Esposa de un vampiro (eduv)

-A2- Capítulo 20 Despertar

"Mientras este a tu lado, no permitiré que nadie te lastime" Aquello que prometí desde la tercera vez que te vi, en este momento me maldigo en no haberlo cumplido. Si tengo que utilizar todo mi vigor para protegerte, lo haré.
Este cuerpo vacío, sólo vive para ese propósito, todo de mí ahora te pertenece, Louise.

El cuerpo de Louise se estremeció al sentir la fuerte voluntad de Steven, dirigiendo sus ojos al cuerpo herido del vampiro. Galthet al notar ser ignorado, la agarró de su delgado cuello elevándola del polvoriento suelo, la sensación de someterla le satisfacía, el dolor de aquel que le arrebató su momento de gloria y de aquella mujer que en estatus de poder le podría superar, pero ahora mismo tan sólo era humana con un gran sentido de voluntad, dentro de él sentía que sería mejor en dejarla viva, para él, ella podría ser más que un juguete.

—¡No toques a Louise, engendro!–Erick con total enojo al ver a Louise siendo ahorcada, estiró sus cadenas en dirección de Galthet, pero la gran fuerza de sus súbditos impidieron que el albino pudiera hacer algo para ayudarla.

Cuando Galthet miró a los ojos de Louise para ver su rostro de sufrimiento, su expresión era de frialdad total, ella jamás le mostraría sumisión por más daño que le hiciera. Sólo bastó unos segundos para que Galthet sienta ser cortado por una filuda y rápida arma. Sus brazos soltaron a la joven, al ser levemente cortado en ambos brazos, lo suficiente como para perder parte de su fuerza.

—Retrocede.

Louise lo miró sorprendida al ver a Steven parado delante de ella, utilizando toda la energía que le quedaba. Detrás ella, también Erick y Endra sufrían al ser atacados ferozmente por los súbditos de Galthet. El albino, no estaba curado de sus quemaduras en su totalidad.

La joven alzó su mano derecha sin dudarlo, y lo agitó en forma de media luna en dirección de los demonios, quienes sintieron ser golpeados por una gran fuerza que los inmovilizó de inmediato. En el brazo de Louise, se dibujaron líneas de marcas negras que se entrelazaban entre sí, los cuales, cada vez se entendían como venas en todo su cuerpo.

—Duele, mi cuerpo quema. Pero no me rendiré hasta que todos volvamos en donde pertenecemos. Lena, no te rindas.

La licántropo aún estaba en una profundo caos en su yo interior, su alma aún permanecía atrapada en manos de Galthet, pero su conciencia aún le pertenecía a ella. La parte racional de Lena por momentos relucía en su mirada, pero era en vano. Aún cuando huyera nunca tendría paz, ya que su corazón, estaba contaminado.

El ojiverde al ver la tristeza en los ojos de Louise, se acercó a ella tocándole el rostro con suavidad con ambas manos, Louise por primera vez sintió tranquilidad en Steven, sus ojos mostraban un ligero brillo al ver que aún podía tocarla.

—Toma mi sangre, Steven. Ya lo has soportado suficiente.–la mirada de Louise era intranquila, no sólo eran sus amigos por quien se ella preocupaba, aunque no le afectara lo que le pase al vampiro al ser herido y aunque aún no pueda confiar completamente en él, por no decirle toda la verdad. No toleraba verlo en ese estado, no podía permitirlo.

—Aún no, primero eres tú.

Para sorpresa de la joven, Steven cortó su palma de su mano con una daga, cada gota que derramaba se elevaron alrededor de Louise, para finalmente encerrarla en una cápsula de sangre. Aquello alteró los nervios de la joven, era como un suicidio su accionar, algo que podría dejarlo en un largo sueño. Antes que se cerrara por completo, los ojos de Louise miraron con intensidad a los de Steven.

—No tengas miedo en dejar que todo tu cuerpo fluya aquella sangre. Yo no permitiré que sigas siendo lastimada.

En ese momento, Louise comprendió sus intenciones. Quería que ella ya no sufriera al rechazar su propia naturaleza, era como si en aquella cápsula, la joven estabilizara todas sus emociones.

—Si esto permitirá poder protegerlos, si esto me dará fuerza, dejaré de resistirme.– miró ambas manos, mientras todo su cuerpo era invadido por aquellas marcas negras.-Juro, que te recompensaré esto Steven. Así que resiste.

—Lo haré. Yo también, tengo muchas cosas que decirte.

Galthet rechinó sus dientes, para luego bordear una sonrisa siniestra al ver la escena. Miró al costado suyo notando a sus súbditos aún paralizados, no dudó gritarles al haber caído en aquel poder desconocido.

—Inútiles, yo estoy rodeado de inútiles ¿Cómo es posible que se debiliten por alguien que es inferior a ustedes? Ahora mismo, ¡sólo me queda usar a Lena nuevamente! ¡Maldita sea!

La licántropo alzó su mirada hacia Galthet al escuchar su nombre, una mirada de esperanza relució en ella.

—Líder, esa mujer es muy fuerte, nuestro poder fue consumido por aquella onda de viento ¿Cómo es posible que alguien pueda tener tal poder? ¡¿Qué rayos es esa mujer?!– se quejó el mayor de sus súbditos.

—¡Excusas! Acepten que cayeron ante su debilidad.–volteó hacia Lena, con un rostro más tranquilo.—Ya que no huiste, ahora mismo no tendrás problemas en atacar a tus antiguos compañeros. Recompensa los años en que te crie.

—¡Sí, líder!

Lena se levantó de inmediato, como si recobrara toda su fuerza.
Miró fijamente el rostro de Endra y Erick, sin dudarlo, transformó todo su cuerpo en licántropo.

—¿Ahora qué me dicen de esto? Compañeros, hace mucho que querían deshacerse de mi por ser una híbrida.–miró de reojo a los demonios paralizados.—Ahora, ¿quién es el inservible?- ladeó una sonrisa satisfecha al verlos de esa manera, ella nunca se llevó bien con aquellos demonios.

—Bastarda...- murmuraron enfurecidos

—Si es posible, tortúralos Lena. Ellos, no me sirven.

Endra y Erick sintieron una gran amenaza en la mirada de Lena. De inmediato se posicionaron al no quedarles de otra, tenían que salvarla ¿Pero cómo? Si lo único que podían hacer es defenderse y no dañarla.




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