Esposa de un vampiro (eduv)

Capítulo 3 No todo lo que brilla es oro

Un frío aire recorría en todo el lugar, junto a un ambiente tensión, en donde se encontraban los dos vampiros. Las miradas se cruzaban entre ellos y el viento sacudía sus cabellos, muchas cosas debían ser aclaradas.

—¿Cómo sé que no la matarás?
Hijo de los Valkhimia.– golpeó la pequeña mesa, mirándolo a los ojos con furia.

—Por la única razón que la dejé vivir. Erick Etrana.– contestó sin titubear.

Los dos vampiros estaban sentados en una mesa de juego para niños, el cual era un lugar abandonado y muy poco concurrido. Debían estar lejos de las miradas de los humanos, pero esto sólo incomodó al albino.

—¡¿Porqué estamos en este pequeño lugar?!– exclamó Erick muy incómodo.

—Pensé que te gustaba las cosas pequeñas, como el cuerpo humano que usas como disfraz– se burló con una sonrisa.

—¡Por lo menos puedo transformarme! No como otros, que ni puede transformarse en su verdadera forma.– lo señaló.

—¡Es porqué le di casi todo mi poder a Louise! Tú, aún no me has respondido la razón de tú cercanía con mi esposa.

—Es algo que no te incumbe. Además, como puedes decirle "esposa", si ni siquiera sientes nada por ella ¿Acaso la usas como tú recipiente?– lo miró muy enojado.

—Es verdad, no siento nada romántico por ella, pero eso no quiere decir que no me pueda enamorar de ella. Todo puede suceder mientras sea mi esposa.–alardeó.

—¡No pienso rendirme!– dicho esto, Erick volvió a su forma humana para sorpresa de Steven.

—Oye ¿Acaso tú tampoco puedes mantener tu forma de vampiro?– lo miró con una sonrisa satisfecha.

—¡Son por razones que no te interesa!

—Mamá esos dos chicos están sentados en la mesa de niños.– murmuró curioso un pequeño niño, que pasaba justo en ese lugar con su mamá.

—No los mires hijo, pueden ser peligrosos.– su madre tapó los ojos de su hijo.

—Oye, ¿que tal si vamos a otro lugar?– Erick se puso incómodo al escuchar el comentario de la mujer, que los miraba con un rostro extraño.

—Creo que te haré caso.– asintió levantándose de donde estaba.

Luego de que ambos se alejaran del lugar, Erick comenzó a mirar un objeto en forma de gato, el cual lo tenía de llavero en su mochila. Un objeto muy valioso para él, por lo que por nada en el mundo lo sacaba de su mochila.

—¿Acaso te gusta esas cosas? Que infantil eres para la edad que tienes. Tan sólo eres menor que yo tres años.– suspiró—Además, te hace un pervertido actuar como un chico de preparatoria.

—¡Eso no lo quiero oír de ti!–lo señaló molesto.—Esto me lo dió Louise, la primera vez que nos encontramos. – alejó el objeto para que no se le ocurra quitarle.

—¿Enserio?– miró curioso el pequeño muñeco de gato–Me da curiosidad saber como se conocieron, para que terminarás por vivir así. Porqué lo haces por estar cerca de ella ¿Oh me equivoco?– lo miró de reojo.

—No, no te equivocas.

Hace un año, Erick recorría las calles con su forma humana, por razones desconocidas su forma de vampiro no dura mucho tiempo en territorio humano. Por ello, es fácilmente vulnerable a que sea víctima de humanos que lo ven como algo que fácilmente se puede fastidiar.

—Oye renacuajo ¿Que tal si me das tu dinero?– un hombre alto y algo joven se paró frente a él.

—...

Él siguió su camino ignorándolo por completo y pasando al costado suyo, esto ocasionó que el sujeto lo agarrara del hombro muy enojado.

—Así que valiente te crees, renacuajo.

Piérdete– respondió Erick enojado y con la intención de transformarse, aunque sea en un breve tiempo en su verdadera forma, para darle una lección.

Justo en ese momento el alto sujeto lo levantó para intimidarlo, pero una repentina y rápida patada hizo que lo soltara y que cayera en los brazos de un chico joven, que en ese momento no se dió cuenta que era en realidad una mujer.

Tú bastardo ¡¿Cómo te atreves a golpearme de esa manera?!

No importa de que manera te golpee, si no lo dejas en paz, no volverás a dar ni un solo golpe en toda la vida que te queda.– bajó rápidamente a Erick.

—No me hagas reír, niño bonito.– se levantó agitado, como una mirada feroz.

—¿Acaso he echo algún chiste?– lo miró con un rostro serio, para luego voltear en donde estaba Erick.—Aléjate de aquí, no te preocupes no volverá a fastidiarte.

—P-pero, ese sujeto podría hacerte daño ¡Lleva un cuchillo en su pantalón!

—Ya veo, gracias por avisarme.– antes que volteara, el alto sujeto la atacó con el cuchillo por la espalda, haciendo que ella reaccionara agarrando el cuchillo con su mano izquierda y protegiendo a Erick con su cuerpo. La sangre que salía de la mano de Louise, hizo que al vampiro le hiciera salir un poco de su instinto, queriendo moderla, cosa que él soporto para no hacerle nada.

—Tú, eres un maldito cobarde.– rompió el cuchillo con su mano y de una patada en el estómago lo hizo chocar contra la pared dejándolo inconsciente, inmediatamente después lo llevó a la policía.

(***)

—Tú, ¿siempre haces esto?– preguntó Erick, luego de salir de la estación de policía, ya con el aquel hombre tras las rejas.

—Sí, de echo tengo sus números para cualquier emergencia o ladrón que haga de las suyas.– mostró su celular.

—¿Acaso quieres ser policía?– miró sorprendido, viendo los pocos contactos que tenía a parte de su familia.

No, exactamente...
Sólo, lo hago porqué sería un desperdicio si no aprovecho mis habilidades, sabiendo que puedo hacer algo para ayudarles.

Siéndote sincero, es la primera vez que veo a alguien como tú, tienes un rostro rudo, pero a la vez transmites confianza.
¡No estoy diciendo que seas feo!
De echo, por un momento pensé que eras una mujer, cuando actuaste amable conmigo. Lo siento, si te ofendo por decirte esto.




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