Esposa para el rey

Capitulo 41

Los eventos y estrategias comenzaron a fluir. La alianza continuó con su camino mientras que los enemigos se preparaban para recibirlos.
El clima había cambiado a su etapa de invierno, fechas en las que la nieve caía por montones en muchos de los reinos cercanos. El reino sur y norte no eran la excepción aunque en el segundo predominaba más está estación.
Los hielos comenzaron a endurecer las casas y los árboles que crecían junto a estas. Las especies animales se escondían para invernar lo que hacía más difícil ir de cacería así que todos tenían que tomar sus preocupaciones para resistir.
Había pasado más de un mes desde la batalla, tiempo en el que Agusto pudo reagrupar y fortalecer su ejército.
El general del sur, miembro del ejército de Ricardo, se había quedado ahí para seguir fortaleciendo la alianza.
Pudo aprender muchas cosas de combate que desconocía, así que para él fue tiempo bien aprovechado. Sus tropas seguían entrenando con él pero se unían a las filas de Agusto para trabajar de manera cooperativa. Aunque esto pasara, todos sabían a qué reino pertenecían y aunque eran aliados, no estaba de más dejarlo claro.
En cuanto al tío del rey lisiado, aquel que fue tomado como prisionero en la batalla para recuperar el reino, ya había sido entregado al rey de Olster como se había prometido. La entrega se llevó a cabo en un punto medio, hombres de ambos reyes se reunieron para intercambiar al prisionero y cartas que eran enviadas por ambos lados.
El prisionero fue llevado al reino de Ricardo para ser entregado al rey y así verlo a la cara para torturarlo y vengarse por sus acciones. A pesar de ser católicos, no escatimaron en el castigo que le dieron y al final determinaron que una sentencia de muerte sería lo ideal pero acordaron posponerla hasta el final de la guerra cuando cayeran todos los enemigos. Así pues fue llevado al calabozo más custodiado de Olster para mantenerlo ahí hasta el día del juicio. Procuraron lastimar sus piernas lo suficiente para evitar un posible escape por su parte.
Los reyes estaban muy complacidos por esta cuestión pero aún faltaba más de lo prometido y era capturar reinos y riquezas.
El general Mirlo también hizo lo suyo, como había prometido, se dirigió a reclutar a los soldados que habían huido de esa batalla. Agusto ordenó que fuera acompañado por la guardia de élite, aunque confiaba en el, sus consejos no y no deseaban darle tanta libertad como para formar un ejército a las afueras del castillo.
Los estrategas y el mismo Mirlo entendían esas intenciones que se podían mal intencionar y como su lealtad por Agusto eran muy sinceras, aceptó todos los términos que le indicaron.
Fue sencillo reunirlos. La mayoría estaban divagando por los bosques intentando sobrevivir, algunos incluso estaban enfermos y al ser atendidos se ganaron su lealtad. Poco a poco recorrió los caminos buscándolos y estos hombres les dieron indicaciones hacia donde se habían ido los demás, como una conexión. Así hasta que un gran número de hombres se reunieron y se unieron a las filas del rey Agusto bajo el mando de Mirlo, quien no solo hizo esta aportación, también contribuyó con sus grandes conocimientos militares y consejos de guerra. Con estas nuevas ideas y aprendizajes se pudo hacer un mejor ejército el cual estaba listo para atacar.
El desempeño y diseño de armaduras también fue una opción a considerar pues con ayuda de todos buscaron incrementar esto y fortificarlas. Buscaron un metal más fuerte y el que conocían le dieron una mayor fortaleza gracias a los nuevos conocimientos que los hombres de ciencia llevaban a cabo. Todo con la intención de lograr conquistar los reinos enemigos.
A pesar de no ser conquistadores, Agusto lo hacía por defensa propia. No podía estar tranquilo mientras su familia trataba constantemente de matarlo y hundirlo así que tomó está decisión y estaba seguro de llevarlo a las últimas consecuencias.
Sus consejeros se oponían a llevar a cabo dicha batalla en esa época del año. Hacerlo involucraba más gastos cosa que no querían permitir.
El rey Agusto analizó todo como siempre y determinó que no había un mejor oportunidad. El invierno sería duro pero lo sería aún más para sus enemigos quienes seguro no lo esperaban y menos en esa época. Seguía creyendo que el elemento sopresa era lo más importante y quería mantenerse firme en eso.
Sus militares tomaron las precauciones para un viaje así. Estaba claro que en cuestión de tiempo sería más, pues el sueño consumido por la nieve era más pesado. Además que se tenía que viajar solo de día pues las noches eran un tormento por tanto frío.
También tenían que ver los suministros y el traslado de estos pues como ya se había visto, los animales se escondían haciendo que la cacería fuera mucho más difícil de conseguir. Su alimentación dependía de granos y semillas y tenían que tener bastantes pues el camino era largo.
Agusto entendió todo esto y no se echó para atrás. Pidió a los militares que se encargaran todo a manera de evitar todos esos problemas. La riqueza que se estaba gastando en esta campaña era mucha pero sería mucha más la ganancia de lograr la victoria como lo estaba planeando, y no solo a nivel económico sino también a nivel moral y personal.
Los hombres estaban reunidos para avanzar. Las cartas de comunicación entre los tres reinos iban y venían, de manera que la estrategia fuera planeada y conocida por todos.
El ejército de Agusto había aumentado, el rey Ricardo pondría muchos más hombres pues se uniría el mismo a la guerra, y el reino de Olster también estaba listo para participar. Así que la batalla estaba decidida solo era cuestión de llegar y realizarlo.
Erendira solo pudo unirse esta vez en oración. Por más que pidió viajar y ser partícipe no se le permitió y tuvo que tomar su lugar en el reino junto a sus primas y tía. Aún así sus pensamientos estaban con ellos.
Agusto estaba listo y aunque también deseaba ver a su amada, entendió que la situación no era la apta e incluso podría ser una distracción saliese del nuevo plan. Sabiendo esto se acomodó en su reforzada silla y al lado de sus amigos comenzó el viaje para recuperar su honor y obtener la paz que deseaba.



#3197 en Novela romántica
#1140 en Otros
#209 en Acción

En el texto hay: #aventura, #reinos, #accion #romance

Editado: 26.03.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.