Manchas negras comenzaron aparecer en el aire, siendo estos vistos por todos los presentes, sin excepciones. Aquello podía ser sólo una cosa, demonios de alto nivel. Sólo había una mujer que tenía la habilidad de convocarlos, Louise se dio cuenta de inmediato que no debía de titubear, había vidas por proteger.
En aquella apariencia, el cuerpo de la joven Grinaida era más flexible y ágil. Abrió ambas manos y agarró con fuerzas las dos especiales pistolas que aparecieron en ellas, estirándolos frente a Nadia, quien ya ni se sorprendía por ver lo inexplicable.
—¿Piensas matarte?–Se dirigió en amenaza y cautela.
—Si eso quieres, entonces no te apartes.
Louise apretó el gatillo de una de las pistolas, al costado de la cabeza de Nadia, matando un demonio detrás de ella. La rubia se dio cuenta de que si no se movía, no habría piedad. La personalidad de Louise, era más agresiva en esa forma, de aquello se dio cuenta Nadia. Tragándose su orgullo se apartó de inmediato y se escabulló no muy lejos de ella.
Luego de aquello, el cielo se cubrió tanto de demonios, como de balas. No eran tan ruidosas, pero si muy acertadas. La manera de moverse, atacar y defenderse era tan rápida, que incluso Nadia se sorprendió de aquello. No había duda de que aquella mujer no tenía ni una pizca de humana frente a sus ojos, para Nadia, Louise era igual que aquellos horripilantes demonios.
Rocío utilizó su habilidad como protección de la espalda de Louise, sus raíces se movían al ritmo de la ojiazul, aquello le permitió seguirle el paso sin detenerse, como también atacar desde mucha distancia, mientras aún cubría a ambas amigas con sus raíces.
Louise sonrió por tener a una compañera de tal habilidad, era muy eficiente y precisa. Su presencia era muy oportuna.
—¿Puedes pararte?–Preguntó Fany a Dana aún sosteniéndola de ambos hombros.
—Si. Ya me estoy calmando un poco, pero mi cabeza no ¿Qué deberíamos hacer?
—Lo siento Dana, estoy tan conmocionada que ni puedo pensar.–Suspiró.—Aunque a veces decía que Louise no era humana, sólo lo decía en broma. Nunca creí que en realidad tenía razón.
—En eso tienes razón, incluso yo pensaba que estabas loca por pensar aquello. Y se supone que incluso ahora puedo ver espíritus, demonios y tantas cosas que no son fáciles de asimilar y explicar. Es ahora de que me doy cuenta que no sabía, más de lo que imaginamos de ella.
—Sabes que te creo y tienes razón. Incluso ahora es la primera vez que veo demonios..–Los ojos de Fany se abrieron de sorpresa.—¡Un momento! ¿Por qué también los veo? Entonces yo también...
—Los humanos normales pueden verlos, son demonios de alto nivel.–Explicó Rocío sin apartar la vista de Louise.
—Ya me estaba entusiasmado...–La expresión de Fany mostró desilusión.
—Entonces hay cosas que uno puede ver sin tener este don. Pero creo que no los sientes, es decir su energía, ¿verdad?– Aún con el dolor de cabeza, Dana trataba de calmar sus nervios. Y volteó hacia Fany para notar algún cambio en ella.
—Sí, no siento nada.–Negó con la cabeza.
—Entonces Rocío, ¿tú qué eres en realidad?
—Yo..., soy una Dríada, pero nací como humana y renací en esta forma. Soy una híbrida y también soy algo así como la hermana de Louise
—¿Driada?–Se preguntó Fany.— ¡Ah! Recuerdo aquello en un cuento que leí de fantasía. Ahora entiendo la aparición de estas raíces.–Sus ojos se abrieron grandes al procesar una importante información.—Espera dijiste, ¡¿hermana?!
—¿Cómo puedes ser su hermana? Ella sólo tiene un hermano.–Dana trató de entender la situación.
—Es una larga historia, que es mejor que ella les explique.
—Pero, ahora mismo es imposible.–Miró Dana arriba suyo.
—Yo también me sorprendí por su aura siniestra la primera vez, pero puedo dar crédito que por ningún motivo ella permitiría que sean lastimadas. Ustedes, deben conocerla aún más.
—Nosotras, sólo estamos sorprendidas.–Afirmó Dana.
—Y entonces, esos demonios ¿por qué aparecieron de repente? ¡Y la están atacando!–Indicó Fany.
—No sé los detalles. Pero Louise tiene al parecer muchos enemigos, que no son comparados con Nadia. Es como una lucha entre seres de oscuridad.
—Creo que entiendo, pero muy poco ¡Ah! Si esto lo ve los demás será muy peligroso para ella. ¿Qué hacemos?–Fany habló nerviosa.
—Tal vez no se aprecie bien, pero estamos encerradas en una barrera hecho por un vampiro. Sólo ellos tienen la capacidad de crear esto.
—¿Barrera? ¿Vampiros? ¿Cuántos seres más van aparecer?
—Es decir, Louise está siendo atacada por un vampiro. Entonces esos seres, ¿son sus subordinados? ¡Son demasiados!–La expresión de Dana se volvió tensa.
—Esa es una buena apreciación. Es lo más probable.–Afirmó la Dríada con su cabeza.
—¿Qué hacemos?
—Creo que no será necesario preocuparse. Por lo poco que la conozco, ella disfruta un poco estar en ese modo de lucha, sus ancestros eran iguales, por lo que sé. Es muy fuerte, no será difícil para ella desaparecerlos ¿Acaso no confían en ella?
Tanto Fany como Daba tragaron saliva y se limitaron al mirar al no poder hacer nada. Ciertamente Louise no se le veía cansada, de hecho estaba muy concentrada en la pelea.
Rocío aumentó la fuerza de sus raíces al ver que demonios aún más fuertes, ahora quedaban frente a Louise. La joven Grinaida aceleró sus movimientos y los atacó cuerpo a cuerpo sin importarle ser herida. La recuperación de su cuerpo era más rápido que antes y ella sólo quería acelerar las cosas.
Pero en el momento menos esperado, ciertas cosas pueden pasar. Aunque Nadia utilizó aquella cuchilla sobrante que guardó, para defenderse cuando se acercaba un demonio. Uno de ellos, quién tenía forma de pájaro, agarró a Nadia desprevenida de su espalda y provocó que ella botara la filuda arma. La elevó muy alto y amenazó en botarla en el acantilado si Louise lo atacaba.