Esposa sustituta

• Una boda no tan pequeña •

Sus ojos se habían abierto más de lo normal mientras sus manos cubrían su boca. —Con todo esto de estarte molestando, olvidé que te vas a casar — un pequeño chillido similar al de una rata, había salido de sus labios y amenazaba con aturdir a los presentes. A pesar de que Tom y Erick se mostraran un poco preocupados por la reacción de la señora, su hija estaba llorando debido a la risa, su estómago había comenzado a doler y parecía que no podría parar.

Los minutos pasaron y todos, incluyendo la madre de Emily, habían abandonado el lugar, dejando así a la joven a solas. Estando ya lista y esperando el momento en el que ella fuera llamada para salir, se observaba en el espejo sin creer lo que estaba a punto de suceder.

—¡No puede ser! ¡He enloquecido! — exclamó la joven al verse en el espejo con un costosísimo vestido de novia —soy una loca millonaria, pero loca al fin.

•          •          •

Los pasos lentos de Emily la acercaban cada vez más al hombre que la esperaba en el altar, su respiración se estaba agitando debido a la numerosa cantidad de personas. «Maxwell dijo que esto sería pequeño» se dijo para sí; sin embargo, había más de trescientas personas en el lugar. ¡¿Esa era su idea de pequeñez?!

—Hasta aquí puedo escuchar tu corazón — susurró la señora de manera disimulada a causa de su radiante sonrisa, por lo menos debían hacer una entrada digna de su hija. 

Emily hasta ahora estaba luchando contra su miedo a las multitudes, su trabajo como traductora era algo que la ayudaba a enfrentarlo de a poco, pero aún tenía un largo camino por recorrer.

La boda siguió con su curso normal, incluso la joven podía sentir cómo la mirada de Maxwell estaba fija en ella, cosa que, en lugar de ayudarla a mantener la calma, la estaba incomodando cada vez más y más.

—Con el poder que se me ha sido conferido, los declaro: Marido y mujer. Puede besar a la novia.

En ese preciso instante el corazón de Emily se detuvo, su rostro palideció un poco. Hasta entonces ella no había pensado en que deberían besarse y se arrepentía de eso. 

¡¿Cómo no lo pensó si es el momento más esperado en una boda?! En su interior se estaba dando golpes con sillas y mesas. No había sitio a donde escapar o siquiera esconderse.

Con su mirada le rogaba a su nuevo esposo que mantuviera la distancia o ella terminaría quedando viuda, y no era la mejor manera de terminar lo que recién comenzaba. Maxwell, por su parte e ignorando la mirada incómoda de su ahora esposa falsa, acunó su rostro con sus grandes manos y colocándose a sí mismo entre la joven y los invitados acercó sus labios, siendo ambos separados por el pulgar del hombre.

Los aplausos se hicieron presentes, además de las luces de los flashes de las cámaras, eso sin contar con los estruendosos gritos de la señora, que con satisfacción contemplaban la escena, a su lado se encontraban los amigos de Maxwell, quienes acompañaban a Miriam con la celebración. 

Al final de cuentas se habían convencido de que su compañía haría divertidas muchas cosas más. Las miradas de los protagonistas de esa noche se habían conectado, un pequeño y camuflado agradecimiento por haberse salvado de una incómoda situación apareció en los labios de la pelinegra.

La dichosa pareja se unió a los invitados recibiendo así cada una de las felicitaciones por la reciente boda, el siguiente paso era conocer a los abuelos de Maxwell, por lo que el joven tomando la mano de Emily entre las suyas la guio hasta el punto en el que los ancianos estaban. 

En ningún momento Maxwell había llegado a mencionar a sus padres, y al parecer no se encontraban en el mismo sitio que los abuelos ¿Tendrían alguna disputa familiar?

A pesar de que Emily se preguntara aquello, decidió callar y saludar con amabilidad a su nueva familia temporal. A pesar de que ella sabía que todo esto no duraría mucho tiempo, ella se esforzaría por hacer un gran trabajo, además de eso, era su reputación como señora la que estaba en juego, y con eso ella no se atrevería a jugar. 

Conforme a las palabras de los amigos de Maxwell, los ancianos se mostraron bastante satisfechos con Emily, ellos la habían recibido a la familia con una gran calidez, cosa que a ella la llenaba de un poco más de seguridad respecto al nuevo trabajo que había adquirido.

Los ojos de la chica se veían bastante emocionados; sin embargo, todo eso era resultado de haber compartido tiempo con algunos de los actores de la agencia en la que ella trabajaba. 

Su mente la estaba llevando a intentar descubrir qué estaba sucediendo dentro de la cabeza de Maxwell. 

Él en este momento había contraído matrimonio con una extraña, su caso era completamente diferente a la de ella, pues, él había hecho planes de casarse con alguien más, con alguien a quien había llegado a amar y que, le había puesto una gran cornamenta, además de eso, había escapado antes de que iniciara la boda.

Al pensar en eso, Emily no lograba evitar entristecerse. La manera en la que ella había sido criada le hacía creer en que una persona solamente llegaba a amar una sola vez, y ahora, la persona a la que su nuevo jefe había amado, se había escapado sin siquiera darle una verdadera justificación a sus obras.

¿Qué sucedería si la famosa Elisa llegaba a cruzar por esa puerta en este instante? ¿Cuál sería la reacción de Maxwell y la de los invitados al ver a una persona exactamente igual a la novia cruzando por esa gran entrada?




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