-A3- Capítulo 47 Una existencia superior

Louise tenía un sentido único y agudo de los seres que veía, y por primera vez era consciente de la rara esencia que transmitía Juliette. Era ella en cuerpo y alma, pero a la vez no. Por un momento pensó que se debía al sacrificio de alma, pero definitivamente no era eso solamente.

De espalda a espalda, Louise y Steven mataban a los demonios que iban a su ataque sin titubear. Steven peleaba con un ánimo único y una sonrisa que ahora no podría ser borrada fácilmente. Mientras que Louise con la espada Kali, con un solo movimiento de su mano derecha mataba a cientos de ellos.

Al otro extremo y confiando en las habilidades de Zen, él también ayudaba a proteger a sus amigos de los ataques de los demonios. Fany no era excluida de esto, el arma que poseía era mucho más efectiva que antes, ahora que poseía poderes sobrenaturales debido a Zen.

Con los ojos aún resplandeciendo de un tono carmesí, Fany se halagaba a si misma como si se hubiera convertido en la protagonista de una novela de fantasía.

—Dana yo... Realmente me he vuelto alguien genial ¡Creo que estoy soñando!

Dana viendo como un demonio estaba detrás de Fany, su cuerpo se escarapeló por el susto.

—¡Fany, no te distraigas!

Volteando de inmediato, Fany logró disparar al demonio, pero su hombro fue rasgado por ese ser. Viendo fijamente su hombro sangrar, antes que pudiera decir que le dolía la gran herida. Este sanó frente a sus ojos.

Volteando hacia su amiga, Fany exclamó sorprendida.

—¡Dana, soy inmortal!

—¡Sólo has obtenido el poder para regenerarte debido a Zen!
Así que no hagas nada imprudente, que podrías morir y también Zen lo hará.

Antes que pudiera decir algo, la voz de Zen se oyó detrás de ella.

—Eso es verdad. Fany.

—¡Ah! Lo siento...

—No hay problema, si quieres puedes divertirte con ellos. Yo los paralizaré por tí y podrás practicar tu tiro al blanco sin ningún problema.

—¿En serio? ¡Eso me ayudaría mucho!

Dana murmuró cansada.

—Estos dos, se complementan demasiado bien. Están en su propio mundo...–Su mirada se dirigió hacia la rubia, extendiendo su dedo hacia los orificios de su nariz.—Ella aún respira bien, si resiste un poco más sobrevivirá. Están ocupados ahí como para ayudarla, esta mujer sí que es desafortunada...

Juliette miraba con recelo como cada demonio en su poder caían como moscas echándole repelente. Sus ojos se dirigieron hacia Steven y estirando su brazo derecho, con voz seductora se dirigió a él.

—Tu resistencia es buena. Pero mi adorado Steven, ese no es el lugar que te pertenece.

Juliette moviendo levemente su mano, una sombra oscura capturó el cuerpo de Steven, apareciendo él delante de Juliette sin poder moverse. Las manos pálidas de la pelirroja abrazaron el pecho del vampiro con total lujuria. Su boca roja se acercó a la oreja de Steven, hablándole con total seducción.

—¿No sientes nada cuando te toco?

—¿Qué demonios debo sentir?–Respondió con frialdad—Ya fui capturado una vez. No quiero estar lejos de mi esposa, soy un esposo bastante fiel.–Su boca sonrió desafiante.—¿Sabes que es repulsivo que me toques?

Juliette sintió en ese momento el impulso de querer arrancarle la boca.

Viendo el rostro de Louise no gesticular molestia, Steven parecía que quería llorar de decepción.

—«Mi querida Louise, ¿por qué casi nunca te pones celosa? ¿No me llamaste tu esposo hace unos minutos?»

—¡Sólo eres una mascota entrenada por ese monstruo que llamas esposa!

—¿Crees que te tendré paciencia?

—Steven, ¿qué debo hacer contigo?

Cuando el vampiro trató de zafarse de ella, no pudo mover ningún músculo suyo.
Por primera vez Steven sintió que la fuerza de Juliette era superior que la suya, ¡eso era imposible!

—Siempre tan ansioso de ser amado, aferrándote a una mujer que sólo compartes un vínculo a la fuerza. Sólo estás obsesionado con ella, Steven. No sabes qué es amar a alguien.

La mano derecha de Juliette tocó su mentón y lo miró de manera codiciosa.

Steven al notar sus intenciones, sólo dio un suspiro amargo.

—Tú eres la única obsesionada aquí ¿Debo saber por ti lo que es amor? Nada cambiará el hecho de que amo a Louise.

Las uñas afiladas tocaron el cuello de Steven de forma violenta, apretándolo con rabia.

—Amarla..., sólo debo matarla y morirás ¡Es tan sencillo matarlos! 
¿Con quien crees que te enfrentas?

La boca de Juliette repentinamente brotó sangre de su boca. Sintiendo ella su estómago sangrar.

Steven movió su cuerpo hacia adelante.

—Que mi cuerpo no se pueda mover, no quiere decir que no pueda invocar mi lanza.

La mirada de Juliette se volvió siniestra y oscura, pero antes que hubiera algún movimiento suyo. Louise la atacó sin ser notada por completo, moviéndose Juliette hacia atrás. Tomando a Steven de la cintura, Louise mencionó con autoridad.

—No toques a mi esposo.

La cara de brillante felicidad de Steven como un cachorro contento, hizo que Louise reflexionara de las palabras que acaba de mencionar enfrente de otros espectadores. Sintiendo un ardor en sus mejillas.

La pelirroja movió sus labios con arrogancia.

—Ah... Es cierto, ya pasó un año. Aún recuerdo cuando ni siquiera eras consciente de tu realidad y ahora te crees superior sólo por ese sucio origen tuyo ¡Yo también he esperado este momento por mucho tiempo! ¿Te gustó mi regalo?–Extendió ambos brazos.—Me quitaste a mi prometido y no te lo daré ni muerto. Además, me serás más útil muerta.

Desapareciendo la espada Kali, Louise estaba dispuesta a luchar cuerpo a cuerpo con Juliette al no poseer ninguna arma.

—Deja de ocultarte detrás de esos demonios. Es molesto.

Juliette movió sus brazos y desapareció a los demonios que había invocado.

Steven pensó un poco confundido.