Esposa del príncipe ciego

Capitulo 25

POV Guan-yin

Estaba en el cuarto cambiándome de ropa porque la había ensuciado haciendo que le cayera comida encima y Jun estaba aquí conmigo ayudándome cuando tocan a la puerta—puede pasar—dije pensando que es Huan Yue pero, cuando volteo a ver no era él sino una muchacha con algo en la mano.

—¿Quién eres tú?—pregunté no conociendo la persona.

—Soy sierva de Mei-yin y le traigo está comida en honor a su boda—dice la muchacha y Jun se le acerca con notable interés.

—Ponlo en la mesita—le dije y luego se marchó.

Yo seguí en lo mío y Jun fue a ver que habían traido y vió que era una sopa—mi señora, si no gusta en comerla yo...—me dice Jun y yo sonrío.

—Puedes comertelo Jun si tienes hambre pues, yo ahora mismo no apetezco—ella toma la cuchara y se pone a comérselo.

—Tiene un sabor extraño pero, no importa tanto con esta hambre que tengo—la veo terminarse la sopa antes de que Huan Yue llegara al cuarto y cuando llega Jun cae al suelo como una gran piedra.

Yo me espanto y me paro de golpe acercándome a ella a ver que pasaba—Jun—la zarandeo sin embargo, no se movía—¡Jun!—Huan Yue se me acerca poniéndose a mi par.

—¿Qué es lo que pasa?—me pregunta él mientras yo miro a Jun a ver que sucede y la vi muy pálida hasta parecer como muerta.

—Jun se comió una sopa que me trajeron de parte de mi hermana Mei-yin y luego de comersela cayó al suelo y ahora...

—Tranquila, iré a pedir que traigan un médico.

—Bien—pasa un largo rato hasta que llega y la revisa—¿cómo está ella?—le pregunto queriendo que solo fuera un desmayo y no algo más lo que le pasó

—Está muerta—dice y se me llenan de lágrimas los ojos—parece que fue envenenada por acónito. ¿Ella comió algo unos minutos antes de verla desplomarse?—pienso en la sopa—hay un plato aquí en esta mesa, ¿es de usted?

—Lo envió mi hermana y Jun eso era lo que se estaba comiendo...no puede ser cierto que ella...—manifeste y estaba sin creérmelo que hizo tal maldad.

—Siervo.

—¿Si señor?

—Envía una persona que hable al emperador y dile que trataron de envenenar a mi esposa y que yo digo que la encarcelen de inmediato y le digan a ella que morirá de la misma manera como pensó matar a mi esposa—Huan Yue parecía molesto pero, a pesar de todo no quería que muriera mi hermana.

Sacaron el cuerpo de Jun y yo estuve triste por su muerte hablé con Huan Yue para que no matara a Mei-yin que estar en la cárcel por el resto de su vida ya sería para ella un gran castigo y accedió después de muchas súplicas.

Pasaron varias lunas hasta que me decidí por ir a verla. Fui a la cárcel y la vi allí sentada en una esquina mirando al suelo toda despeinada con los labios resecos y toda desarreglada, no parecía ella misma—te traje agua y comida Mei-yin—le dije en cuanto la vi pues, no sabía que más decirle y ella cuando me ve se asombra y se le llenan de lágrimas los ojos.

—Guan-yin, Guan-yin—manifesta ella—¿por qué lo haces?—dijo cuando bebió varios sorbos.

—Esta escrito:Romanos 12:20-21
[20]Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.
[21]No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal—después que ella termina de comer se me queda viendo fijamente.

—Tengo algo que contarte—dice de repente y yo la miro.

—¿Qué es?—me mira serio.

—Estuve en el infierno—al escucharla frunzo el ceño—tuve una gran visión donde una noche se me apareció un hombre con vestiduras blancas tan blancas como nunca he visto jamás con marcas en la mano. Se me paró al frente y me dijo: esta noche te mostraré algo. El suelo se abrió y yo caí en el y llegamos a un lugar donde vi personas allí atormentadas por el gran calor que salía de la tierra y clamaban:¡dame otra oportunidad Jesucristo que me arrepiento!

No sabía porque estaban allí hasta que el señor Jesús que estaba conmigo me señalaba algunas personas y me decía: esa que está por allá está en este lugar por mentirosa, yo veía sufriendo a esa persona por el gran calor y fuego que le quemaba. Esa por homicida, seguía diciendo el señor, esa por adúltera y esta me señaló y yo caí frente a él de rodillas asustada y le suplique que me perdonase. En seguida volvimos a la cárcel y me miró con una mirada llena de amor y me dijo:tu pecado ha sido perdonado pero, no peques más.

—Bendito Dios—estaba asombrada por lo que decía ella.

—Estoy realmente arrepentida por lo que te hice Guan-yin, ¿me perdonas?—me miraba a la espera de mi respuesta y yo le sonrei recordando lo que le preguntó Pedro al maestro:S. Mateo 18:21-22
[21]Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
[22]Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.

—¡Por supuesto que sí!—nos damos un abrazo y luego, yo me marcho del lugar.

Al salir voy a donde Huan Yue y le cuento todo —¿te das cuenta de que Dios es bueno y que todo el tiempo lo es?—manifiesto y él frunce el ceño.

—Como si lo fuera conmigo—salimos al bosque a tomar aire fresco y ya era pasada la medianoche estaba en forma de lobo mi esposo y faltaba todavía para amanecer.

Nos sentamos a hablar y pasear un poco por el bosque y vimos varios animales muertos cuando escucho pasos acercarse de personas con una antorcha en la mano eran varias—¿qué está pasando?—dije y Dark me voltea a ver.

—Mejor vámonos—me subo encima de Dark para irnos cuando comienzan a tirarnos como flechas.

—¡Dark!—vocifere asustada y me bajo de él.

—¡No!, súbete—Dark quería que me subiera encima de él cuando vislumbro que le van a tirar a él según la claridad que se estaba empezando a ver y yo me pongo en su lugar y me tiran a mi en su lugar y caigo al piso. Miro a Dark quien se me acerca asustado—¿por qué lo hiciste?—parecía querer llorar. ¿Tan mal me veía?




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