Esposa de Alquiler

CAPÍTULO 5: SÍ

CAPÍTULO 5: SÍ

Como era de esperarse, mi padre pide que vaya hasta su despacho, pero en esta ocasión no se encuentra nadie con él. Estamos solos. Su rostro está rojo y su frente arrugada. Me fijo en su vestimenta, ese traje azul marino con corbata. Morgan debería bajar de peso, tiene exceso de azúcar en la sangre y desde hace algunos años sufre de la tensión. Es por eso que debería dejar la compañía ya que si sigue como va lo más seguro es que sufra un infarto o algo por el estilo.

—¿Cómo es eso de que planeas casarte? —cuestiona con voz grave y pone las manos en puños sobre la mesa.

—¿Ya estoy en edad no? —replico. —Estaba entre mis opciones por si no me cedías el cargo en la empresa. Alguien que me gusta me lo propuso y yo accedí.

—¿Quién es? ¿Es de buena familia al menos? Me sorprende que lo vociferes en los medios sin antes consultarme. ¿Acaso no me tienes respeto?

—Soy yo la que voy a casarme papá. No tú, además tu no me andas consultando si puedes meterte en las faldas de tu secretaria. No tiene nada que ver contigo.

Lo veo pasarse una mano por su cabello canoso.

—Yo soy un gallo viejo hija, ya sé lo que hago. Pero tú… ¿Y si ese hombre es un oportunista? Dime quién es.

—Tiene bastante dinero y un imperio casi tan grande como el tuyo —respondo y siento que la tensión comienza a apoderarse de mis manos —¿Recuerdas a Charlie Wilson?

Morgan se levanta con algo de dificultad y avanza hacia mí.

—¿Me estás jodiendo no?

Niego y su cara antes roja toma un color casi purpura. Temo que le vaya a dar algo en serio.

—Si haces eso Megan te juro por mi fortuna que te relegaré a un cargo de secretaria. —Morgan siempre jura por su fortuna porque no cree en Dios. Mejor dicho, su Dios es el dinero.

—Da lo mismo, igual ya parece que tuviese ese papel en esta empresa. ¿Puedes sentarte papá? ¿Estás bien?

Se sienta con pesadez y toma aire con algo de dificultad.

—Hija, reconsidera las cosas. Sabes que Wilson es mi enemigo si te casas con él pasarías a ser mi enemiga también.

—¿Eso piensas? Soy tu hija, no tu enemiga.

—Megan, me matarás Megan.

«Genial, ahora me amenaza con su salud. Es bastante manipulador el muy cabrón. Me sentiría mal si no supiera que es un mentiroso manipulador».

—No cambiaré de opinión papá.

—Entonces estás despedida. ¡Sal ahora de mi oficina! —grita.

—Te lo dejo más fácil —replico abriendo la puerta —renuncio.

—Ya te despedí ingrata. Vete ahora.

Lo miro por una vez más y me marcho. En este momento no sé cómo sentirme con relación a mi padre. Aunque para ser sincera, nunca he sabido cómo sentirme con él. Digamos que siempre he ansiado que se sienta orgulloso de mí, ver su mirada de aprobación o escuchar alguna palabra de aliento de su parte. Como buscar sus migajas de cariño. Desde la sombra lo he observado, tan empeñado en su trabajo, tan insistente, tan hostil, tan él.

Lo quiero, sí, pero debajo de todo ese amor hay resentimiento, quizá hay algo de odio. No fue fácil crecer sin una madre, no fue fácil pasar mi infancia con un padre casi ausente. He sido privilegiada en muchos sentidos, pero en el aspecto familiar no. Sacando el tener un buen apellido, claro está. Abandono el edificio entre murmullos de los empleados, entre miradas de reojo. José me sigue y cuando subimos al auto llamo a Charlie. Contesta al tercer timbrazo.

—¿Te has decido? —pregunta yendo al grano.

—Sí, mi respuesta es sí. —trago saliva —Ah y ya le he dicho a mi padre.

—¿En serio? Joder, esperaba hacerlo yo. Me habría gustado ver su rostro.

—Se puso morado.

Lo escuché reír al otro lado de la línea y sonreí.

—Vaya, vaya, eso adelanta nuestros planes Megan.

—¿Qué quieres decir?

—Que si ya lo hiciste público debemos ponernos manos a la obra. Ya sabes, inventarnos nuestra historia de amor y dar entrevistas a los medios. Contrataré a una organizadora de bodas, tú ve buscando un vestido y todo ese meollo.

—¿No deberíamos hacer una boda privada? Solo nosotros y un par de personas más.

—Para nada, tenemos que hacer la boda del siglo. Te estarás casando con Charlie Wilson.

—Ajá… ¿Puedes pasarte más tarde por mi piso y lo hablamos? Creo que tenemos que dejar zanjados varios puntos cuanto antes. Me estoy jugando el cuello por ti.

—Serás bien recompensada Megan —sisea antes de despedirse y cortar alegando que estaba ocupado.

Yo suspiré y le indiqué a mi chofer que me llevase a casa. Apenas llegar, me puse ropa deportiva y salí a trotar. Necesitaba liberar todo el estrés y concentrarme en hace algo tan simple como mover las piernas. Me gustaba ejercitarme por una caminería que estaba muy cerca de un río. Había muchos árboles y personas paseando a sus mascotas.

Al regresar a casa tomo un baño de espuma, dedico un buen tiempo para acicalarme y me preparo para tener la que será la negociación más importante de mi vida. Debo ser más inteligente que Charlie Wilson. Llamo a mi abogado, lo pongo al tanto de los datos más importantes, me dice que preparará una cláusula de separación de bienes y que estará a la espera de cualquier documento que me quiera hacer firmar Charlie.

—No firmes nada antes de que lo lea yo.

—Ya lo sé, pero gracias.

—Suerte Megan. —dice el hombre antes de colgar.

 

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.