Capítulo 17

Dante: de mí nunca escucharas ninguna excusa. Solamente que lo único que diré es que te amo, pero eso lo escucharas muy pronto.

Ella se queda profundamente dormida al escuchar sus ultimas palabras. Dante al fin la convertiría en su esposa y esta noche la haría su mujer, él sonríe ante todo esto y de esa manera paso el tiempo hasta que llegó el momento de ir a la iglesia, pero Ariadna de repente abre sus ojos al sentir que era tarde y así que se levanta de su cama con la atenta mirada de Dante.

Ariadna: solo necesitare peinarme para poder irnos a la iglesia. Porque seguramente no voy a tener tiempo para ponerme otro vestido.

Dante: tienes razón al decir que no hay tiempo. Debes de empezar a peinarte y cuando hayas terminado nos iremos a la iglesia, ya que el padre nos está esperando.

Ariadna: entonces me hubieras despertado antes si sabias que nos estaban esperando. Ahora no me voy a peinar bien y será mejor que empiece hacerlo.

Dante: eso es lo único que debes de hacer en estos momentos. Además, te veías demasiado hermosa acostada en nuestra cama y todavía lo estas.

Ella se dirige al tocador y cuando llega se empieza a quitar el peinado que tenia antes y después de que lo hace se desenreda su cabello, pero al final se termina haciendo una hermosa trenza. Ariadna sonríe al ver que le había quedado perfecto su nuevo peinado y camina unos cuantos pasos para poder llegar al lado de Dante, él toma la mano de su prometida para salir de su recámara y de esa manera ellos salen de su casa y cuando llegan a su carruaje la ayuda a subirse para terminar haciéndolo el también.

Ariadna: ahora siento que si me caso contigo será para siempre por las palabras que me dices cada vez que hablamos de este tema.

Dante: es que tu serás mía para siempre. Pero sobre todo estoy seguro de mis palabras, aunque nunca pude evitar hacerte el amor todo este tiempo y se que debía hacer algo para evitarlo.

Ariadna: es que nunca tuviste ninguna intención de hacerlo. Porque siempre encontrabas una oportunidad para tenerme entre tus brazos y únicamente me entregaba a ti por amor.

Dante: podía sentir tu amor cada vez que estábamos juntos. Esa era la verdadera razón por la cual quería estar contigo y ahora serás mi esposa a la cual voy a querer.

Ariadna: te recuerdo que no únicamente me puedes querer, ya que me tienes que amar a mí. Además, debemos de guardar silencio, porque acabamos de llegar a la iglesia.

Él es el primero en bajarse del carruaje para ayudar a su prometida hacerlo. Dante toma su mano para entrar juntos y cuando lo hacen empiezan a caminar rumbo al altar donde el padre los estaba esperando. Ellos llegan y al momento en que lo hacen le agradece al padre por celebrar su boda.

Padre: sabes que hare una excepción. Porque soy tu padrino, ya que de otra manera no celebraría esta boda y espero que no esté embarazada.

Dante: muchas gracias, padrino. Ella no esta embarazada y tal vez muy pronto lo este después de nuestra boda y siempre me has dicho que debo de hacerme responsable de mis actos y el error que cometí con ella fue hacerla mi mujer sin estar casados.

Padre: no puedo creer que no respetaste las buenas costumbres. Ahora entiendo las razones del porque te quieres casar y los casare en este mismo momento.

Dante: es que es imposible para mi vivir separado de mi mujer. Además, también es imposible pensar claramente cada vez que la tengo cerca de mí, pero lo único que quiero es que sea mi mujer.

Padre: la sociedad se preguntará la razón del porque te casaste con ella, así que necesitaras pensar demasiado bien en la respuesta que le darás.

Dante: pensé las cosas bien antes de venir y te recuerdo que aceptaste casarme. Seguramente no quieres que siga viviendo en pecado.

Padre: por supuesto que no. Deben de casarse y todavía no puedo creer lo que me acabas de decir y será mejor que empiece con la ceremonia.