POV Guan-yin
Cuando ya llevamos varios pasos me sueltan ambas bruscamente tanto que casi me caigo. Yo trato de no molestarme y volteo hacia ellas a ver si me dan alguna explicación de porque hicieron eso tan bruscamente—respira hondo y tranquila, no te enojes con ellas solo amalas—fue lo que escuché de parte del Espíritu y en eso también vislumbro a mi padre que sale afuera y se nos queda viendo—¿a que habitación te gustaría ir hermanita querida?—dice Mei-yin que tal parece se dió cuenta de que nos estaban mirando.
—Uh—no estaba segura de que responder.
—¿A la de Tao o la mía hermanita?—pregunta Mei-yin y yo la miro.
—A cualquiera de las dos—fue lo que respondí.
—Bien, ¡Jun, Jun!—ella la llama y la veo venir enseguida.
—¿Si señorita?—Jun me mira como si quisiera saber si me hicieron algo o no y yo sonrío.
—Trae la vestimenta de mi hermanita Guan-yin para que se vista en mi cuarto—manifiesta Mei-yin.
—¿En su cuarto por qué?, ¿acaso no le desagrada la señorita Guan...?
—¡¿Qué dijiste?!—vocifera de pronto Mei-yin interrumpiendola y Jun da un respingo.
—Oh yo y mi bocota—Jun se da golpes en la boca y Mei-yin junto con Tao la observan muy serias.
—¿Acaso vas a desobedecer una orden de tu señora?—comenta Tao.
—¡Claro que no!—dice Jun un poco nerviosa.
—Entonces ve a buscarlo y traelo al cuarto de Mei-yin.
—¿De verdad quiere...?—Jun parecía no creérselo.
—¿Qué es lo que quieres decir ahora?—Mei-yin mira a Jun con enojo—¡mejor vete a buscarlo ahora!—vocifera.
—Si-si.
—¿Qué dijiste?—Tao parecía disfrutar de como estaba Jun—no se te escuchó claramente.
—¡Si, señora!
—Asi me gusta, ya puedes marcharte—la dejan por fin en paz y vamos al cuarto de Mei-yin con mi padre yendo detrás para ver si veniamos o no y en menos de tres minutos llegó Jun con mis cosas.
—Gracias—le digo cuando ella me los pasa y en ese momento voltea Mei-yin hacía nuestro padre que estaba parado en la puerta.
—Papá, nos tenemos que vestir y tu no puedes vernos así que, esperanos afuera que trataremos de darnos prisa—le comenta ella y él asiente.
—Tienes razón mejor las espero afuera. Jun me informas si sucede algo.
—¿Eh?, así claro—se marcha y cierra la puerta tras de sí.
Me empiezo a cambiar—señora, déjeme ayudarle—me dice Jun y yo frunzo el ceño.
—Se ponérmelo no necesito ayuda.
—¿Escuchaste Tao?, no necesita ayuda—Mei-yin se voltea a verme riéndose mientras la asisten vistiéndole.
—¿Quieres dejarnos en ridículo queriendo decir que nosotras si somos inútiles y no podemos hacerlo solas como tú?—Tao parece enojarse de pronto.
—No es eso...
—¿Entonces que es?—me interrumpe y yo no sabía que decir.
—Solo amalas—recordé lo que me dijo el Espíritu y miro a Jun—si, ayúdame Jun para terminar más rápido—le digo y me hace caso.
Cuando todas estamos listas salimos y veo a mi padre afuera esperandonos y sonrío—¿tardamos mucho papá?—le pregunto y él me devuelve la sonrisa.
—Un poco si además, estas hermosa Guan-yin—noto que me observa con algo de ternura.
—Gracias—se acercan Tao y Mei-yin poniéndose a mi lado.
—¿Y nosotras papá?—pregunta Mei-yin como si estuviera preocupada de no verse hermosa.
—Si, ¿y yo papá?—Tao parece estar igual y mi padre las mira contento.
—¡Todas ustedes están hermosas no os angusties!—dice y luego comienza a caminar—si ya están todas listas vámonos que los carruajes están listos.
Nos subimos las tres hermanas en un solo carruaje y mi padre con una de sus mujeres en otro.
—Espero que te comportes y no nos hagas quedar en ridículo a toda nuestra familia— Mei-yin dice de pronto.
Asenti con la cabeza en respuesta y miraba por la ventanilla con felicidad porque, seguramente volvería a ver al príncipe de ojos azul cielo.