Capítulo 16

Dante: será imposible que me impidas que te bese y sobre todo debes de acostumbrarte a que lo haga. Porque queda muy poco tiempo para que seas mi esposa.

Ariadna: después de que me lleves a tu recámara no será necesario que estemos esperando en el mismo lugar. Seguramente tienes cosas más importantes que debe de hacer y por lo mientras que lo hace yo tomare un descanso.

Dante: no vuelvas a pedirme que te deje sola, ya que eso no pasara y sé que te merecías salir de tu casa vestida de blanco. Nada más que las cosas no van a salir como seguramente te lo habías imaginado. 

Ariadna: ponerme mi vestido de novia era mi mayor ilusión. Eso simplemente quedara de esa manera y me olvidare de ponerme uno, porque no tuviste la paciencia de seguir esperando.

Dante: no podía ser más paciente. Además, si no me hubieras tenido en abstinencia lo hubiera pensado y esto definitivamente no estuviera pasando.

Ariadna: ahora la única culpable de todo esto soy yo y lo que menos quiero hacer es que me hagas reír en este momento. Pero si no tienes pensado en dejarme sola será mejor que nos vayamos a tu recámara.

Dante: te recuerdo que será nuestra a partir de este día y así que debes de acostumbrarte a tu vida de mujer casada. Solamente que será diferente convivir contigo de esa manera, ya que vamos a estar juntos como la pareja que somos.

Ariadna: yo lo único que quiero es ser la mujer que amas. Necesito entender que tu nunca me vas amar y que fui una tonta al pensar dé que algún día lo ibas a ser y nosotros sabemos que la única razón por la cual te quieres casar conmigo, es porque te sientes en la obligación de hacerlo.

Dante: jamás me cansare de decirte que casarme contigo no es una obligación. Estoy lo voy a hacer sin que nadie me lo haya dicho y sobre todo yo quiero estar a tu lado.

Ariadna: no solo me puedes querer si no que me debes de amar. Además, siento que ya no te puedo pedir nada más y eso lo entiendo.

Dante: dicen que el amor también es paciente. Aunque yo no tengo nada de eso y siempre voy a preferir por mi mismo todo lo que me haces sentir.

Ellos simplemente se quedan en silencio, Dante toma la mano de su esposa y de esa manera se dirigen a su recámara. Ellos tiempo después llegan y cuando lo hacen Ariadna se acuesta en la cama mientras que Dante la observa estando sentado en uno de los sillones

Ariadna: se siente demasiado extraño ser observada por ti. Sera mejor que me quede dormida y cuando llegue la hora de irnos debes de despertarme para que pueda hacerlo.

Dante: es completamente normal que observe a mi esposa y te despertare cuando llegue el momento de irnos a la iglesia, así que debes de dormirte.

Ariadna: necesito darte las gracias por tener demasiadas consideraciones conmigo, a pesar de que nuestro matrimonio no vaya empezar como siempre lo había imaginado.

Dante: nuestro matrimonio será como tú quieres que sea. Sabes perfectamente como será y solo estoy esperando esta noche para que seas mi mujer nuevamente, además no quiero que me digas que únicamente pienso en eso. Porque no es así, pero siento que esta vez hare lo correcto al convertirte en mi esposa y te pido por favor que no quiero que pienses nuevamente que eres una obligación para mí.

Ariadna: tu mismo lo acabas de decir con tus propias palabras. Sabia que tu deber de caballero era más fuerte que tu mismo y por eso te sientes responsable de lo que me pase.

Dante: esto no lo hago únicamente por cumplir con mi deber. Esto lo hago porque eres especial para mí, solo que no quiero volver a equivocarme por no tomar la decisión correcta.

Ariadna: si te equivocas al hacerme tu esposa debemos de divorciarnos y si algún día te enamoras de una joven me iré de tu vida sin despedirme de ti.

Dante: no me pienso enamorarme de nadie más que no seas tu. Solamente que nadie va a ocupar el lugar en tienes en mi vida y eso es una promesa.

Ariadna: si no te enamoras de mí. Eso es lo más lógico que pasara y no pensare escuchar más excusas que pondrás para justificar tu desamor por mí, porque eso se terminara ese día.