Esposa de un vampiro (eduv)

Capítulo 4 Un extraño visitante

Ya había pasado cinco días de que Louise comenzó a trabajar en el restaurante de Steven. Nada anormal aconteció, por ahora. A parte de seguir siendo acosada por el especial vampiro y este seguir siendo golpeado por ello.

En un día soleado, la no muy femenina joven, despertaba con un alborotado cabello que incluso una parte de el, estaba parado como pequeñas antenas. Al bajar la mirada hacia su cubrecama, se dio cuenta que algo dentro de el dormía ahí. Alistando un objeto pesado, por si de un ser o demonio se tratase, abrió cuidadosamente su cubrecama para ver que estaba dentro. Fue su sorpresa al ver a un hermoso gato negro durmiendo plácidamente y acurrucándose a sí mismo.

—¿G-gato negro?-botó el objeto pesado despertando al encantador felino y este volteara a ver el rostro de Louise. Viendo un emocionado y sonrojado rostro de la joven que de inmediato lo cargó– ¡¿Eres Black?! ¿Acaso volviste a la vida?

—¿Miau?

—¿Me acabas de responder?

—...

—Creo que estoy imaginando cosas por culpa de esos demonios...¡Pero realmente te pareces a Black!

—¡Louise a correr!– gritó su padre como una forma de decirle que se apure a ir a la preparatoria.

—¡Inmediatamente padre!– respondió para luego ver al felino—No sé cómo entraste a mi cuarto, pero quédate aquí. Te traeré comida Black2.– acarició su pequeña cabeza mientras el extraño felino la miraba fijamente con sus hermosos ojos verdes. Dio un salto y alistó su ropa holgada, yéndose a bañar para luego bajar.

(***)

—Adel ¿Ya está listo el desayuno?

—En está casa, soy el único que sabe cocinar ¡Esto es injusto!

—Oh cariño, no te quejes. Sabes que eres el único con esa habilidad. Yo que soy tu madre, realmente sufrí en hacer comida para ustedes dos cuando eran pequeños.–mencionó la madre de Louise cargando dos cajas pesadas con facilidad.

—Yo podría cocinar.–Mencionó Louise.

—¡No!–gritaron en unísono su familia, negando con la cabeza.

—No tenían ser tan evidentes que no quieren que cocine.

—¡Louise! Sabes que a ti te da mejor el trabajo físico. Aunque ahora trabajas en un restaurante, no creo que te permitan cocinar- mencionó sinceramente el padre Louise para supuestamente animarla, aunque el efecto fue lo contrario.

—¡Mejor siéntense rápido! Ya están los panqueques. Por fin tienen trabajo, así que tienen que apurarse.

—Hermano.

—¿Qué pasa Louise?

—¿Cómo aprendiste a cocinar?

—Fue instinto de supervivencia, Louise.

—Espero que ese instinto algún día despierte en mi...

—Esperaré por ese día.– vio sin esperanza el rostro de su hermana.

—Cariño, ¿te va bien en aquel restaurante? ¿Cómo son tus compañeros de trabajo?–su madre jaló su silla para sentarse.

—Sí, todos son muy animados y buenos conmigo. Casi todos– murmuró al recordar a Steven.

—Oh, ya veo. Realmente me gustaría ir a ese lugar ¿Ahí hay chicas?

—Cuatro chicos y una chica.- mencionó tomando el tenedor.

—Son muchos chicos, bueno no hay problema.– habló su padre para luego seguir comiendo

—Sí, cariño.

—¡Ustedes dos dejen de tratar a mi hermana como si fuera un hombre! Es por su culpa, que pareciera tener un hermano menor.–Señaló a Louise que llevaba ropa masculina, que es lo único que tiene en su ropero.

—No hay problema Adel, a tu hermana no le incomoda.

—Sí, es verdad. Aunque me gustaría verla en las competencias de nuevo.—Mencionó su madre.

—¡No! Mi hermana va tener una vida normal, así como está ahora es mejor que antes. Era demasiado tosca en el pasado, ahora siento algo de femenino está brotando en ella, aunque su mirada siga siendo algo ruda.

—Hermano, gracias por tus palabras. Pero la forma de vestirme no me incomoda. Además, me gusta ayudar a las personas. Pero aún así pienso vivir una vida "normal" haciendo lo que más me agrada.

—Bueno, se podría decir que eso es un buen avance.–suspiró Adel—Espero que algún día te cases con un hombre que te acepte tal como eres.

—Adel, estás hablando de matrimonio muy rápido.- intervino su padre, dejando de comer.

—No es como si se fuera casar ahora. De echo, falta mucho para eso.–Replicó su madre.

—Además, si alguien quiere tomar a mi hija, deberá pasar por una lucha a muerte conmigo–sonrió su padre con cierta maldad.

En ese momento, Louise botó su tenedor sintiendo algo de culpa.
Ya que técnicamente estaba "casada" con Steven.

—¿Louise?

—Ah...
Si...¡Si alguien quiere casarse conmigo! Tendrá que pasar por mi puños primero.– puso una expresión decidida, sorprendiendo a sus padres.

—¡Esa es mi hija!– gritó emocionado su padre.

—Exacto Louise, es así que tu padre me conquistó.–Habló su madre con un sonrojo en su rostro.

—¿Por qué no nací en una familia normal?–murmuró Adel viendo a su peculiar y rara familia. Él prácticamente es el único que se encarga de la mayoría de labores domésticas, a pesar de ya ser un universitario de veinticinco años.

Louise antes de terminar su desayuno, tomó una salchicha y la envolvió en un papel con mucha cautela, para no ser descubierta. Subió las escaleras y entró apresurada a su cuarto, viendo aún al felino sentado en su cama. Provocando que ella diera un suspiro de calma, de que no haya salido de su cuarto.

—Ven, te traje una salchicha.– el peculiar gato bajó de su cama y se acercó a la salchicha, viéndolo fijamente para luego verla a ella.—Por suerte sobró esto del desayuno de mi hermano, espero que lo comas. Ahora saldré, no salgas fuera. Yo te cuidaré si es posible Black2, volveré un poco tarde así que espérame.

El gato comenzó a comer la salchicha cuando terminó de hablar, esto alegró a Louise, que de inmediato salió de su cuarto para ir a la preparatoria.

Miau–maulló curioso viendo fijamente la ventana.

(***)




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