Esposa por obligación

Capítulo 22

Maximiliano: ella sabe perfectamente que siempre la he amado. Solamente esperare unas cuantas horas para verla y también para casarme con mi Helena y solo harás lo que habíamos acordado el día de ayer, pero sobre todo quiero saber cuándo llegue mi esposa.

Él se despide para hacer lo que le había ordenado y Maximiliano se queda solo en su despacho pensando nuevamente en ella, ya que por más que intentaba nunca dejo de pensar en su Helena y de esa manera pasaron las horas.

En la casa de Dante McGregor

Ariadna: es un gusto para mi recibirte en mi nueva casa, tía. Pensé que llegarías más tarde y como acabas de llegar necesitamos tomar asiento.

Helena: también pensaba lo mismo. Además, he venido a verte para saber que fue lo que realmente paso, porque no podía quedarte tranquila sin tener noticias tuyas.

Ariadna: seguramente te preocupaste por mí. Nada más que las cosas pasaron de un momento a otro, ya que no esperaba casarme con él.

Helena: entonces debemos de tomar asiento para que empecemos a conversar. Además, me gustaría hablar con tu esposo y creo que este es un buen momento para hacerlo.

Dante: escuchare todo lo que me tenga que decir. Solamente que antes necesito decirle que amo su sobrina y estoy seguro que esa era lo que quiera escuchar.

Ella lo mira y sabia que tenia razón. Porque cuando un caballero se enamora hace lo que menos se imagina y el simplemente estaba enamorado de Ariadna, ellos caminas unos cuantos pasos hasta llegar a la sala y cuando lo hacen toman asiento.

Helena: primero quiero saber si mi sobrina es feliz estando casada contigo. Pero sino es así me la tendré que llevar, aunque esté casada.

Dante: sabe que no se la puede llevar. Ariadna es mi esposa y estoy demasiado consciente que hice las cosas mal desde un principio.

Helena: entiendo que eres un caballero y por eso lo reconoces. Ahora quisiera escuchar de mi sobrina si es feliz a tu lado, ya que ella siempre soñó con tener un matrimonio normal.

Ariadna: por supuesto que lo soy tía. Además, mi matrimonio es completamente normal, así que te digo todo esto para que estés más tranquila.

Helena: saben que deben de hablar siempre para que puedan aclarar los malos entendidos que tengan entre ustedes. Nada más que mi vista se terminó, eso significa que tengo que irme y sobre todo también iré a visitar a mi hermano.

Ariadna: me imagino que te quedaras más tiempo. Porque quisiera poder hablar más tiempo contigo y si quieres te puedes quedar en nuestra casa.

Helena: te prometo regresar y será mejor que me vaya. Pero también viene hablar con mi hermano de un asunto muy importante, así que regresare a verte de nuevo.

Ella se despide para después levantarse de su asiento y cuando lo hace empieza a caminar rumbo a la salida. Helena sale y no se sorprendió en ver a Maximiliano esperándola.

Maximiliano: no puedo creer que haya pasado demasiado tiempo sin verte. Solamente que las cosas hubieran sido diferentes si me hubieras perdonado.

Helena: sabes que lo que haces no tiene ningún sentido. Debes de entender que ya te perdoné, pero nunca seré tu esposa y el único culpable de que no me casara fuiste tu.

Maximiliano: es que no iba a dejar que eso pasara. Además, siempre has sido mía y cada vez que alguien intentaba pedirte matrimonio lo impedía y te recuerdo que te advertí que no aceptaras la propuesta de matrimonio de nadie.

Helena: jamás he entendido porque me haces esto. Nada más que el único motivo que me diste al dejarme plantada en el altar es que no era perfecta.

Maximiliano: siempre me arrepentí de haberte dicho eso. Jamás pude olvidar tu mirada de decepción cuando te lo dije y sé que todavía no es demasiado tarde para ser felices.



#1013 en Otros
#210 en Novela histórica

En el texto hay: posesivo, romance, amor

Editado: 21.11.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.