Esposa de un vampiro (eduv)

-A4- Capítulo 55 Esperanza

Unos cuantos días pasaron, pero nada fue contado.
Incluso Rocío recordaba poco de lo sucedido. Solo sabía que por fin el culpable de la masacre del clan Grina, había sido derrotado.
Cumpliendo el objetivo de proteger a Louise, una primordial tarea a cambio de una segunda oportunidad para vivir.
La angustia que ellos sentían y lo que pasaron aquel día, no querían que también sus amigos lo sintieran.

Zen analizó a Steven, caminando alrededor de él. Puso su mano en su mentón y luego preguntó curioso.

—¿Qué es esto? ¿Un funeral?
Acaso tu esposa... ¿Te dejó?
Eso si un apocalipsis para Steven.

Steven solo suspiró mirando a otro lado.

Elián se interpuso en su camino.

—¡Zen!, deja al maestro en paz. Si no te dejará sin postres por un mes.

Zen lo miró de reojo con una sonrisa triunfante.

—Ya no me puedes amenazar. Eso era antes de comprometerme.
¿Ahora quién es el soltero amargado aquí?

Elián bufó con sarcasmo.

—¡Ha! Como si quisiera ser tan imprudente como tú.

Drake interrumpió, mientras lavaba algunos platos.

—Tener a una mujer importante a tu lado, es muy especial. Elián, estoy seguro de que lo entenderás cuando alguien rompa ese corazón de hielo y acero que tienes ahí adentro.

Elián sintió un doble combo de molestia.

—¡Ustedes dos!
Solo dejen al maestro en paz. –lo miró de reojo.—Aunque...

También Elián tenía curiosidad en saber qué es lo que tanto pensaba Steven, verlo serio no era usual. Aun cuando sabían que la seriedad de Steven significa peligro.

—Maestro...
¿Está realmente bien?

—Sí, solo pensaba...
¡Qué tipo de comida perfecta debo hacer para el cumpleaños de Louise!

El rostro de Elián se desencajó de inmediato.

—Maestro no está hablando en serio...

Steven sonrió ampliamente.

—¿Cuándo no he sido serio con cosas tan importantes, como el cumpleaños de mi esposa?

—Pero falta, si no me equivoco, ¡más de dos meses!

Steven no dudó en responder alzando dos dedos de su mano derecha.

—Ese es poco tiempo.

—Pero. –suspiró de forma cansada.—Está bien, no diré nada sobre eso...
Ayudaré en lo pueda, al igual que la otra vez.

—Sabía que podía contar contigo, Elián. –asintió gustoso.

—También soy el único confiable aquí... –murmuró.

Zen gritó fuerte, dirigiéndose hacia Elián.

—Señor confiable, ayúdame entonces a pelar las papas restantes. Ya se enfriaron. –Señaló la cocina.

—¿No te cansas burlarte de mí, vampirodemonio?

—¿Se supone que esa fue una broma? Por favor, ¡sigue siendo serio! –Zen rio a carcajadas.

—¡Avanza! –lo pateó avergonzado. Siendo evadido por Zen al escapar.

Drake habló de repente al verlos a ambos estar en su propio asunto.

—Hay algunas cosas que no cambiarán.

Steven asintió con la cabeza.

—Sí, de hecho se llevan mejor que antes.

El vampiro lo vio fijamente, recordando las palabras que Endra le dijo en el pasado, palabras que prometió jamás decirlo.

«Lo podría interpretar como si ella morirá pronto, aún peor, como si ella nunca debió existir.»

Drake terminó lo que estaba haciendo y se acercó a Steven sin dudarlo.

—¿Qué es lo que realmente pasa?
Debe ser algo involucrado con Louise, solo pones esa expresión cuando se trata de ella.

Steven elevó su mirada hacia él, al ser acertada sus palabras.

—Hay tantas cosas que quise realizar, pero no todas las pude hacer realidad. Sin embargo, hay algo que deseo desesperadamente cumplir.

—Steven, eres alguien con una esencia única para ser un vampiro. Y también alguien terco y con mucha voluntad. Sea lo que sea que realmente te distrae.
No te olvides que tienes amigos.
Y tampoco olvides, que has llegado tan lejos, porque nunca te rendiste.

Steven solo sonrió al escuchar palabras tan honestas de parte de él. De hecho, nunca creyó oírlas de su boca.

Sin embargo, ya no quería decir más.

—Por cierto, ¿qué pasó con Endra? Te he visto animado los últimos días.

—Bueno, hay cosas que se tiene que empezar desde cero.
Pero no me arrepiento recordar.
Me siento vivo de nuevo. Porque tengo una nueva oportunidad, soy feliz mientras puedo verla.
Así que comprendo cómo te sientes Steven. Más de lo que crees.

Steven meditó por un momento y no tardar en ser directo con su pregunta.

—¿Recordar te hace feliz?
Incluso, ¿si es un recuerdo doloroso?

La expresión de Drake se tornó sorprendida, al notar el cambio de tono de voz de Steven.
Pero no tardó en contestar.

—Un recuerdo, es un recuerdo.
Hay cosas que no se quiere olvidar, así que hay cosas que el corazón no olvida.

Steven asintió levemente.

—Tienes razón, incluso yo tengo cosas que nunca podré olvidar.

De forma repentina, la voz de Lena resonó al entrar al restaurante. Con las cosas que le habían pedido traer.

—Chicos, ya llegué.

Steven observó que tenía un rostro cansado. Por lo que no tardó en agradecer su entusiasmo.

—Gracias Lena.

La voz de Elián se oyó al notarla.

—¡Ey Lena! Ven rápido, tenemos que terminar de preparar los ingredientes principales. Maestro, también ayude.

—Por supuesto que lo haré.

Lena se apresuró hablar.

—¡Ahí vamos! Hace calor afuera, ¡necesito beber agua primero!

—Rápido, toma algo del refrigerador. –Señaló Zen.

—Es bueno disfrutar de estos momentos, ¿no Drake?

Drake sonrió ante lo dicho por Steven.

—De eso no hay duda.

(***)

Louise había caminado hacia un lugar notablemente desolado de su escuela. Aunque había pasado muchos días de lo sucedido.
No había ni un instante que pudiera olvidarlo. Y sabía que Steven también lo hacía.
No importa cuánto pensara.
Viendo la desesperación en Athla por el futuro tan desolador que había en ella. Sabía que no había ninguna oportunidad de ganar a tal ser.




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