Fany miró nerviosa como cada visitante subía por la alta ventana con total agilidad. Además de lo silencioso de su entrada, fueron cautelosos en no hablar alto.
—No sabía que nuestra habitación podía albergar diez personas.-Murmuró ella.
El último en subir fue Zen, quien se distrajo con la vista del lugar y demoró un poco en subir, quedando este sobre el marco de la ventana. Poco segundos después giró su cabeza y su ojos miraron la de Fany con una sonrisa en su boca.
Aquella escena podría ser muy bella, pero Dana sabía que ninguno de los visitantes eran humanos, su cuerpo se estremeció por sentir tantas presencias tan fuertes, que su mirada mostró sorpresa de sólo pensar que siempre estuvo rodeada de tales seres. Ella lo sabía ahora, pero Fany no tenía idea que quien le atraía no era un ser humano. No podía decirlo ahí mismo, no sería lo correcto. Ni la situación lo ameritaba, todo podría darse a su tiempo, así que no intervino.
Sin embargo, Fany no era incrédula, en su interior simplemente negaba ese hecho.
Drake se acercó sin titubeos a la bella bruja y esta sólo asintió a su saludo, el albino saludó a Louise acercándose a ella y pasando de largo de Steven. El ojiverde no hizo nada, no tenía por qué ser cauteloso por simples detalles, sabía de la complicidad en la mirada de la joven con él mismo, que no ameritaba mostrar actos pasados. Pero eso no quitaba, el hecho de que debía protegerla.
Por primera vez Rocío fue presentada, todos sorprendidos por tal revelación. Steven sabía de los actos de Atlha, ya que tuvo contacto con ella en el pasado. Pero nunca imaginó que tuviera cierto poder, en emerger una vida de otra desvanecida.
Si todas ellas desaparecían en ese momento de su cuarto, sería muy extraño para la inspectora, no había problema de resolver tal situación con la ayuda de August. Su poder era muy útil en situaciones así, pero no para una pelea en donde no resistiría. Después de todo, él sólo es un híbrido.
Cuando el reloj de mesa sonó en un tintineo ser las nueve de la noche.
El ambiente se distorsionó de forma muy confusa y poco después, no se oyó ningún ruido externo.
En el mundo existes miles de dimensiones, Juliette se había apropiado de una de ellas. Sólo estaba esperando que todo quedara encajado, que todos estuvieran en el lugar correcto y el tiempo exacto.
No iba ser tan arriesgada en juntarlos en sólo lugar, así que simplemente separó a todos a su suerte.
Todos estaban distribuidos en la "nada".
—¿Qué pasó? Este lugar, está oscuro.-Rocío miró a todos lados por el repentino cambio de ambiente, hasta que notó dos presencias cercanas hablar.
—Es por que tomaste mi mano, que terminé en este lugar contigo. Que desafortunado, ni siquiera puedo ir a dónde está Louise.
—A esto se le llama destino, bella dama.
—Oh, así que no estoy sola.-Intervino Rocío dando un suspiro y yendo hacia ellos.-¡Me alegra verlos chicos!
—¿Rocío? Entiendo. Al parecer nos separaron por grupo y como nosotros estábamos cerca, todos fuimos llevado a este lugar.-Explicó Endra.
—Por lo que siento, hay un campo que no nos permite irnos a otro lugar, ¿qué se supone que haremos?-Divisó Rocío.
—Primero gusto en conocerte Rocío, no te saludé apropiadamente.-El vampiro tomó su mano para saludarla, por lo que Rocío sólo sonrió con timidez a su repentina acción.
La bella bruja suspiró con pesadez y habló de inmediato:
—Corta el rollo de tus "modales" Drake, queremos soluciones rápidas.
—¿Estás celosa Elva?
—¿Elva?-Rocío habló confundida al ese no ser el nombre que le dijo ella en un principio, la bella bruja movió ligeramente su dedo hacia su boca, para que ella no hablara de ese tema.
—Seguimos perdiendo el tiempo, ¿sabes que nos podrían atacar en cualquier momento?
¡Como ahora!
La bruja retrocedió agarrando la manga de Drake al notar un especie de cuchillas negras, atravesarse cerca de ellos. Pero lo esquivaron con agilidad.
—¡Tienes que estar atento! Que aunque no puedas morir, ¡nosotras sí!
—Pero te preocupaste por alejarme.-Resaltó el vampiro.
Endra simplemente ignoró su comentario y giró hacia Rocío.
—Por lo que veo es un demonio de alto nivel y además posee armas. No se preocupen, yo me encargo de él.-Alzó ambas manos la Dríada.
—Espera. Te ayudaré Rocío.-La bruja se acercó a ella dirigiendo su vista al frente suyo.
Drake se apresuró en sacar su arma, una cuchilla en forma de media luna, atacando al demonio cuando este se acercó y matándolo al darle al corazón.
—De nada.-Sonrió con satisfacción ante la mirada de ellas dos, que apenas iban a atacarlo.
—¿Y qué me dices de ese grupo que viene? Creo que será mejor unirnos, no seas engreído. Rocío, ataquemos juntas.
—Por supuesto.-Miró su mano.—Es un territorio difícil de moverme al estar vacío, pero aún tengo mi vitalidad.
Drake suspiró al ver su molestia y habló de inmediato:
—Está bien, no se molesten, sólo quise que no se lastimaran. Pero por lo que veo eso será difícil.
Ambas sólo pronunciaron en unísono:
—No nos subestimes.
Muchos demonios grises aparecieron de la espesa oscuridad. Sin titubear, ambas no dudaron en atacarlos, Rocío de inmediato los envolvió con sus raíces hasta asfixiarlos a muerte y Endra les cegó la visión, para después lanzarles un polvo venenoso directamente a sus rostros.
—Realmente son mujeres letales.-Sonrió Drake, para después unirse a la pelea.
Varios minutos pasaron y el número de demonios de a poco disminuía, los tres se sentían algo agotados. Así que dieron su mayor esfuerzo por derrotar al grupo restante.
Las raíces de Rocío no sólo eran lisas, muchas de ellas podían cortar todo lo que tocara. A pesar de que nada de la naturaleza la rodeaba. Había recolectado algo de energía de ellas para una situación así, acción que le favoreció enormemente.