ambos Dobutsuonis pudo contra su enemigo, pues bastó solo una descarga de su cuerpo para deshacerse de ambos.
Shark y Leafdy cayeron derrotados, regresando a la forma que tenían antes, estaban heridos.
— Pudieron haber reinado a mi lado, pero decidieron tener una patética muerte. — Se burló.
— Ya no tenemos nada en este mundo…— Jadeó Shark. — Si al menos podíamos llevarte con nosotros, valdría la pena…
— Vivieron engañados la mitad de su vida y no lograron nada, fueron usados y ahora que morirán, no habrá nadie que los recuerde. —
Dijo mientras comenzaba a caminar hacia ellos.
— ¡No! — Gritó Marco al ver lo que pasaba.
Shark y Leafdy se tomaron de las manos, y de pronto sus corazones fueron arrancados. Los brazos de Black Spark cambiaron, en uno tenía el brazo de un tiburón, y en el otro un montón de látigos oscuros.
— Supongo que es tiempo de buscar nuevos súbditos. — Dijo mientras daba la vuelta y comenzaba a caminar.
— No… te dejaremos ir…— Jadeó Loyda aún lastimada.
— Ilusa, Spark está muerto y ustedes no son rival para mí, a partir de hoy, sólo esta Black Spark, escucharan de mí en el futuro. Háganse fuertes. — Dijo mientras extendía sus alas y volaba lejos de ahí. Y así terminaba, los chicos derrotados, las maestras lastimadas, el cuerpo de Spark, Shark, Leafdy y Flareon en el suelo, y una gran lluvia azotando la ciudad.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.