—No soy...– lo tomó del brazo y lo apartó.—¡Tú esposa!
—Tan delicada como siempre, esposa.– mencionó Steven en sarcasmo, sin importarle que lo alejara.
—Esposa, esposo, lo que sea ¡Tú no puedes hacerme esto! ¡¿Sabes con quién te estás metiendo Steven?!
Steven cambió su expresión sonriente al voltear hacia Juliette.
—Con alguien sin cordura.
Eres igual que mi familia, manipuladora y egoísta.
Tan sólo recuerda mi advertencia.
Su manera directa en dirigirse a ella, y la cual antes nunca le había respondido así. Hizo que su odio se dirigiera a Louise. Ya que tenía la idea, que el culpable de ese comportamiento despectivo era "él".
—Esto, no se va quedar así.
Un humano es un humano, veamos que tanto puede soportar un vínculo que está fuera de sus límites. Tus padres, se van enterar de la locura que cometiste.– posó su mirada en Steven.
—¿Desde cuando le tengo miedo a mis padres?– Steven había desafiado a su familia innumerables veces, así que miedo no tenía ni en lo más mínimo. Menos a ella.
—Mientras no hagas daño a terceros, no me importaría pelear contigo. Si es que de esa manera puedes pensar con claridad.– advirtió Louise, mirándola a los ojos.
—Maldito mocoso, estás sentenciándote a muerte.–le apuntó con su dedo, para luego acomodar su largo cabello rojo.
—Mujer escandalosa, tenemos clientes que atender. Estaríamos gustosos de que se retire– sonrió Zen– ¿Oh quieres jugar conmigo?– la parte sádica de Zen estaba saliendo a luz, ya que le estaba hartando el comportamiento de aquella mujer.
—Háganos el favor, bella dama. Si tan desesperada está. Yo estaré a su disposición– coqueteó Drake ante la mirada furiosa de ella.
—Chef y Louise están incómodos con tu presencia. Si gira encontrará la puerta y puede salir en ella. Si no quiere que la saquemos a la fuerza ¿Oh, acaso quiere probar nuestro platillo especial?– dijo en sarcasmo Lena, como es recurrente en ella
—Nadie insulta al maestro y a mis compañeros, por favor retírese, usted a roto todas las reglas de este lugar – Elián como siempre advertía seriamente, acatándose a las reglas.
La mujer pelirroja indignada por ser echada del lugar por todos. Chasqueó su lengua y salió del lugar, pero antes dió una última advertencia a Louise:
—Humano, conocerás mi ira por desafiarme. Espero que lo valiente, no se te quite cuando nos volvamos a ver.
—No se preocupe, no huiré de usted. Pero, si daña a alguien cercano a mi, no me contendré, ni una sola vez.–la advirtió mirándola a los ojos.
—Eso veremos– sonrió con malicia, para luego salir e irse en su auto.
—Que mujer tan irritante, ¡cómo atreve amenazar a Louise! Chef, ¿con qué clase de mujer está relacionado?–Mencionó Lena.
—Ella es cercana a mi familia, desde hace unos cinco años. Desde ahí e soportado su intenciones de casarse conmigo. Lo peor de todo, es que seguramente amenazó a August para obtener información de mi dirección.
Louise.–la llamó para voltear hacia ella.
—¿Sí?
—¡No pienso cambiarte por esa mujer, de ninguna manera!– corrió hacia ella para abrazarla, ganándose ser detenido por su mano que se dirigió a su cara.– Por lo menos... lo intenté– balbuceó aún con su mano en su cara.
—Tú ¿Cuántos problemas tratas darme?– lo miró enojada.
—Sólo quiero darte el problema de que me aceptes como esposo.
Y que me dejes tomar tu sangre, una vez más.
—¿Porqué estás tan afanado a tomar mi sangre?
—¿Acaso quieres recibir mis besos cada vez que necesito mi poder? Eres atrevida espos- – Louise lo interrumpió agarrándolo del polo, para que se pusiera serio, debido a la situación que ambos están involucrados.
—¡Explícame bien, qué es lo que quieres de mí!
Mi familia podría estar en peligro, si no la detengo antes.
—De Juliette, me encargaré yo. Esto es algo que debo resolver, es mi responsabilidad que estés relacionada en esto.
—Yo no pienso dar marcha atrás, Steven. Yo cumplo mis palabras y no soy una cobarde.
Pero, estoy consciente que necesito tu ayuda. Esa mujer, ¿es un vampiro, verdad?
—Sí, lo es.
Louise, para recuperar la mitad de mi poder. Necesito tomar tu sangre, tengo que hacerlo si quiero protegerte.
Louise, vio sorprendida el rostro de Steven, ya que por primera vez dijo algo con seriedad y con una mirada sombría.
—Maestro, hay muchos clientes esperando.– interrumpió Elián en medio de ellos dos–Sé que lo que están conversando es importante. Pero, recuerde que tenemos que trabajar para que nos pague.
—¡La venganza contra esa mujer lo dejaremos para después, chef!
—¿Alguien dijo tortura?–Zen alzó la mano sonriendo alegremente.
—No Zen, fueron tus deseos sádicos que están saliendo a flote.
—Oh, que mal Drake.
Después de este alboroto, el que más sufrió las consecuencias de que todos perdieran el ánimo de atender, fue Elián.
—¡Alisten todo! ¡Lena atiende los pedidos! ¡Louise lleva la carta a la mesa dos! ¡Drake deja de coquetear con las clientas y cocina los pedidos! ¡Zen deja de comerte las galletas! ¡Maestro no siga a Louise, atienda los pedidos! Creo que eso es todo.– suspiró cansado pegando tres pedidos en la pared de porcelana, para ser cocinada.
(***)
—Elián, ¡gracias por estar aquí!– Louise, alzó el pulgar arriba, ya que se dio cuenta que el negocio funciona gracias a él
—Gracias, Louise....
Pero, creo que maestro está reflexionando en un esquina su posición como dueño de este lugar, después de vernos.
—Elián recibió un cumplido de Louise, Elián recibió un cumplido de Louise– repetía Steven deprimido murmurando en una esquina, ya que lo único que recibe de ella, son golpes.
—Chef, creo que tus acosos no van recibir necesariamente cumplidos. Ni Drake es así– rio Lena, haciendo que se deprima más.
—Eres masoquista Steven– rio Zen.