En la casa de Maximiliano Silverman Evans
Verónica: estoy segura que esperaste pacientemente para que esto pasara. Ahora que me convertiste en tu esposa que es lo que pasara conmigo.
Maximiliano: no sabes cómo me gusta que lo seas. Solamente que después de muchos años cumplí mi propósito de que fueras mi esposa.
Verónica: te recuerdo que el único culpable de que no lo fueras fuiste tú. Además, en estos momentos nuestros hijos tuvieran la edad de mi sobrina.
Maximiliano: todavía no es tarde para empezar a tenerlos. Pero será demasiado interesante verte de esa manera, ya que todos estos años he soñado contigo.
Verónica: en verdad te das cuenta de lo que estás diciendo. Porque siento que para mí sería imposible tener un hijo por la edad que tengo.
Maximiliano: quiero tan siquiera tener un hijo contigo, ya que ese será el único recuerdo de nuestro amor. Nada más que si no podemos tenerlos no me importaría.
Verónica: sabes que para los caballeros es importante tener un heredero. Sera mejor que solicite la anulación de nuestro matrimonio para que te puedas casar con una mujer más joven.
Maximiliano: ahora que te tengo no te dejare ir de mi lado y sobre todo me faltaría presentarte ante la sociedad como mi esposa. Eso me recuerda que por fin cumplí con mi promesa de matrimonio.
Verónica: esa es una promesa que tardaste mucho tiempo en cumplir. Pero entendí que nunca me quisiste al no casarte conmigo y por esa razón me fui lejos para no verte.
Maximiliano: algo que no sabes es que yo siempre tuve presente en tu vida, aunque tú no me vieras. Además, nunca olvide los besos que te daba.
Verónica: es que jamás me dejaste sola y sobre todo sentía tu presencia. Ahora tendrás problemas con mi hermano, ya que sabes que esta no fue la mejor manera de casarnos.
Maximiliano: sé que el tiempo será imposible de recuperar. Solamente que tu sobrina se casó igual que nosotros y seguramente debe de estar acostumbrado al escándalo.
Verónica: lo dices de una manera demasiado tranquila. Sera mejor que me digas que recámara ocupara para poder irme a descansar y el día de mañana iras hablar con mi hermano.
Maximiliano: cuando estábamos comprometidos me tenía que conformar con besarte. Ahora que eres mi esposa será diferente y dormiremos juntos, solo que mañana aclarare las cosas con mi cuñado.
Verónica: el no estará conforme con esta boda. Seguramente hará lo necesario para anular nuestro matrimonio y me pregunto qué es lo que piensas hacer.
Maximiliano: nadie tiene ningún derecho a interferir con nuestra vida. Necesitare recordarle a tu hermano que tú eres mi esposa para que no se atreva hacer nada para separarnos y si se atreve hacerlo le ira mal, así que lo que menos le conviene es tenerme de enemigo y él sabe perfectamente como soy cuando algo me molesta, pero como no quiero seguir hablando te daré de nuevo otro beso.
Él se acerca a su esposa para besarla y cuando termina de hacerlo se separa de ella. Además, Maximiliano la carga para después llevarla a su recámara y al momento en que llegan la baja.
Verónica: pienso que no sería correcto dormir juntos. Porque sigo pensado que debemos de dormir en recámaras separadas y lo que menos quiero es invadir tu espacio en este lugar.
Maximiliano: dormirás a mi lado como marido y mujer. Entiendo que han pasado demasiados años, solo que el amor que sentimos no ha cambiado.
Verónica: nuestros sentimientos fue lo único que quedo intacto. Siempre tuvimos hermosos recuerdos antes de que me dejaras y sobre todo me decías que sería tu única esposa.
Maximiliano: precisamente me case únicamente contigo, ya que solo tu serias mi duquesa. Espere para que fueras mi esposa y nunca deje que nadie ocupara el lugar que tenías en mi corazón.
Verónica: recuerdo que este día nos íbamos a casar. Solamente que esta no parece una simple coincidencia y estoy segura que no tuviste nada que ver con esto.
Maximiliano: por supuesto que no hice nada esta vez. Porque está esperando a que llegaras y para mi fuera una gran sorpresa que lo hicieras antes.