Espíritu Animal

Epílogo II. ¿Qué tal va?

Me encontraba en mi oficina, terminando algunos documentos y seguía procesando la muerte de Víctor, lo perdí, lo encontré y lo volví a perder. Pero esos pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de un golpe en la puerta.
— Adelante. — Dije hacia cualquiera que estuviera afuera. A mi oficina entró un hombre viejo y con algo de canas, moreno, alto, tenía un pantalón café y un chaleco puesto. — Tiempo sin verte, Abraham. — El abuelo de Marco Maldonado.
— Supe lo que paso con Víctor, lo lamento.
— Trató de superarlo.
— No lo harás, al menos no ahora, pero mi visita no es para eso ¿Qué tal va?
— Debo admitir que antes de saber que era tu nieto me sorprendió, pero después de saberlo entendí que estaba en él. Pero aún se limita, le da miedo acceder a su poder, inconscientemente, claro.
— Trabajaré en ello, lo entrenare personalmente.
— Así que, ¿Finalmente se lo vas a decir?
— Aún no, pronto. Este tipo… ¿Black Spark? Se está movilizando, es tiempo de que lo hagamos también.
— Dijo mientras salía de mi oficina. Ese viejo siempre ha sido un misterio, pero por ahora solo quería llorar la muerte de la persona a la que más he amado.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.