Verónica: entonces necesitare ver esto como una coincidencia. Solamente que esto no lo parece y como lo acabas de decir es así, aunque tu sonrisa me está diciendo todo lo contrario.
Maximiliano: créeme que en verdad lo es. Sabes que esto no cambia nuestro destino y todos estos años he soñado contigo, pero precisamente con nuestra noche de bodas.
Verónica: no quiero escucharte hablar de eso. Porque no puedo evitar sentir vergüenza, además únicamente me diste besos cuando estábamos comprometidos.
Maximiliano: esos no fueron simple besos. Pero sabes perfectamente lo que ha pasado entre nosotros y llego el momento de recordártelo.
Verónica: las cosas entre nosotros no pasaron así. Además, estas hablando de algo que jamás paso y el día de mañana seguramente vendrá a verte.
Maximiliano: tengo otros recuerdos que prueban todo lo contrario. Recuerdo perfectamente como dejabas que te besara y eso hacía que nunca dejara de pensar en ti, pero si viene tu hermano lo recibiremos.
Verónica: como lo acabas de decir solo fueron besos. Nada más que no tuve la culpa de que tu mente pensara en otra cosa cada vez que lo hacía.
Maximiliano: tal vez eso era lo que pasaba. Esta noche consumaremos nuestro matrimonio, así que solo quiero que seas mía por primera vez.
Verónica: es demasiado rápido para que pienses de esta manera. No debes de olvidar que llevamos demasiados años separados y ya no somos los míos que éramos antes.
Maximiliano: estos años que pasaron no fueron un impedimento para amarte. No quiero que vuelvas a decir nada sobre resto, ya que me imagino lo que piensas.
Verónica: tengo más de 40 años. Eso significa que no soy joven y casarnos fue un terrible error, necesito pedirte que me dejes ir, por favor.
Maximiliano: eso no es una opción y parece que olvidaste que te espere muchos años. Ahora debes de ser mi esposa y no quiero que te vuelvas a preocupar por eso.
Verónica: es imposible no hacerlo. Pero me hiciste tu esposa por amor y eso definitivamente cambia toda nuestra historia, ya que preferí guardar los hermosos recuerdos para mí.
Maximiliano: fue mejor que hicieras esto. Porque no me hubiera gustado que guardaras los malos momentos que te hice pasar por no aceptar mis sentimientos.
Verónica: debemos dejar eso en el pasado. Nada más que te portaste mal conmigo y nunca pude olvidar cada una de tus palabras y sé que estas arrepentido de haberlo hecho.
Maximiliano: un perdón nunca será suficiente. Necesito que me dejes ser tu esposo, además siempre te he amado y jamás me cansare de decírtelo.
Verónica: dejare que lo seas, solo que no puedo dejar de pensar cuando se entera la sociedad que al fin te has casado conmigo. Seguramente pensaran que únicamente regresa a casarme contigo y te pido que no te enojes por culpa de esos rumores.
Maximiliano: nunca me ha importado los rumores sobre mí. Pero las cosas cambian cuando se trata de mi esposa y te prometo que me enojare si se expresan mal de ti.
Verónica: muchas gracias por entender como me siento. Ahora quiero dormir, ya que el día de mañana será difícil y sobre todo no pasará nada entre nosotros esta noche.
Maximiliano: estoy seguro de que me estas castigando al hacer esto. Entonces quiero que me dejes dormir a tu lado y estoy dispuesto a esperar de nuevo el tiempo necesario para que te conviertas en mi mujer, así que seguiré esperando por ti, aunque el tiempo dejo de importarme estando a tu lado.
Ella se sonroja al escuchar sus palabras, Maximiliano se acerca a ella para ayudarle a quitar su vestido y cuando termina de hacerlo la lleva a su cama para acostarla y el simplemente la miraba como siempre lo había hecho, aunque para él su mujer era hermosa y se había dado cuenta de su error demasiado tarde. Él se sienta en su cama para quitarse su traje y cuando lo hace se acuesta a su lado, Verónica es la primera en quedarse dormida, porque estaba cansada por el viaje y Maximiliano después lo hace.