Un silencio profundo, es como el ambiente estuvo unos segundos, aquello que pronunció Steven y trató de justificar, fue interrumpido por el tambaleo de la joven, que de inmediato tocó su cara y ojos como si una sensación extraña de cansancio, se apodera de todo su cuerpo.
—¡Louise!– pronunció el ojiverde al entrar en razón, por lo que sostuvo a la joven para que no cayera al piso.
De inmediato Louise se paró a pesar de que estaba mareada y con rapidez, sacó su arma apuntando a Lena, para sorpresa de todos.
—Maldición, fui muy descuidada– rechinó sus dientes, para luego mirar a Lena directamente a los ojos—¿Dónde está Lena?
La peli rizado hizo un gesto de sorpresa, para luego sonreír con satisfacción.
—Por eso me agradas Louise, un humano normal, le hubiera echo efecto de inmediato la pastilla para dormir ¡Pero te confundes al pensar que no soy Lena! Eso no es de amigas...–Desvió su mirada a Steven.—Chef, es cierto que llevé a Louise para arreglarse para mí jefe, pero era para mi verdadero jefe.–De su cuerpo, comenzó a desprender una aura oscura.
Todos los vampiros notaron el desagradable olor de un demonio dentro del restaurante, Steven de inmediato se transformó en su forma vampírica. Ya que se dio cuenta que de quién era esa presencia con más claridad. Un conocido con quien tuvo cuentas pendientes hace mucho tiempo, al parecer no había desistido en tener su cabeza. Pero había una esencia más, muy aparte de la demoníaca y la cual también provenía de Lena.
—Por eso les dije que no contrataran humanas.–Opinó Zen con una galleta en la mano.— Les advertí desde el primer día que ella vino.
—¡Zen! Protege a August.–ordenó Steven. Su sirviente y amigo, es un híbrido, por lo que no tiene la fuerza de un vampiro pura sangre.
—¡Ahí voy!–corrió a su dirección transformando su cuerpo, después de mucho tiempo, en un vampiro. Su peculiar cabello negro se tornó en partes rojizas y sus ojos se tornaron en un rojo carmesí.—¡Listo! Oh, esto se siente nostálgico...–se miró a sí mismo.
—Maestro, esa no es una posesión cualquiera, por ello últimamente se sentía ese olor ¡Provenía de Lena! Y además...–Se percató de la otra esencia.
—Ese es el olor de un licántropo- dijo Drake sorprendido.
—No, es un híbrido.– aclaró Steven al darse cuenta de la verdadera naturaleza de Lena.
Nadie pudo notar por meses aquello, quien por mucho tiempo estuvo pasándose por ser una humana normal. Sólo un demonio de alto rango podría llegar a ese nivel de posesión y restringir su verdadera naturaleza. Pero a la vez algo estaba mal, aquello que sentían en Lena no era una total posesión, era como si ella a voluntad propia hubiera permitido aquello. Su personalidad era la misma.
—¿Una mujer lobo?–Miró sorprendida Louise, cuando la vio transformarse en partes en una forma animal con un pelaje gris. Es decir, una mujer loba híbrida.
—¡Chef! No sabes lo feliz que me sentí cuando apareció ella, el gran jefe buscaba la manera de hacerte sufrir y también obtener la preciada grinaida ¡Realmente tengo suerte!–volteó a mirar a Louise—Sabes, a mi me caes muy bien Louise, pero no puedo ser amiga de la presa. Es una verdadera lastima.
—¿Porqué haces esto Lena?- advirtió Steven apuntándola con su filuda arma.—¿Realmente sabes lo que estás haciendo?
—Oh chef, sea más suave con una inofensiva mujer.–rio—Bueno, ¿porqué hago esto?..– puso una expresión de frialdad—Porque detesto a los vampiros.–apartó su arma con sus dedos en forma de garras—Sé perfectamente que lo que le suceda a Louise, también te afecta a ti, los he estado estudiando por mucho tiempo.– sonrió con maldad, al notar los síntomas también en Steven, aunque no eran de igual intensidad que Louise.
Tanto Drake, como Elián, también se transformaron en su verdadera forma. En el vampiro coqueto cambió su forma de cabello a uno un poco más largo, y Elián cambió su apariencia sería a uno más desenfadado y atractivo. Ambos también con el color de ojos rojo carmesí.
—Si tratan de pelear conmigo, no aseguro el bienestar de la familia de Louise, queridos "amigos", pueden dejar de demostrarme cariño.– dijo en sarcasmo. Detrás de ella aparecían un notable ejército de demonios, con un aspecto nada agradable a la vista.
La barrera que cubría el restaurante fue fácilmente rota por tales demonios que poseían igual fuerza que los demás vampiros.
—Con mi familia, no es el asunto. –la miró enfadada Louise, aún manteniéndose en pie—Steven déjame y ve por mi familia, prometiste protegerlos–el vampiro estaba en un gran dilema, no podía retractar su promesa, pero tampoco podía abandonar a Louise. Así que tenía que tomar una decisión.
—Drake y Elián, vayan a la casa de Louise. Protejan a su familia.– ordenó Steven, al darse cuenta que era su única opción.
—¿Eh? ¡Pero ustedes!– exclamaron ambos.
—¡Vayan ahora!–gritó.
—Se los ruego–dijo Louise mirándolos en súplica, ya que era la única opción en ese momento.
En segundos la mano de Lena fue atada por una cadena, para su sorpresa y de la joven fuerte, que por un momento se sintió aliviada.
—Háganle caso, yo les ayudaré.– una voz conocida sonó detrás de Lena. Erick en su forma vampírica, sostuvo el brazo de Lena con una de sus cadenas. Fue realmente una coincidencia, que él pasara justo en ese lugar y apreciara toda la escena, como si un mal presentimiento hubiera tenido.
—Y yo que pensé, que eras mi amigo. Después de todo eres un vampiro. Traidor.–jaló Lena la cadena, zafándose de ella. Y haciendo retroceder al albino. Mientras tanto aprovecharon tanto Drake, como Elián en ir a donde la familia de Louise.—¡Qué no se escapen!–gritó Lena viéndolos escapar.
—No puedo estar de tu lado si te metes con Louise–habló Erick reincorporándose, con la intención de atacarla.
—¡LENA!–gritó Louise con fuerza, provocando que Lena cambiara su campo de visión hacia ella.—Dime, ¿Realmente quieres deshacerte de todos lo que te aceptaron aquí? ¿Pretendes ser un títere sólo por venganza?