Un susurro se oyó en penumbra.
—Como si fuera entregarles la sangre grina y la espada.–Suspiró.—También me subestiman.
Sólo una pantalla de los miles que hay, ahora se encontraban apagadas, aquella única pantalla reflejaba la imagen de todos, mientras todo el lugar estaba en completa oscuridad alrededor de ella.
Los ojos rojos de Juliette, se iluminaban con codicia.
—Pudimos ser familia señor y señora Valkhimia, pero su hijo es realmente un idiota. Deseo tanto tenerlo en mis brazos y clavarle el Kali en el corazón.–Tocó su pecho.—Steven querido, no habrá mayor satisfacción para mí corazón roto.
Juliette se sentía rebosante de energía, ni ella sabía la razón de esa satisfacción de estar en óptimas condiciones. Cuando su deseo era más abrumador, la energía negativa crecía cada vez más en su cuerpo, como algo adictivo. Mientras su cordura cada vez parecía ceder ante la locura.
Una sombra negra se podía notar detrás de ella, cubriendo poco a poco su cuerpo, aquella sombra se notaba cada vez más, formando una silueta humanoide que abrazaba el cuerpo de Juliette. No había un cuerpo físico, ni ella lo podía sentir.
Una voz masculina pareció resonar en su cabeza.
«Sigue tus deseos»
—No daré un paso atrás.
(***)
Dana sostuvo la mano de Fany para retroceder. Tomaron el cuerpo de Nadia y la llevaron lo más lejos posible del lugar en donde se presagiaba una lucha.
Fany de inmediato dio dos pasos adelante cuando llegaron a un lugar seguro, soltando a Nadia sobre el oscuro suelo.
—Dana, cuida a Nadia.
—¡Fany! ¿A dónde piensas ir? Sólo somos seres humanos, ¿cómo podremos ayudarlos?
—Tenemos la pistola que nos dio Louise.
—¿No lo oíste? Esos sujetos son vampiros y de sangre pura, fuimos entrenadas para matar demonios. Aún así hay demonios que no pudimos matar.
—¡No hay diferencia! ¿Quieres que sólo espere? Eso sería cobarde.
—Esto no es cuestión de cobardía, esto es sólo imprudencia. Aún sabiendo las consecuencias.
—Ayudaré a Zen.
—¡Maldición Fany! Incluso él es muy fuerte. Basta con defendernos nosotras ¿No te das cuenta de que sólo estorbaremos? Piensa en Louise, ¿tú crees que sólo nos entrenó para matar? ¡Nos entrenó por que estaba preocupada por nosotras sí algo así sucedía, quería que aprendiéramos a defendernos! Incluso nos entregó su propia arma.
—Pero, no quiero ver que sólo salgan heridos mientras nosotras sólo nos escondemos.
—Sé que no eres una cobarde, Fany somos compañeras y somos un equipo ¿No es así como nos entrenó Louise? Para protegernos a ambas. Y si confías en Zen, creerás en él ¿No crees que se sentirá peor si sales lastimada?
Dando un suspiro de resignación, Fany retrocedió donde Dana guardando su arma.
—Dios, no puedo refutar nada, ¡tienes mucha razón!
Dana por fin pudo respirar más tranquila y señaló que sólo se sentara a su costado.
Fany estaba segura que a pesar de que Zen emitía una seguridad abrumadora, no hace poco que se sentía cansado y ahora había transformado su cuerpo en un ser que parecía ser mitad serpiente, aquellas gruesas escamas rojas habían rodeado todo su cuerpo, sin embargo no estaba segura como recuperaría su energía y no solo ella se preguntaba eso, sus compañeros y amigos también estaban consternados al ver a Zen en ese estado, dándose cuenta de que no sólo por ser joven no podía controlar sus impulsos.
Los demonios son seres muy crueles por naturaleza, aún más salvajes que los vampiros, al ellos no estar tan relacionados con la civilización humana, es por ello que Zen también era tan brusco e impulsivo. Además de ser demasiado inusual, que un vampiro y un demonio procreen entre diferentes especies. Y al parecer el gen vampiro predominaba en él, siendo así que no pudieron sentir nunca nada demoníaco en Zen.
Blade Valkhimia poseía una espada de doble filo de arma que ahora mostraba, tanto Elizabeth como él poseían la habilidad de creación, al ser de la misma línea sanguínea, por ello también tenían el mismo apellido.
—Yo protegeré la barrera, trataré de alejar a Endra sin dañarla. Tal vez así, ambos despierten.–Susurró Rocío a Drake.
—Entonces yo pelearé con Erick, no perdonaré que le haya hecho eso a Endra.–Sus ojos lo miraron con frialdad.
Elián tocó su hombro al verlo intranquilo.
—Drake, yo también te acompañaré. Al parecer Zen, resultó demasiado importante en esta pelea, aunque también me preocupa su confianza.
Lena volteó la mirada hacia ellos tres y habló con determinación. Su mirada sólo mostraba tristeza.
—Yo.., ayudaré a Zen. No quiero notar que le harán.–Sin dudarlo fue al lado de Zen saltando hacia él. Sin ni siquiera escuchar sus respuestas.
La familia Valkhimia ya había atacado a Zen sin dudarlo y este se defendió con sus garras y las escamas de sus brazos, que podía ser usado como escudo con mucha precisión. Pero Zen necesitaba algo más para estar en un buen estado. Tenía mucha hambre y eso no era bueno.
Lena de inmediato saltó sobre Elizabeth, agarrándola del cuello con fiereza. Elizabeth la empujó al reaccionar, apuntándola con una espada roja, dónde la forma de este era curvada. Rocío al ver esto, creó con sus ramas una especie escudo, que logró agarrar Lena al tomarlo del aire luego de ser lanzado por Rocío.
Zen al ver esto, gritó alto.
—¡Eso es Lena! ¡Saca tu fiereza desde el interior! Si la dejas inmóvil, será mejor.
Blade lo apuntó con su arma.
—Vampiro impuro, ¡no te confíes!
—Ah...¿Quién se está confiando? Tu esposa es bella, pero tiene tan mal carácter, deberías estar feliz que desaparezca.
Apretó Blade su espada con más fuerza.
—Te atreves a desafiarme.
—Oh, no quiero desafiarte, quiero matarte. Pero somos inmortales, que dolor de cabeza...
Mostrando molestia de su presencia, con sus manos Zen empujó a Blade metros de él.