-A3- Capítulo 28 Los ojos del alma

El reloj colgado en la pared sonaba en tintineos ante el silencio del lugar. El sol ya iluminaba el lugar y dos vampiros esperaban con algo de cansancio la llegada de sus compañeros. Steven tan sólo estaba sentado en una de las sillas, sosteniendo un vaso de cristal. Ensimismado en sus pensamientos.

—Te ves bastante calmado, Steven.

—Lo estoy. Drake.

—¿Te has enterado de algo?–Su voz moduló curiosidad.

—Es sobre la familia Etrana.– Tomó un sorbo de agua, dejando el vaso sobre la mesa.

—¿Algo relacionado con Erick en específico?–Drake se dio cuenta de su estado de ánimo.

—Es sobre su habilidad, sabes que cada familia tiene una habilidad única.–Pasó su dedo sobre el vaso de cristal, para luego alzarlo hacia sus ojos.

—Sí, lo oí hace muchos años.–Dio un suspiró mirándolo de reojo.— ¿Acaso es algo más que no has podido decirle a Louise?

—No lo hice, porque aquello no funcionará si ella misma lo rompe. Ella no es débil, eso lo sé.– Miró hacia la ventana.—Toda habilidad es imperceptible entre vampiros, pero por ahora es sólo una suposición.

—Es decir, aún no lo has confirmado en su totalidad.–Esbozó un suspiro.—Has llegado a confiar mucho en ella. Tanto, que le confiarías tu propia alma.

Steven dio una pausa, al tratar de rectificar lo dicho.

—Tú alguna vez tuviste una esposa, dime ¿La amaste?

Los ojos de Drake se abrieron por lo dicho por el ojiverde, recordarla no era doloroso como antes, ocurrió hace más de un siglo. Pero aquel recuerdo de su amada, era aún nostálgico para él.

—No sólo la amé, ella fue todo para mí. Definitivamente alguien irremplazable.– Su boca bordeó una breve sonrisa.

—Es lo mismo para mí.–Sus ojos mostraron felicidad.

El rostro de Drake giró de inmediato hacia Steven.

—Te desconozco Steven, resultaste ser mucho más romántico que yo.–Rio Drake en brevedad.—Qué diría Louise si le muestras esa no tan agradable personalidad. Ni siquiera los otros vieron aquello en su totalidad, menuda suerte.

—Esa personalidad, ya ha sido enterrada junto a mi pasado.–Dio una pequeña sonrisa.—Además, hace mucho que ella vio esa parte de mi, aunque sólo algo pequeño. Como era de esperarse, desde principio supo como controlarme ¿No es ella la mejor esposa?

—¿Me pregunto, cuándo será la boda?–Bromeó por su entusiasmo.—Porqué oficialmente no lo es ¿Dónde están los anillos? ¿Dónde está el sí acepto?

—Esa es costumbre humana.–Golpeó un poco su hombro con su mano libre.—Los vampiros nos comprometemos con el lazo de sangre o alma. Es más práctico.

—Lo sé, lo sé. Pero no está mal imitar tradiciones humanas, de hecho, de esa manera sobrevivimos.–Miró todo el lugar.—Por cierto, sí que demoran todos en venir.

—Les dije que podían demorarse, pero siempre se exceden.–Tocó su cabeza frotándose.

—Sobre lo de Erick, ¿desconfías ahora más de él?

—Te seré sincero. Nunca confié en él, desde el principio.–Giró hacia Drake.—Pero desde el inicio, también no sentí malas intenciones de él hacia Louise.–Dio una bocanada de aire.—Acepto también que actué de manera precipitada desde un principio, es normal que entre vampiros no nos llevemos bien, menos entre familias poderosas. Protegerla sigue siendo mi deber, todos tenemos una debilidad, incluso ella. La desesperación puede llevar a hacer demasiadas cosas en el que te puedes arrepentir.

—Eso lo sabes más que nadie, ¿no es así?

—Sí.–Asintió.

Drake no sabía mucho sobre el pasado de Steven, pero tenía una breve sospecha de como fue él, y su relación con los incidentes de hace siglo y medio.

—Si realmente Louise llega a sentir algo por ti, definitivamente serás el primero en saberlo.–Golpeó en brevedad su pecho.

—Eso lo sé, ¿no has oído que la paciencia es una virtud?

—Sí, pero nuestros compañeros van a romper esa virtud.–Drake arrugó su entrecejo.

—El tráfico es terrible estas horas de la mañana.–Miró su reloj.— Pero sabes que teniendo a Elián junto a nuestros compañeros, hará lo que sea por llegar temprano junto a ellos.

—Por eso es bueno que él vaya.– Afirmó con la cabeza.—Y luego dicen que soy yo el irresponsable.–Cruzó de brazos.

Steven tan sólo lo miró fijamente, afirmando aquello.

—Bueno, si lo soy. Pero no tanto.– Alzó su entrecejo viendo a Steven.—Dime ¿Qué pasaría si Erick le hace algo "malo" a Louise?

Steven dio una respuesta inmediata.

—No me importará sacar esa personalidad en ese momento. Y lo cortaré en pedazos, hasta el punto de no poder regenerarse en su totalidad.–Alzó su pulgar derecho, con una sonrisa siniestra.—Será efectivo.

—Es una suerte que soy tu amigo. Una verdadera suerte.–Afirmó con nerviosismo.

—Pero, lo que menos deseo es que personalidad destruya lo que soy ahora. Me costó mucho llegar a este punto y construir lo que soy ahora. Demasiado tiempo.–Sus ojos cerraron, para luego ver el vaso de cristal fijamente.—Después de todo, no soy diferente a mi familia. No puedo cambiar el hecho de que llevo su sangre.

—Bueno, no es que sé sobre tu familia o cómo son. Sólo lo superficial, como todos los de nuestra especie. Pero debo admitir que te admiro por desafiarlos.

—Los he desafiado, pero no detenido.–Sentenció con un tono serio.—Ese es mi gran error.

—Creo que llamaré a Elián.– Drake se alejó a él al verlo con un rostro de seriedad, era mejor dejarlo solo cuando estaba en esa situación.

—Si me apresuro no habrá mucha diferencia, la vida de Louise y de todos de nuestro alrededor está en peligro. Si actúo por impulso, sólo empeoraré la situación de Louise. Es sobre todo Juliette quien me preocupa, estoy seguro que esa mujer se aliará con mis padres. Veré todo desde las sombras.–Sus ojos se tornaron rojizos.—Esta vez no frenaré mi fuerza, si tocan a mi esposa.–Apretó el vaso de cristal hasta romperse en fragmentos.