En la mañana siguiente
Ariadna: todavía no puedo creer que mi tía se haya casado de esta manera. Eso quiere decir que su esposo realmente la ama al hacerlo así.
Dante: por su puesto que la ama. Solamente que si no fuera así no la hubiera esperado, pero yo jamás hubiera tenido la paciencia que él tuvo.
Ariadna: cuando una persona se enamora el tiempo no pasa para ellos. Porque únicamente piensa en la persona que aman y si tú me hubieras dejado plantada en el altar estoy segura de que no te hubiera perdonado nunca.
Dante: jamás cometería ese terrible error. Sabes perfectamente que eres mi verdadero amor y no quiero que te imagines nada de eso.
Ariadna: si no quieres que lo haga debes de comportarte bien conmigo. Además, me gusta que me digas bonitas palabras de amor, ya que son demasiado lindas.
Dante: siempre te las diré. Debes de recordar que eres mi amada esposa y sobre todo me encargare que eso nunca lo olvides, pero ahora que recuerdo no te he dado ningún beso.
Ariadna: no entiendo la obsesión que tienes por besarme. Aunque también entiendo que es una manera de que me demuestras tu amor por mí.
Dante: mi amor te lo he demostrado. Siempre he sido un caballero de pocas palabras, solo que tú eres completamente especial al ser la mujer que amo.
Ariadna: me gusta ser la mujer que amas. Nada más que la manera de expresarte me hace sentir completamente segura y espero que no te equivoques con tus sentimientos.
Dante: sabes que mis sentimientos son completamente claros. Ahora solo debemos de vivir nuestra historia de amor y yo me siento afortunado de que me dejes amarte.
Ariadna: me imagino que en este momento estas escuchando lo que te dice tu corazón. Porque también me gusta que lo hagas para que me digas todo lo que tienes que decirme.
Dante: te pienso decir todo lo que me haces sentir. Solamente que expresar mis sentimientos debe de ser algo completamente normal.
Ariadna: por supuesto que debe de ser así. No quiero que estés a mi lado sabiendo que seguramente tienes trabajo que hacer y no quiero ser un impedimento para que lo hagas.
Dante: mi trabajo no es importante. Recuerda que estamos recién casados y para mi es imposible dejarte, además me gustar estar al lado de mi mujer.
Ariadna: no puedo razonar contigo cuando te comportas de esa manera. Siempre te ha gustado tener la razón en todo, aunque algunas veces no la tengas.
Dante: no quiero separarme de ti. Ahora quiero estar contigo, sé que debo de cuidar a mi esposa y lo único que necesito hacer es consentirte.
Ariadna: nuestro matrimonio nunca será normal. Porque tú mismo adelantaste nuestros planes, pero eso no debe de importante si estamos casados.
Dante: la razón de casarnos así lo sabes a la perfección. No quiero seguir con esta conversión, porque necesito besarte y ya ha pasado mucho tiempo de que lo hice.
Ariadna: te recuerdo que antes de dormirnos me besaste. Esto me demuestra que no eres un caballero normal como lo aparentas delante de la sociedad.
Dante: conoces como soy realmente, mi Ariadna. Jamás te he podido mentir, esto nos hace la pareja perfecta y no puedo evitar sentirme feliz.
Ariadna: eres mi esposo y nadie podrá separarnos. Solamente que eres un caballero que no soportar perder algo que realmente quiere.
Dante: te quiero, pero también te amo y lo único que lamento fue darme cuenta de mis sentimientos después de un tiempo. El amor no debe de considerarse un juego y hasta ahora lo entiendo.
Ariadna: nuestro matrimonio solo funcionaria si estuviéramos enamorado. Pero nosotros nos amamos y eso quiere decir que vamos a estar casados para siempre.
Él se acerca a su esposa y cuando lo hace le da un beso. Dante como siempre quería que recordara los sentimientos que le hacía sentir con tan solo besarla, él se separa de ella cuando lo termina para después separarse de su esposa, el ya no controlaría lo que sentía y se lo haría saber a ella.