Esposa de un vampiro (eduv)

Capítulo 9 Una parte de ti

Entre paredes de decoraciones antiguas y contraste de negro y caoba, la familia Valkhimia se reunía cara a cara, luego de tanto tiempo. La tensión en las miradas, sólo invitaban a una incómoda noche.

—Siéntate, Steven.

—No mostraste tu cara por mucho tiempo, a pesar de que asumiste dirigir la empresa. Por lo menos saluda a tu padre.

—Oh, por supuesto.
Buenas noches, señor y señora Valkhimia.–Saludó con total indiferencia.

—Parece que aún nos tienes demasiado "cariño", Steven.

—No es de menos, señora Elizabeth.

La llovizna y humedad ayudaba a tensionar más las miradas . Tan sólo se intercambiaban palabras cortas, pero por supuesto Steven, quería en esa noche aclarar muchas cosas a su "querida" familia.

—No puedo creer que realmente seas mi hijo–la bella mujer miró con molestia la actitud de Steven, para luego dar una señal con sus manos, apareciendo una figura conocida para el vampiro.- Siéntate Juliette.

—A pasado tiempo Steven.– sonrió la mujer pelirroja, mostrando un rostro desafiante. A pesar de que ya había tenido la advertencia de Steven.

—Como siempre, es un disgusto verte Juliette– Steven le devolvió la sonrisa de igual forma.

—No te preocupes, yo no estoy aquí para lo que piensas.

—Siempre vienes aquí para hacer lo que tú piensas. Y tus pensamientos no son necesariamente agradables.–rio con brevedad y molestia.

—Ya lo veremos.– Juliette desvió la mirada con una sonrisa.

—Señor Steven, no pierda la compostura. Debe ser cauteloso– murmuró August, quien prefirió acompañarlo en esta reunión familiar. Ya que él también estaba bastante relacionado con ellos.

—Bien, pueden seguir.–Steven indicó con su mano para que prosigan su discurso.

—Como sabrás, la empresa se te fue dado hace más de tres años. Y tú presencia ahí no es la más recurrente. Ya que como sabemos, prefieres que tú sirviente haga tú trabajo.

—Por supuesto, ¿no creen que a hecho un grandioso trabajo?– aplaudió Steven ante el tenso ambiente.

—¡Ese no es problema Steven!- gritó su madre.

—Cálmate Elizabeth, tenemos que mantener la seriedad.–su esposo la miró directamente a los ojos, tocando con suavidad su hombro.

—¿Desde cuando he tomado sus palabras con seriedad?

—¡Steven esto no es un juego!–al notar que su hijo no tenía la intención de escucharlos. Blade, su padre, gritó golpeando la pequeña mesa que se encontraba cerca de los muebles.

—Tú mismo lo has dicho, hay que calmar el ambiente.– mencionó Steven irónicamente viendo a su padre a los ojos.

—Ya es suficiente Steven, te dimos esa empresa, no para poner a impuro como presidente.–desvió la mirada por un momento a August.—Sino para que nuestra imagen y poder siga intachable como hace siglos que lo es.

—Todo por que tu hijo perdió su poder y temieron que sea una vergüenza para la familia, que incluso pretendieron ocultarme. Por ello es que mi hermano menor, quien sufrió su egoísmo y ambición fue tratado como una escoria por ustedes. ¡Mi hermano nunca debió tener su sangre! Por tantos años fui torturado por ustedes ¿Qué esperaba de esta familia? ¿compasión? No me hagan reír.

—No hables como si tu hermano estuviera vivo.

—Tú más que nadie sabe porqué murió a pesar de ser tu hijo ¿Debería recordártelo? Señora Valkhimia.–Miró fijamente a su madre, respondiendo ella con un rostro de incomodidad.

—¡Ya basta Steven!–su padre volvió a golpear la pequeña mesa, con un gesto alterado.

—Si aún se preocupan por mi vigor, no deberían hacerlo ya que lo recuperé.

—¿Qué acabas de decir?–sus padres se alertaron a sus palabras.

—La empresa está en perfecto estado, debido al trabajo de August. Así que todo el beneficio debe ser dado a él. Y además, oficialmente me retiro como su "presidente", y también August lo hará.– su fiel servidor atinó a asentir con la cabeza, para confirmarlo.

—No puedes salir como si nada hubiera pasado, además ¿Cómo sé que realmente recuperaste tu poder?

—Eso es muy sencillo.–sonrió satisfecho, mostrando su verdadera apariencia.—Hace mucho tiempo traté de zafarme de ustedes, pero como siempre nunca me dejaron en paz. Así que al huir de ustedes, aunque fue un breve tiempo, muchas cosas en mi cambiaron. Y no me arrepiento de nada. Ni lo que les hice.– Sus padres quedaron sorprendidos, ya que siempre pensaron que su poder había sido robado por un bruja muy fuerte. Y recuperarla no es nada sencillo, de esas astutas mujeres

Steven nunca les mencionó lo que realmente le sucedió en el pasado. En aquel pasado en que su vida cambió drásticamente.

—Antes realmente disfrutabas de tú poder, incluso llegaste a ser muy soberbio. Eras digno de llamarte nuestro hijo. Pero realmente no sabemos que hizo cambiar tu pensamiento y actitud. Por ello, también merecemos saber cómo es que recuperaste tu poder. Después de todo tenemos el crédito de ello.–Elizabeth, moldeó sus labios con una breve sonrisa y una mirada fría hacia su hijo.

—Yo podría explicarle esa parte. Si me permite.–mencionó Juliette, interrumpiendo la conversación.

Steven abrió sus ojos de sorpresa y la miró fijamente, ya que de la boca de la pelirroja, nada beneficioso iba salir.

—Realmente tienes agallas Juliette.–murmuró Steven.

—Conmigo no se juega, querido.

—Dinos Juliette, tu presencia aquí se debe porque tenías que decirnos algo importante, ¿no es así? Sabes que eres como de la familia.–dijo Blade cediéndole la palabra.

—Muchas gracias.–asintió acomodándose.—Tal vez han escuchado rumores sobre la sangre Grina, que pensábamos estaba extinta. Bueno, me honra decirles que aún queda un humano que lo posee.–sonrió con satisfacción mirando a Steven.

—Cállate, Juliette. Te lo advertí.

—Cálmese señor Steven, no se puede hacer nada. Ya la dinamita fue prendida.–su sirviente quiso calmarlo, pero la paciencia del vampiro también tiene un límite.




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