Sin poder ver más a Steven soportar tal ataque, Louise golpeó con la fuerza del viento en dirección a Kendran, aliviando el peso en Steven. De forma simultánea, también él hizo aparecer sus espadas arriba de Kendran, para distraerlo al arrojarlo directamente a su cuerpo.
Louise no dudó en seguir su moviento al evadir su ataque, para atacarlo con más ferocidad con el Kali. Yendo detrás de ella Steven para brindarle
su fuerza de forma simultánea. Pero la capacidad de defensa de Kendran era rápida, y parecía moverse ligeramente en el aire, había algo que hacía que el movimiento de los dos no sea tan rápida, algo asfixiante que Louise podía sentir.
Y le produjo un deja vu.
El padre de Louise absorbió la energía negativa de Steven cuando él enloqueció. Aunque los pensamientos de Steven no fueron tan maliciosos de joven. Se dejó llevar por el dolor contenido y el deseo de obtener venganza, deseo que Jared pudo contener al poseer sangre divina, sin afectar demasiado su cuerpo y mente. Pero aunque Kendran posee un resentimiento aún mayor de tiempo e intensidad que Steven, no había forma de igualar la situación. Y jamás podría hacerlo razonar, menos tenía la intención de hacerlo.
Pareciera que toda aquella fuerza viniera directamente de ese resentimiento, que lo había controlado completamente.
Más aquel quien lo guía como una abrumadora sombra a su merced.
Si quería ver su cuerpo debilitado. Tal vez esa opción no sea de todo errado. Pero también las consecuencias eran enormes. Como perder el control de su propio cuerpo. Y aún peor. Perderse a ella misma.
Moviendo su mano hacia adelante, Steven nuevamente detuvo el ataque de Kendran con aquella barrera, mientras Louise se reincorporaba para atacarlo con más precisión.
Antes de volver atacarlo, Steven habló con claridad hacia Louise.
—Me puedes usar como escudo tanto como quieras. Aún si no lo haces, yo lo seré.
Tal vez no lo dije apropiadamente antes, pero te lo diré ahora.–Sus ojos carmesí profundos se dirigieron a la de ella.—Mi vida, es tuya.
Esta última frase género un conflicto en la cabeza de Louise.
Y su respuesta fue directa, pero sincera.
—Si me dices eso de esa forma tan obstinada, entonces yo también lo seré, no dejaré que esa vida desaparezca. No lo permitiré.
Steven bordeó una sonrisa feliz al escuchar su respuesta, sintiendo Louise apretar su corazón.
—Repugnante.
Esta palabra congeló el buen ambiente. Dando pasé a una mirada de hostilidad por parte de Steven.
—¿Qué es repugnante?
Esa palabra es lo que siento al verte.
Kendran tocó su barbilla, mirando de forma de directa a Louise con desprecio.
—Solo creo que enamorarte de un monstruo, merece un mérito.
—Incluso cuando la veo cortar cuerpos sin piedad, ella no dejará de ser hermosa. –bufó de manera breve.—No solo eres un desquiciado, también estás ciego.
La expresión de Kendran fue un lío de gestos.
—Esa debería ser mi frase.
Sintiendo ya la barrera romperse, Kendran los atacó con más fuerza.
La espada Kali resonó al chocar contra la espada oscura. Moviendo ambos su mano de forma rápida y ligera al igual que su cuerpo. Este choque se repitió de forma violenta unas diez veces. Hasta que Steven intervino tratando de cortar su cabeza en un corte rápido. Sin embargo Kendran inclinó hacia un lado su cuerpo, agitando su espada alrededor de él para separar a ambos e impulsarlos al exterior.
Al notar a Lena detrás de ellos, con un rostro que denotaba no saber cómo ayudarlos. Kendran mandó hacia ella un demonio que resurgió del piso, sorprendiéndola por lo repentino que fue.
—Lena, ya que estás muy aburrida ahí. Te mando un poco de diversión.
—Tú...–Rechinó sus dientes, evitando mirarlo directamente.
—Oh, ¿prefieres que tenga el rostro de alguno de tus padres?
—¡Cállate!–Golpeó la punta de la espada sobre el suelo, aún sosteniéndolo del mango.
Steven volteó hacia ella tratando de alentarla.
—Lena, utiliza el arma que te di.
Es bastante ligera, lo podrás mover.
En pocos segundos, Kendran se posicionó detrás de ellos, bloqueando el acceso a la licántropo.
—Ni piensen ir allá, el asunto es aquí conmigo. Estábamos divirtiendo bastante bien.
¿Ya se aburrieron?
La respuesta de Steven fue breve.
—Notar tu existencia, me asfixia.
—Demasiado. –afirmó Louise.
—Si ya se cansaron de pelear– su voz sonó fría—, entonces ya puedo empezar a matar.
Lena levantó la espada, apuntando el arma al demonio de facciones grotescas.
—No pienso morir, ¡no te daré ese gusto!
La mirada de Lena solo mostraba su determinación en dar lo mejor de sí, para no volver a causar problemas a Louise y Steven.
Tras mostrar una sonrisa de lado. La mano derecha de Kendran indicó al demonio en atacarla sin piedad.
Moviendo Lena la espada hacía la dirección de aquel ser con ataques torpes, pero a la vez seguros al detener sus golpes directos. Su agilidad en moverse, era su mayor arma.
La espada oscura de inmediato fue dirigida hacia Steven y Louise. Evadiendo ambos ese ataque y yendo hacia él de forma directa para devolver el ataque con más fuerza. No importa cuánto costara. El objetivo de Steven era cortar su cabeza y luego sus extremidades. Y así Louise tuviera una oportunidad de clavar el Kali en su pecho.
Esta acción repetida lo notó Kendran y lanzó su espada hacía el brazo de Steven, mientras detenía el ataque de Louise con su mano izquierda.
De un corte rápido, el brazo derecho de Steven fue separada de su cuerpo, cayendo al piso junto a su lanza.
Apretando su hombro, el dolor desgarrador fue soportado por él y apretó su hombro para que dejara de sangrar.
Louise también sintió aquel dolor. Ante su mirada aturdida por lo sucedido, dejó de atacar a Kendran y se paró a respirar de manera profunda.
Sabía que ella no podía recibir algún corte en su cuerpo si Steven era herido, menos morir, si él lo hacía. Pero sentía su dolor interno claramente.
Su frustración y odio a sí mismo.