POV Guan-yin
Luego que los príncipes los vemos marcharse Tao y Mei-yin comienzan a hablar un poco bajo como si no quisieran que papá las escuchara aunque, él también se estaba yendo y yo me agacho a sacudir restos de panecillos de mis pies ya que, no tenía zapatos pues, los zapatos de loto eran un poco incómodos para trabajar—lo que hiciste fue genial ponerle el pie para que sucediera eso—comenta Tao y su acompañante se ríe.
—¿Verdad que sí?—me quedo como que estoy todavía sacudiendo o limpiando mis pies queriendo saber que fue lo que hizo ella.
—¡Y como reaccionó el príncipe!—me asombro un poco notando que con lo que tropecé fue con el pie de Mei-yin.
—Sí y lo guapo que se veía furioso—las veo que empiezan a caminar yéndose a sus cuartos supongo y las dejo irse estando yo un poco triste.
En eso veo a Jun acercarse a mí—¿esta bien mi señora?—me pregunta y yo asiento con la cabeza—entonces, venga a desayunar—me dice agarrandome de la mano sonriendome.
—Bien—vamos a la sala donde estabamos y veo a las mujeres que estaban con mi padre comiendo panecillos con una tasa de lo que parece ser té sin embargo, llegan Tao y Mei-yin mientras comienzan a servirme en un plato panecillos y a darme té.
—¡Mamá!, ¿no te imaginas que pasó?—Mei-yin parecía estar emocionada y su madre la mira interesada.
—¿Qué sucedió hija mía?—Mei-yin se acomoda cerca de su madre como si lo que fuera a decir era muy importante.
—¡Estaban aquí los príncipes!
—¡¿Qué dices que dijiste?!—su madre parece sorprenderse y la otra mujer se acerca a ellas.
—Tao, ¿es cierto eso?—dice la acompañante de la mamá de Mei-yin como si no lo creyera.
—Es cierto madre estaban aquí—le contesta ella con una sonrisa—y no sabes que paso allí y de lo que te perdiste.
—A ver cuéntame.
—Cuéntanos porque yo tambien quiero saber—la madre de Mei-yin se interesa en lo que decía Tao.
—¡Sí!, pasó que mi querida hermana hizo algo haciendo que la chica que vino recién se cayera frente al príncipe y le tirara comida encima—todas se ríen a carcajadas.
—Eso fue realmente genial—dijo Mei-yin y Tao asiente.
—Él quería golpearla para corregirla.
—Muy bien hecho no se merece más que eso esa chica—manifiesta la madre de Tao y las demás asienten con la cabeza.
—Están actuando como si yo no estuviera aquí—pensé y empecé a sentirme incómoda por donde estaba yendo todo eso.
—Mirenla ¿no es patética? Su madre murió en un derrumbe—parece ser que la mamá de Tao ya lo sabía o papá se lo comentó.
—¿En serio?—se sorprenden algunas de ellas.
—Entonces a su madre no la podía dejar la muerte en paz, de seguro hizo muchas cosas malas que se tuvo que haber muerto a sí ja,ja,ja—sonríen ante lo dicho por Mei-yin como si fuera algo gracioso o bueno lo que dijo ella y yo me pongo de pronto de pie.
—Solo tienen que verla ¿nuestra hermana?, ¿cómo va a ser nuestra hermana una campesina que anda con los pies descalzos y ropa muy desgastada?—añade y yo respiro profundo para no llorar con todo lo dicho.
—¡Es cierto!, debe estar engañando a su padre y querer quedarse con todo lo que le pertenece—la madre de Tao comparece estando de acuerdo con Mei-yin—¿Y qué hace comiendo en el mismo lugar que nosotras?
—Sí, debería estar con los de su clase—la madre de Tao se une también y yo solo miro al suelo caminando hacía la salida antes de que me saquen a empujones de aquí.
En eso llega mi papá y me detiene agarrandome por el brazo—Guan-yin ¿a dónde vas?, ¿ya comiste?—me pregunta.
—Ya lo hice, gracias—fue lo que pude contestar.
—Entonces ven y quédate un rato con todos nosotros—al escucharlo yo niego con la cabeza.
—No, seguramente estaré mejor con los de mi clase.
—¿Qué dices...?—no lo dejé terminar y salgo pitando de allí.