Esposa Por Contrato

Conociendonos

-¡Eh dicho que No!- exclamo enojado-

-Pues así lo harás -advirtió seria- No ahí vuelta atrás

-No pienso casarme con Sofía.

-¿Porqué no?-cuestiono al joven-

-Porque ya tengo una novia y entre poco le pediré para que contraiga matrimonio conmigo -la miro- así que te pido amablemente que no molestes con lo mismo porque no quiero incomodar a mi novia.

La mujer lo miro atentamente y en el rostro de su hijo no había ninguna expresión en particular, a excepción del enojo y el cansancio que atraía ser el CEO de una las mas grandes empresas de Europa.

-Bien -respondió finalmente la mujer mientras el joven soltaba un leve suspiro- Pero la quiero conocer.

-Así sera madre -respondió cerrando los ojos.


 

La madre del joven se retiro de su oficina dejándolo una vez solo en esa silenciosa habitación. Debía pensar un plan perfecto si quería engañar a su familia y en particular a su madre quien siempre le decía lo mismo al respecto de tener una mujer en su vida.

Ese no era el problema a todo esto sino la ausencia de su supuesta “Novia”, tenia que buscar a una chica que aceptara ser su esposa y que se mantuviera en silencio. Estuvo pensando unos minutos mas hasta que su secretaria ingreso a la oficina informándole que su mejor amigo había llegado.

Unos segundos mas tarde Tom Rist entraba a la habitación. El joven empresario le contó lo sucedido a su mejor amigo mientras que este ultimo lo escuchaba atentamente.

-¿Y que piensas hacer al respecto?-pregunto el amigo una vez que termino de relatar los hechos-

-No lo se Tom- se acomodo mejor en la silla- Pero me urge encontrar a esa chica. Ademas que necesito tu ayuda como abogado.

-Esta bien amigo -sonrió este- solo necesito que me detalles todo así organizo todo lo referente al contrato.

El joven asintió. Una hora después Tom se retiro de la oficina dejándolo solo firmando y organizando documentos referentes de la empresa.


 

En Otra Parte De España.


 

Una joven de dieciocho años había chocado con un hombre de al parecer treinta años o mas por la forma en que vestía y hablaba. Se disculpo del hombre centenares de veces pero este se rehusaba a aceptar la disculpa si no venia con el, acto que ella rechazo al minuto de proponerlo.

Por instinto la joven comenzó a correr en dirección a la avenida principal cruzandola sin mirar a ambos lados. Se detuvo en el medio del asfalto intentando recuperar la respiración, pero en ese momento un auto se aproximaba y por instinto nuevamente la joven cerro los ojos esperando el impacto el cual nunca llego pero lo que llego en su lugar era un joven alto vestido de traje que comenzó a regañarla.

-¡¿Acaso esta loca para cruzar la calle sin mirar a ambos lados?! -pregunto molesto, la joven no respondió, se acerco a él y lo abrazo por la cintura mientra el se quedaba inmóvil sintiendo la cálida respiración en su cuello proveniente de la adolescente que estaba abrazada a él. Ese abrazo duro unos minutos cuando la adolescente se separo de el y lo miro para por fin hablar:

-Lo siento, es que un sujeto queria llevarme con el y como no acepte quiso llevarme a la fuerza, por lo que corrí y pare a tomar aire justo en el medio de la calle -miro el suelo- Nuevamente me disculpo por mi imprudencia.

-¿Te lastimo? -pregunto preocupado haciendo que la joven lo mirara y negara con la cabeza- Bien, ahora quiero saber porque quiso llevarte, pero eso no me responderás ahora sino que después -la miro serio- Ahora vamos -hablo tomándola de la mano mientras la jalaba hacia su auto.

-¡Espera! -se soltó del agarre del joven- ¿Donde me llevas?

-Iremos a mi departamento para que me cuentes como sucedió todo para luego ir a la estación de policía -hablo fríamente mientras la adolescente lo miraba con desconfianza, por lo que permaneció en silencio- Se que no confías en mi por ser un desconocido pero solo intento ayudarte, así que te pido que confíes en mi por lo menos un momento.

Los dos jóvenes subieron al auto y comenzaron su marcha rumbo al departamento del muchacho. A los pocos minutos habían llegado; en este momento ambos jóvenes estaban sentados en el gran sillón de cuero negro mientras guardaban silencio que fue interrumpido por la adolescente.

-¿Me dirás como te llamas? -pregunto mirando al muchacho.

-Me llamo Issac Harrison -estrecho su mano en modo de presentación.

-Un gusto -sonrió la chica mientras estrechaba su mano con la del joven- Aisha Smith

-¿Gustas algo?¿Agua o jugo? -pregunto cortésmente Issac.

-Con agua esta bien -respondió la menor- ¿Cuántos años tienes?

-Tengo veintidós -le entrego un vaso lleno de agua- ¿Y tú?

-Dieciocho.

Así pasando parte de la noche, conociéndose más claro esta que Aisha nunca dejaba de dudar de Issac ya que ante los ojos de la muchacha él era un extraño.

Eran las tres de la mañana cuando la joven se encontraba dormida en el sillón mientras que Issac la miraba desde un sillón individual haciéndose la misma pregunta reiteradamente. ¿Podría ser ella la chica que él buscaba?¿Y si era así a cambio de que lo haría la joven?




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