En una mañana del lunes, la joven Louise caminaba muy despacio, con una mirada distraída, casi como si su fuerza se hubiera esfumado.
-Señorita, ¿puedo tomar un poco de su vitalidad?- mencionó un ser pequeño detrás de ella.
-¿Ha?-Louise al oír esto detrás suyo, volteó con un aspecto totalmente cansado y con unas ojeras muy notorias, que incluso asustó al pequeño ser en forma de ave que la seguía en plena calle.
-¿Q-q-qué...?- tartamudeó ante su aspecto desaliñado.
-Vitalidad, es lo que me falta. ¿Qué tal si me das el tuyo?...- trató de agarrarlo, provocando que el pequeño ser se olvide de lo que quería y huya de ella.-Sólo un examen más, sólo uno más ¡Mi cabeza va explotar!
-Ese chico está loco- murmuró un niño al verla hablar sola.
-Da miedo- asintió su amigo que lo acompañaba.
Lo que ocurría y causaba esas grandes ojeras a Louise, es debido a que ella ha estado estudiando dos semanas enteras para los exámenes semestrales junto a Erick, por lo que también no a podido ir al restaurante de Steven, debido a que pidió permiso para faltar por sus rutinas de estudios.
(***)
-Señor Steven, lo veo sin ganas de hacer nada desde hace días.- mencionó August caminando junto a Steven, quien se dirigía a a la empresa y el vampiro a su restaurante. Como era la rutina de siempre.
-Louise me prohibió verla hasta que acabe sus exámenes, encima ese enano está quedándose con ella todos los días.- lo que más le molestaba, era que Erick le presumiera su cercanía a la joven fuerte, provocando que como siempre, no se llevaran bien.-Ni siquiera puedo mandarle más mensajes.
-¿Te lo prohibió también?
-Me bloqueó de sus contactos.- mencionó con un suspiró.
-¿Qué hiciste?--lo miró fijamente sospechando de su accionar.
-...Sólo le mandé un mensaje dándole ánimos.- Expresó Steven con duda. Mirándolo su sirviente con una expresión de desconfianza.
-...
-Con una foto mía.- agregó.
-...
-Sin camisa.- finalmente dio a entender la razón.
-¡¿Qué?!- exclamó ante su atrevimiento- Te pudo demandar por acoso sexual, es una suerte que sólo te bloqueara. Señor Steven, ya no provoque la ira de joven Louise.- posó su mano en su cara.
-Pensé que eso animaba a las jóvenes de su edad ¿Acaso tengo un feo cuerpo?- se señaló.
-No creo que ese sea el problema. Louise, es una joven bastante distinta a las humanas que conozco. Y creo que conoces bastante bien su carácter...
-Pero eso lo oí de unas jóvenes humanas de la misma edad de Louise, una de ellas dijo viendo su celular: «Ver la foto de chicos como él sin camisa, me anima mucho»
-En esta época las jóvenes ya no tienen pudor...- pensó August con un rostro preocupado y sorprendido.
-Encima antes de bloquearme, me mandó un último mensaje.- suspiró con algo de indignación.
-¿Qué fue? Veo que eso te afectó más.
-«Mi padre en su juventud tenía mejor cuerpo que tú» Eso escribió.- mostró un rostro desanimado.
-Bueno usted también es joven, claro en la línea temporal de un vampiro.- rio un poco, ocultando aquello con su mano derecha en su boca.
-No sé si me estás dando ánimos o tratando de contener la risa.- lo miró fijamente- Vivimos por mucho tiempo, pero estoy satisfecho con el contrato que hice con Louise.
-Lo siento...- tosió con brevedad, para mostrar un rostro serio.-Por cierto, tu familia quiere hablar contigo. Quieren que vuelvas a la mansión.- La familia de Steven había dejado que él haga lo que quiera por mucho tiempo, pero esto ya no podían tolerarlo más.
-Ya sé el discurso que me dirán, por supuesto mi respuesta será de negación. Pero con lo que le diré es probable que por fin me dejen en paz y por supuesto, tú también serás liberado August.
-Seguiré sirviéndole señor Steven, así que si necesita algo sólo dígalo.- agachó su cabeza.
Steven lo miró con algo de angustia, aquel amigo y sirviente. Debería ser libre, pero el propio August trata de remediar los favores hechos en el pasado, sirviéndole con fidelidad.
-¿No crees que deberías vivir tu vida August? Me has servido por más de una década, eres tan sólo mitad vampiro, no vivirás por siempre. Además ya estás envejeciendo.
-También te debo muchos favores señor Steven, tal vez cuando lo vea sin presiones y lejos de problemas, le deje de servir.
-Siempre me meto en problemas, si es así perderás la juventud que te queda sirviéndome- dijo en forma de broma para luego asentir--Entiendo, es tu decisión.-dio un suspiro- Entonces, ¿para cuando me citaron?
-Mañana en la noche.
-Tienen todo el tiempo del mundo, ¿no pudieron esperar unas décadas más? Ya estoy harto de esto.- posó su mano en su rostro, para luego sonreír bajando su mano.- Bueno, entonces aprovecharé para darles una buena noticia- mencionó en sarcasmo.
August miraba algo preocupado por lo que podría acontecer, por la rebeldía de Steven. Pero, también sabía que él realmente anhelaba ya desde mucho tiempo cortar vínculo con su familia. Al contrario de toda los descendientes de ella, Steven es el único anhela con tener la esperanza de vida de un humano, además que ningún vampiro soñaría algo tan descabellado, pero para él vivir mucho tiempo no tenía ningún valor. Y menos ser un títere más de su tan famosa familia.
(***)
-Por fin...se terminó...-Louise se recostó cansada y a la vez aliviada en su pupitre, luego de la larga racha de exámenes. Luego de unos minutos se levantó de su silla, para voltear hacia su amigo- ¡Erick!
-¿Qué pasa?- mencionó sorprendido.
-Hoy te invito el almuerzo. Si no te lo agradezco de alguna forma por haberme ayudado en los exámenes, no estaré tranquila.
Por supuesto Erick asintió contento, hasta que mencionó que al restaurante que irían sería el de Steven ya que además de ser deliciosa la comida, el costo era bastante accesible. Mágicamente su rostro se tornó algo incómodo, pero por supuesto no pudo rechazar la invitación de Louise.
Al bajar la mirada se percató del celular prendido de Louise y un nombre escrito en el buscador: «Las Grinaidas» Su expresión mostró cierto asombro, cosa que Louise se dio cuenta.